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LOS MOTIVOS DETRÁS DE LA PRIMERA PROTESTA DE TRABAJADORES DE LA APLICACIÓN RAPPI

 

Las aplicaciones de mensajería llegaron a nuestro país con la promesa de hacer más “eficiente” el servicio de delivery. Tanto la empresa catalana Glovo como la colombiana Rappi se dedican a la compra y entrega de cualquier tipo de producto, que van desde el envío de la compra del supermercado hasta remedios o comida. Pero las precarias relaciones laborales a las que están expuestos los trabajadores ya suscitaron polémica en nuestro país: el lunes pasado ya tuvo lugar, frente a las oficinas de Rappi en el barrio de Palermo, la primera huelga de los trabajadores de la app pidiendo por mejores condiciones laborales.

En la ciudad, cada vez hay más bicicletas con el logo de Rappi o Glovo circulando con los envíos para entregar. Las aplicaciones de delivery proponen soluciones facilitadoras para el envío de todo tipo de productos en nuestro país a bajos costos, tiempo rápido y posibilidad de hacer un seguimiento a través del GPS de la app para ver dónde cuánto tardará en llegar nuestro pedido a destino. Hasta ahí todo parece conveniente para los usuarios: es rápido y económico. Pero cabe preguntarse bajo qué costo es posible que las empresas mantengan esas tarifas bajas de un servicio de mensajería, que ya se está expandiendo en las principales ciudades como Capital Federal, La Plata, Rosario y Córdoba.

Ambas empresas se presentan en sus páginas web como lugares ideales para trabajar, en los cuales teóricamente no hay un horario fijo de jornada laboral, ni jefes, y que además prometen buenos ingresos dependiendo la cantidad de envíos realizados. Como únicos requisitos, la empresa pide ser mayor de 18 años, poseer un Smartphone con la aplicación descargada para recibir los pedidos y un vehículo propio para la entrega (moto o bicicleta, aunque predominan éstas últimas).  Además, se enfatiza en la libertad del trabajador para decidir sobre los pedidos que desea aceptar.

Pese a eso, según los trabajadores, la realidad estaría indicando una circunstancia en la cual la tarifa es fijada unilateralmente por la empresa y el rechazo de pedidos perjudicaría a los cadetes por la baja del ranking de la app. De igual modo, y más grave aún, las empresas en cuestión no asumen ningún tipo de responsabilidad ante todos los riesgos a los que están expuestos con sus motos o bicicletas los cientos de trabajadores en la vía pública. Por ejemplo, tal como figura en la página de Glovo, para  realizar envíos para dicha aplicación los trabajadores deben estar inscriptos como “autónomos” en el régimen fiscal, desligándose así la empresa de todas las responsabilidades de la relación laboral, como lo son la seguridad social, la obra social y ART.

El lunes pasado, los repartidores de Rappi realizaron una huelga en la puerta de las oficinas ubicadas en  Castillo al 1200 exigiendo un salario fijo y mejores condiciones laborales, tales como la cobertura médica en caso de accidentes en la vía pública al entregar los pedidos. Además, explicaron que a los que mayor antigüedad de trabajo tienen, les asignan los pedidos en bicicleta de mayores distancias, mientras que a aquellos que recién comienzan les asignan distancias más cortas, buscando así atraer a nuevos repartidores al sistema de envíos. Así, en casos en que no aceptan los pedidos que les llegan, su puntaje (el cual depende de los pedidos y posterior calificación de los clientes) disminuye notablemente, perjudicándolos en la asignación de próximos envíos.

Pero esta disconformidad de los trabajadores con este tipo de empresas no sucede solamente en nuestro país.  Lo mismo está sucediendo con Glovo en España, la app creada por el joven catalán de 25 años Òscar Pierre. Allí, la organización sindical obrera española UGT (Unión General de Trabajadores) denunció a la empresa ante el Estado por el modelo de relación laboral “encubierta” que establecen, ya que contratan los servicios de los mensajeros como autónomos, evitando así dar de alta a los trabajadores en la cobertura de Seguridad Social.

Si bien es cierto que este tipo de aplicaciones pueden llegar a emplear a cientos de jóvenes en nuestro país ante las crecientes tasas de desempleo, cabe cuestionarnos los riesgos que conllevan a partir de la precarización laboral que establecen con los mensajeros sin ningún tipo de regulación estatal.

olopez

Más de 35 años en la comunicación nacional y popular Una propuesta audiovisual en formato de radio y de tele (Mateve/YouTube) Construcción de ideas alternativas en el campo de la batalla cultural Ejercicio de comunicación plural de frente a la unidad en la diversidad Idea y conducción, Omar López. Suscribite a Mate amargo