Celac, una cumbre borrascosa
La VII Cumbre de Jefas y Jefes de Estado y de Gobierno de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, (CELAC), se llevará a cabo el 24 de enero desde las 10 horas en la ciudad de Buenos Aires, bajo la Presidencia Pro Tempore (PPT) del gobierno de Argentina, encabezada por el presidente Alberto Fernández.
La comunicación diplomática del gobierno argentino destaca la necesidad de “profundizar el trabajo articulado para enfrentar los desafíos locales y garantizar que sea escuchada la voz de las 33 naciones miembros en el escenario global”.
La tempestad que atraviesa la compleja diversidad geopolítica y cultural de los gobiernos democráticos y populares en la región, posan la mirada en esta cumbre.
La presencia de Lula, presidente de Brasil, junto a otros jefes de estado de 33 naciones latinoamericanas y caribeñas. El canciller de la República Bolivariana de Venezuela, Denis Moncada, la presidenta de Honduras, Xiomara Castro y el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel. Entre las confirmaciones presenciales de fuerte volumen político cobra relevancia la participación de delegaciones de China y Estados Unidos.
La delegación diplomática del gobierno de EE.UU. estará encabezada por el senador Chris Dodd, asesor especial de Biden para las Américas, más funcionarios del Departamento de Estado y el Consejo de Seguridad Nacional.
Desde los centros de inteligencia, de las variantes de las derechas y el complejo poder económico en el continente, se inició una operación mediática y golpista. Mentiras, manipulación de la información; desprestigio a una cumbre ante desafíos inmediatos y complejos frente a una poderosa red de desestabilización y golpismo.
La tragedia de Perú estará en la búsqueda de una intervención pacífica y democrática, de difícil resolución, cuando en el país hermano se produjo un golpe parlamentario con la vicepresidenta Boluarte a la cabeza y la asistencia de jueces corruptos y los militares. Al cierre de esta nota ya suman 50 muertos civiles.
En Argentina, los peones del poder económico real en sus articulaciones internacionales salieron con anticipado repudio a la Cumbre de la Celac. La presidenta del PRO, Patricia Bullrich a la cabeza.
En Argentina la cumbre llega en un contexto de contra ataque por parte de los operadores judiciales y abarca a la propia interna del gobierno; Juicio Político a la Corte: reunión de la comisión de Diputados el 26 y baja de una legisladora massista.
No sorprende la impunidad sin límite de la derecha; este 20 de enero, Robles y D’Alessandro consiguieron el cierre de la causa los chats filtrados, con la ayudita del Juez Sebastián Ramos. El sistema de poder de la derecha sigue avisando que la democracia no pasará. Para la clausura del caso jugó un rol clave el fiscal Carlos Stornelli, quien sostuvo que las comunicaciones eran producto de la inteligencia ilegal.
A media mañana de este viernes 20 de enero, la vicepresidenta Cristina Kirchner rechazó el archivo de la causa por los chats entre el vocero de Rosatti y el ministro de Seguridad porteño. Cristina Fernández recordó que el fiscal Stornelli está procesado por espionaje ilegal y cuestionó que se haya usado el voto de minoría de la causa Memorándum como fundamento para no investigar. «Solo con mafia mediática-judicial puede haber tanta impunidad», sostuvo CFK.
La dictadura del poder económico sabe que la iniciativa de su impunidad es ahora; Unos 500 empresarios de grandes grupos económicos concentrados y profesionales de importantes estudios jurídicos rubricaron un documento dirigido a la comisión de Juicio Político de la Cámara de Diputados para que “desistan del intento” del proceso contra los cortesanos cuyas motivaciones son “por no estar de acuerdo con el contenido de sus sentencias, causa no prevista en la Constitución». Más claro, imposible.
La defensa de los jueces supremos fue coordinada por Guillermo Lipera (ex presidente del Colegio de Abogados de la Ciudad), una pequeña agrupación de abogados, pero “muy poderosa ya que reúne a los miembros de los mayores estudios que tiene entre sus clientes principales empresas extranjeras”, (fuente Horacio Verbitsky – Libro Cuentas Pendientes, los cómplices económicos de la dictadura). Otros de los firmantes, Juan Vaquer (presidente de ACDE) y Santiago Mignone (tesorero de IDEA). Empresarios como Enrique Cristofani (Banco Santander), Roberto Murchinson, (Grupo Murchinson), Gerardo Cartellone (Grupo Cartelone), Nicolás Braun (La Anónima), Luis Bameule (ex Quickfood), Lisandro Bril (Axia Ventures) y Alejandro Elztain (CRESUD), rubricaron el documento que reúne unas 500 firmas. También firmó Amcham y Ledesma.
