Se descongela el inmovil movimiento opositor que urge cocinarlo en la acción
Editorial de Omar López en Mate amnargo AM 530 domingo 22 de junio a las 23
Tomando distancia de la impactante movilización del pueblo, la mayoría abrumadora que sacó su corazón desplegado en bandera, es un hecho político que parece igualar la más grande marcha por la libertad de Perón y contra la proscripción de la ex presidenta, Cristina Kirchner, el peronismo y contra la carga siniestra de desaparecer el ejercicio político democrático.
Todos esos relatos calzados en la marcha describen la memoria que sangra y acude a la herida.
Las plazas pobladas en unidad transversal en todos los rincones de nuestro país herido por la violencia de ultraderecha, anti patria.
Difícil es el cálculo, lo que importa son los cuerpos, las consignas, la marea juvenil, los testimonios emocionados de madres, padres, hijos rescatados, incluidos, empoderados por el gobierno de Néstor y Cristina. Y con esto que digo pienso en la urgente necesidad de cocinar políticamente ese descongelamiento que se produjo en la sociedad ante este gobierno que nos arrasa.
No es novedad que diga que estamos ante un momento histórico, una inflexión que desafía la capacidad del rearme de la política, cómo edificar el rumbo táctico, las ideas creadoras de la unidad y la movilización organizada frentista. De atreverse a ajustar todas las doctrinas donde respiran las asambleas, donde se reclama sostener la iniciativa que amanece con este miércoles 18, y la escucha y montar la comprensión de articular un despliegue único de unidad y acción.
Lo hemos sostenido en este Mate amargo, y no resulta sencillo cuando empujan los viejos reflejos de lógicas políticas que no encajan en este desafiante nuevo tiempo.
Con Cristina, presa política, con el movimiento peronista proscripto, con el estado democrático secuestrado, urge de valorar todas las identidades y armarse de valor para potenciarlas juntas.
Cuánto valor, cuánto y cómo se asienta en el ejercicio de transformación política.
Insisto, el miércoles 18 de junio se abrió el portal a un nuevo tiempo político, la recuperación protagónica del protagonismo, lo espontáneo y las conducciones colectivas entre las organizaciones y los ciudadanos y en cada frente social. Aquí el cómo se articula trepando iniciativas combinando frentes en lo nacional e internacional. Se visualiza que esta batalla política, cultural, comunicacional e ideológica tiene muchos escenarios y es el todo.
Sonó fuerte la conversación política; apasionadas las pibas y los pibes, laburantes, fabriqueras, comerciantes, maestras, médicos, camioneros, peluqueros, jubilados, madres con sus hijos a cuesta, otras con sus críos discapacitados desgajados del auxilio de este Estado enemigo que lo único que protege es el bandolerismo de los poderosos grupos económicos que se llevan puesta la riqueza y nos dejan las deudas y miserias para la eternidad.
Y esto hay que atenderlo porque lo que se descongela, como fueron los miedos y la distancia a la política, si no se cocina, se pudre. Hay que esforzarnos por traducir cómo seguimos, sin perder tiempo. Hay tanta señal, como ese amor que desbordó los silencios y extravíos amontonados en el rincón de la frustración. Y esa escena, de una película de Favio; el silencio pinta a la muchedumbre cuando de pronto se escucha la voz de la fusilada que vive, y todos se miraban comprendiendo que el momento único. La escucha reveló más que el mensaje.
Ella dijo que “Vamos a volver con más sabiduría”. Y ahí se descubre un elemento que deberá tener comprensión política; digo, cómo y desde cuántos lugares de nuestras vidas acumulamos los saberes, el conocimiento, la sensatez para compartirlos, la decisión táctica de cuándo ejecutar la idea, la propuesta, nuestra marcha.
Cristina puso en el horizonte inmediato un viaje a la nueva estación de la memoria, la unidad sin antiácido, el repensar.
Y ella apeló a la mística con voz pausada, reveladora de una comprensión del momento único, tal vez definitivo en este campo de resistencia; dijo, “Vamos a construir con las mismas herramientas, con amor profundo, por esta patria que tantas veces intentaron arrodillar y tantas veces se levantó otra vez”. Hablaremos de cómo usar las herramientas que en política es el arte de preveer, el valor de la información para comunicarnos, acumular el saber para la oportuna conducción y establecer el momento preciso de la acción. Todo un tema…
Cristina insistió que “Tenemos algo que ellos jamás van a tener, tenemos pueblo, tenemos historia y tenemos patria, los pueblos finalmente siempre vuelven”.
Apeló a impedir la destrucción del pasado, aviso que la historia necesita autocrítica para volver más sabios.
El gran dramaturgo Thomás Eliot escribió que”cuando el río no deja escuchar, es preciso oir más allá del ruido las voces que desde el tiempo nos hablan.
Hay un despertar de tanto amor y tanta rabia, tal vez, como escribió un gran sabio alguna vez, “el secreto de la felicidad está en la libertad, y el secreto de la libertad está en el coraje”.