Su Cambio es la muerte
Por Omar López
Rejuntados por el Cambio rechazó cualquier medida que tienda a contener y reducir la segunda ola. Así de bestial funciona este amasijo de referentes en disputa para encaramarse en la cara representativa del gran poder económico, que anida detrás de todo.Sin el compromiso de la propuesta alternativa, en dirección de dar, colaborar, proponer, ofrecer. Estos jinetes sin cabeza solo marchan en la dirección de lo privado. Su objetivo es que la ola de infectados y muertes avance; poco les importa la seguridad de la sociedad, su cuidado, su destino. Igual que el facho de Bolsonaro; son desprecio, muerte y un cinismo desbocado que aspira a golpear como sea al gobierno, desmerecer su firme y descomunal esfuerzo por enfrentar la pandemia del COVID y la pandemia económica que ellos dejaron.Son los mismos que clausuraron durante su gobierno ultraneoliberal y saqueador el ministerio de Salud, los que cerraron fábricas, abrieron exportaciones, reprimieron laburantes, cerraron el ministerio de Trabajo, dejaron escuelas sin mantenimiento y cerraron establecimientos educativos. Y cuando los docentes enfrentaron el recorte presupuestario en educación y denunciaron el vaciamiento fueron violentamente reprimidos. Son los padres de muchos crímenes de Estado; Maldonado, el asesinato por la espalda de Rafel Nahuel, la campaña que los pobres delinquen y los muy ricos son la esperanza. La represión salvaje a las protestas populares. El crimen sin castigo del saqueo y endeudamiento que siempre paganos el pueblo, con más pobreza, desocupación, y que hasta ahora los mantiene impune.Ellos insisten con la falta de política sanitaria del gobierno nacional; una mentira a toda prueba que sólo cuaja en el cementerio informativo de clarines y naciones, en la campaña de desprestigio de la alianza gobernante de los medios hegemónicos que reproduce una oposición que sólo ofrece el rechazo a cualquier medida que tome el Estado.Recientemente la Patricia Bullrich promocionada en el sistema poderoso de comunicación de la derecha le dijo al Presidente Fernández cómo debe gobernar. El guionista de Bullrich tiene oficinas en las grandes mesas del gran poder económico donde se monitorea la evolución de la crisis sanitaria y la económica expuesta por sus propios contragolpes a diario. Resulta difícil imaginar que semejante personaje, siempre peón funcional de la derecha, tenga un sentido, una dimensión del compromiso político y democrático en la etapa que atraviesa al mundo y a nuestro país. Es un colgajo intelectual cuya voz repite el discurso de desasosiego, el relato de la muerte, el odio y la sin razón. Les importa un carajo, la vida del pueblo, exigen privatizar las vacunas, porque esa es la directiva de las grandes corporaciones que no pueden entrar para su gran negocio privado y necesitan demoler al gobierno que es uno de los que más vacunas consigue. De la infectadura, marchas anticuarentena, la crítica sin propuesta, ahora la especulación descarada pidiendo privatizar la distribución y vacunación de la vacuna. Repiten que el gobierno fracasó, cuando en realidad tratan de ensombrecer la presencia redoblada de políticas públicas. Es oportuno sumar otra línea a la navegación informativa; Juntos para que nada Cambie aprovecha el caos que provoca la pandemia. Se monta en miedos y desesperación, los amasa desde la maquinaria mediática que direcciona el sin sentido de ese sentido vacío que produce el poder económico y cultural. Lo necesitan para debilitar al gobierno y enojar a la sociedad. Operan en el núcleo duro de una ciudadanía desabrochada de lo que ocurre cerca suyo. Núcleo que se forma y transforma con operaciones mediáticas para que funcione la brigada opositora. De paso, esas muchedumbres activadas por momentos, son una minoría que amplifica los sentidos que propone la derecha, arrastra a los pobres para putear al gobierno que los ampara, con defectos, contradicciones, debilidades, virtudes y fortalezas, en disputa por enfrentar la ficción democrática heredada de la ultraderecha que se robó todo y solo dejó un cementerio de pobres, desocupados, pibes sin futuro, muches resentidos. El amasijo es grande y hay que desactivarlo, con política, en la batalla de las ideas con los documentos probatorio de las maniobras del enemigo del pueblo, y movilizando toda fuerza democrática y exigiendo también que rompan silencio muchos dirigentes doble faz. Es momento de desvestir santitos, dejar de comer vidrio y poner en evidencia política tantos oportunismos que balconean. Cerrando, es bueno recordar que a medida que se intente democratizar el sistema del colaboracionismo judicial con el poder económico de toda la derecha que quiere gobernar el país, estas marionetas, vestidos de cabezas opositoras seguirán olvidando su pasado, envenenando con sus mentiras, provocando con su bestial negritud antidemocrática.Hay que derrotarlos, para que Nunca Más retornemos al terrorismo de Estado, ese que hoy mata desinformando, haciendo de la mentira y la ausencia de justicia un campo de concentración de una democracia con su estado de derecho amputado.Lo contingente llama, la discusión política se impone, el curso por los derechos nacionales y populares es el camino, siempre, indicado. El derecho a la vida va de la mano de la soberanía política.