En Argentina “se socava el Estado de Derecho”
Lo afirma en un informe Human Rights Watch, traducido, Observador de derechos humanos. El diario La Nación del jueves 12 de enero, lo editó como título principal en su portada en papel.
El informe de la organización ocupada de los derechos humanos, cuyo mayor contribuyente, es el inversionista George Soros, critica “los ataques del gobierno a la justicia”.
Por Omar López
La información tiene el tratamiento periodístico del corresponsal en Estados Unidos, Rafael Mathus Ruiz, quien se detiene en resaltar que HRW alertó en su último informe anual que “la ofensiva del gobierno sobre la justicia, las demoras en la designación de jueces y otros cargos, como el Procurador General, y la corrupción, incluida en el poder judicial, han socavado el estado de derecho en la Argentina”.
El Observador de derechos humanos sostiene que “En la Argentina, la retórica hostil hacia los jueces por parte de autoridades, las demoras en la designación de jueces y otras autoridades de alto nivel y la corrupción, también presente en el poder judicial, han socavado de forma progresiva el Estado de derecho”.
El corresponsal y los propietarios ideológicos de La Nación deciden secuestrar la otra parte de la información que muestra con densidad probatoria como la actual Corte Suprema de Justicia y una parte importante de jueces, fiscales y parte del aparato judicial actúan ejecutan fallos a favor de los grupos económicos dominantes, a contrapelo de la independencia de los magistrados y a contrapelo de toda norma y anales constitucionales.
El secuestro de la información no es nuevo en los medios dominantes, partes de la mafia mediática del poder real. Tampoco se releva por Human Rights Watch la información básica de una Corte Suprema que violando los estamentos constitucionales desconoce al Parlamento Nacional, invadiendo el colegio de la Magistratura por ejemplo. Resulta una provocación la ausencia de información sobre todos los intentos del gobierno del Frente de Todos por investigar la corrupción de jueces, magistrados y fiscales en reuniones organizadas por el grupo Clarín y financiadas por el poder económico.
No sorprende semejante impunidad en medio de la guerra por el poder encabezada por las variantes de la ultraderecha y sus brigadas fascistas en el continente. La maléfica construcción contraderecho de la jueza a cargo de investigar el intento de asesinar a la Vice presidenta, Cristina Fernández de Kirchner. El encubrimiento de la Corte Suprema para fallar a favor del reclamo de la Ciudad de Buenos Aires por el porcentaje de su participación federal. La lista sigue.
Es sanador repasar los intereses que juegan entre Human Rights Watch, La Nacion y el poder de la derecha en todos los resortes de gobierno de EE.UU.
En mayo de 2014 cientos de intelectuales de varios países, varios premios Nobel, profesores de las más importantes Universidades del mundo, escritores y activistas publicaron una carta en donde denuncia la dependencia de la organización conocida como Human Rights Watch del gobierno de los Estados Unidos.
En el texto señalan que varios de sus integrantes, representantes y voceros han sido funcionarios norteamericanos o mantenido relación estrecha con la administración de Washington.
Sobre este punto considera que al ser una organización subordinada a los intereses del gobierno estadounidense; tuvo influencia directa en sus declaraciones públicas en contra de Venezuela y la gestión del Comandante Hugo Chávez.
Entonces, la declaración de los destacados intelectuales en defensa de la humanidad señalaron por ejemplo: que Tom Malinowski, director de cabildeo de HRW en Washington, previamente se desempeñó como asistente especial del presidente Bill Clinton y como redactor de discursos de la secretaria de Estado Madeline Albright. En 2013, Malinowski renunció a su cargo con HRW luego de haber sido postulado como subsecretario de Estado para la democracia, los derechos humanos y trabajo bajo la autoridad de John Kerry.
En su biografía en HRW.org, Susan Manilow, vicepresidenta de la Junta Directiva, se describe a sí misma como “una vieja amiga de Bill Clinton”, “muy involucrada” en su partido político, y que “se ha desempeñado como anfitriona en decenas de eventos” para el Comité Nacional Demócrata.
En la actualidad, el comité asesor de HRW Americas está compuesto por Myles Frechette, ex embajador de los EE.UU. en Colombia, y Michael Shifter, antiguo director en Latinoamérica de la Dotación nacional para la democracia (NED), financiada por el gobierno de los EE.UU. Miguel Díaz, analista de la Agencia Central de Inteligencia en los años noventa, participó en el comité asesor de HRW Americas de 2003 a 2011. Hoy en día Díaz trabaja en el Departamento de Estado como “interlocutor entre la comunidad de información secreta y los expertos no gubernamentales”.
En calidad de director de cabildeo de HRW, Malinowski sostuvo en 2009 que “en determinadas circunstancias” había “usos legítimos” para las extradiciones secretas de la CIA (la práctica ilícita que consiste en secuestrar y extraditar a presuntos terroristas en todas partes del planeta). Malinowski fue citado parafraseando el argumento del gobierno de EE.UU. de que el diseño de una alternativa al envío de sospechosos a “mazmorras extranjeras para ser torturados” iba a “tomar un tiempo.”
HRW no le concedió la misma consideración a Venezuela. En una carta de 2012 al presidente Chávez, HRW criticó la postulación del país para el Consejo de Derechos Humanos de la O.N.U., alegando que Venezuela había caído “muy por debajo de los estándares aceptables” y ponía en tela de juicio su “capacidad para desempeñarse como una voz creíble respecto a los derechos humanos”. En ningún momento la afiliación de los EE.UU. al mismo Consejo mereció la censura de parte de HRW, a pesar del programa secreto de Washington para asesinatos a escala mundial, la prolongación de las extradiciones, y la detención ilegal de personas en la Bahía de Guantánamo.