Cumbre por el bienestar económico de América latina y del Caribe
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum llamó a la CELAC a hacer realidad una mayor integración económica regional sobre la base de la prosperidad compartida y el respeto a nuestras soberanías.
En un discurso histórico la primera mujer presidenta de la historia de México en la IX Cumbre de la CELAC que se realiza en Tegucigalpa, Honduras pidió la realización urgente de una Cumbre por el bienestar económico de América latina y del Caribe.
Mate amargo reproduce el texto íntegro del discurso de la presidenta Claudia Sheinbaum.
“Vengo a nombre de un pueblo generoso y solidario que ha emprendido desde hace más de seis años un nuevo rumbo. Le llamamos en México la Cuarta Transformación de la vida Pública y a nuestro pensamiento El Humanismo mexicano…
Hemos logrado separar en México el poder económico del poder político, quedó en el pasado el desprecio por el pueblo. Y hoy se edifica en democracia e igualdad una nueva era que tiene como base la máxima de la prosperidad compartida, o como decimos en México, por el bien de todos, primeros los pobres. Frase que debe dimensionarse del México al mundo, a nivel planetario; por el bien de todos primero los pobres.Considero que hoy más que nunca es un buen momento para reconocer que América latina y el Caribe requieren de unidad y solidaridad de sus gobiernos y de sus pueblos a fin de fortalecer una mayor integración regional siempre en el marco del respeto mutuo y la observancia de la soberanía y la independencia de nuestros países y de los acuerdos comerciales que cada uno de nosotros pueda tener.
Latinoamérica y el Caribe no solo somos una región de proximidad geográfica, somos una comunidad de destino unida por la historia, la diversidad, la resistencia y sobre todo los sueños de justicia.
Desde México partimos de una premisa básica, una región más unida es una región más fuerte que puede articular soluciones y propuestas concretas de integración regional y acciones de cooperación en comercio, educación, ciencia, desarrollo tecnológico, energías limpias, conservación de la biodiversidad, con la visión de construir siempre sociedades más igualitarias…
Nuestra población aún joven alcanza 663 millones de personas, con un producto interno bruto que suma 6.6 Trillones de dólares. Somos la principal región exportadora neta de alimentos a nivel mundial.
Contamos con más de 30 % de los bosques primarios del planeta, 33 por ciento del agua dulce, casi el 20 por ciento de las reservas mundiales de petróleo, al menos 25 por ciento de minerales estratégicos, y somos capaces de construir desarrollo con justicia y cuidado del medio ambiente y mitigación y adaptación al cambio climático.
Ejemplos de cooperación e integración regional sin debilitamiento, sino complementándonos son muchos, menciono algunos, la autosuficiencia alimentaria que promueve el comercio de productos agropecuarios complementarios, la seguridad energética, la consolidación de un plan de autosuficiencia sanitaria que incluya una plataforma de agencia reguladoras que facilite la producción y reconocimiento mutuo de medicamentos fabricados en la región. Las cadenas de suministro de equipamiento médico entre nuestros países. Complementariedad a través de acuerdos comerciales es una opción viable, real y posible. La colaboración científica y el desarrollo tecnológico también.
Les invito que la CELAC convoque a una cumbre por el bienestar económico de América latina y del Caribe para hacer realidad una mayor integración económica regional sobre la base de la prosperidad compartida y el respeto a nuestras soberanías.
A los pueblos latinoamericanos y caribeños nos hermana la historia, la cultura y la geografía de un continente que se extiende sobre dos hemisferios y entre dos océanos.
El comercio y el intercambio económico nos han unido por siglos en la búsqueda de la prosperidad de nuestra gente. La historia de América latina y del Caribe, desde la lucha por nuestras independencias se ha caracterizado por la solidaridad y el apoyo mutuo. Hoy no deberá ser la excepción, son momentos de más voluntad a fin de impulsar el mejoramiento y el bienestar de nuestros pueblos.
No puedo dejar de mencionar, la necesidad de cooperar en atención a la movilidad humana, desde una perspectiva humanista. Nuestra posición histórica ha sido que la forma más humana y con mayores resultados es el de atender las causas estructurales de la desigualdad, desempleo y violencia que provocan el fenómeno de la migración. Rechazamos el racismo, el clasismo, la violación a los derechos humanos y la criminalización de hermanos de nuestro continente que por alguna causa han tenido la necesidad de migrar hacia el Norte. Para nosotros, las y los mexicanos migrantes, son héroes y heroínas, que cuidan de sus familias en México, pero que también sostienen en una buena parte de la economía de los Estados Unidos.
También es menester decirlo fuerte y claro rechazamos como lo ha hecho históricamente México, las sanciones y bloqueos comerciales que solo dañan los bienestares de los pueblos y no construyen regiones de paz y prosperidad. No al bloqueo a Cuba, No al bloqueo a Venezuela.
Nuestra política exterior se caracteriza por la búsqueda de la Paz y el diálogo como resolución de los conflictos, así como el respeto siempre de la autodeterminación de los pueblos. Apoyamos la convocatoria para la realización de una reunión dedicada a la paz en Haití.
Como la primera mujer presidenta de México, un país extraordinario, con un pueblo glorioso, les comparto que en México hemos aprendido, que frente a la adversidad, siempre la esperanza y la esperanza hoy es la unidad. Que viva América latina y el Caribe.