Precios Justos: Carrió y la ficción democrática de la derecha
La dirigente de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, denunció penalmente al presidente Alberto Fernández; al ministro de Economía, Sergio Massa y al secretario de Comercio, Matías Tombolini «por el accionar del Gobierno de usar piqueteros y camioneros en el control de precios como si fueran grupos parapoliciales». Es del manual de la derecha; salir con los tapones de punta a mutilar cualquier intento del gobierno de controlar al poder económico. Sería poco lógico imaginar a Carrió acudir a la justicia para denunciar la fuga descomunal del crédito que el FMI concedió al gobierno de Macri. Allá a lo lejos en 2016 quedó aquella Carrió que el 6 de mayo de ese año, en conferencia de prensa prometía denunciar a las empresas formadoras de precios. Mucho menos pedir peras al olmo pensando que alguien acuda a los tribunales para que se investigue el costo de los alimentos y cómo se produce el constante incumplimiento de los grandes grupos empresarios con el gobierno respecto a precios justos.
En tanto el gobierno porteño habilitó el 911 —la línea que se usa para situaciones de emergencia y de inseguridad— para que «los comerciantes denuncien a sindicalistas de Camioneros que vayan a controlar precios».
Cuentan con la impunidad criminal los medios dominantes socios del gran poder económico que domina la deshilachada fachada democrática y siguen banalizando y engañando a la sociedad.
La historia que no cuentan, la que secuestran informativamente, señala que se observa que en las góndolas hay gran faltante de productos de “precios justos”, y que hace varios días que la Secretaría de Comercio Interior viene realizando controles en los centros de logística donde se cargan los camiones con alimentos, que luego van a los supermercados de todo el país.
Para dicha fiscalización el gobierno acordó ser acompañado y tener el aporte de información, del gremio de camioneros, encargados de la carga, traslado y descarga de los productos.
La medida adoptada por el gobierno nacional es justa y está ajustada a derecho. El terrorismo político de la derecha guardiana del poder económico, sale a romper cualquier acto de intervención del gobierno para defender precios justos. Carrió cita en su denuncia, «el accionar del Gobierno de usar piqueteros y camioneros en el control de precios como si fueran grupos parapoliciales». En una semana de aumentos injustificados de las frutas y verduras, sumado al nuevo ajuste del precio de las naftas y con una inflación dura de domar, estalla la bomba exponiendo a los feos, sucios y malos que la derecha siempre vende como amenaza cada vez que algún sector del pueblo se organiza en defensa de sus derechos.
Con el silencio de la mayoría de los viejos gerontes de la burocracia sindical de la CGT, quedan expuestos algunos dirigentes que buscan protagonizar la movilización de sus fuerzas para cubrir la falta de mayor rigor e intervención del gobierno sobre el poder económico.
A esto se suma la casi nula unidad de criterios para una acción política ofensiva por parte del Frente de gobierno, ubicando la fuerza en el campo de batalla social que más duele a los argentinos. El bolsillo, la compra del alimento a diario, los alquileres…Según parece sigue gobernando la lógica donde solo lo posible dentro del corral de las ideas impuesto por el sistema que gobierna el poder real. Mientras se miden intenciones de votos, se discuten candidatos, la derecha aprovecha lo que mejor hace; demolición frontal de cualquier iniciativa del gobierno.