Agencia CHE

Resistiré

Por Omar López

Cada amanecer, puntual a las cinco, mi tío Lulo se afeitaba a navaja y la radio tartamudeaba las primeras noticias mientras sus manos de gorila deslizaban con maestría de cirujano la navaja sobre los cráteres de su jeta de veterano boxeador. El farol de noche colgaba del clavo sobre la ventana del conventillo, en ese pasaje Parker, casi desvanecido sobre el embetunado riachuelo.

Lulo ahora sudaba en la estiba portuaria que la vieja oligarquía sindical manejaba con los capataces de las empresas y la prefectura. Pocos se ganaban el día, muchos hacían rancho detrás de las letrinas, a la espera de otro barco.

Lulo eran un tipo percherón, un anarquista por herencia y sensatez. Odiaba a los traidores, los combatía en esas asambleas donde las palabras se cortaban a cuchilladas.

El tiempo hizo escala en cada pliego de su alma, de sus luchas perdidas, de sus compadres aplastados por una lingada. En esos tiempos la descarga de los buques era manual, la linga era una red cargada a tope deslizada desde barco al muelle.

Lulo se hizo viejo, pero no perdió las mañas, siempre combatiendo a los enemigos del pueblo, siempre cruzando traidores, sus hermanos de lucha y de la vida lo velaron en el sindicato. El gran escritor Osvaldo Soriano, en Una sombra ya pronto serás, caracterizó a uno de sus personajes como un hombre cansado de llevarse puesto. Mi tío Lulo, tan vez se rindió antes de tiempo, cansado de llevarse puesto, de cargar tanta derrota y traiciones. Pero la vida que es tan corta nos afeita como aquella navaja brillante, el poder siempre supo afeitar la memoria, las identidades, pero la prepotencia de sobrevivir, de aprender de los errores, siempre nos trae a un nuevo Lulo, dispuesto a abrazar al caído, a iniciar otra marcha por la justicia social.

A veces pienso en mi patria rasurada por tantos miserables, los pibes arañando destinos en penitencia, los bombos de guerra sonando en la vereda del comité, y lo viejo sirve cuando la memoria reconoce el presente y separa lo falso, lo engañoso de lo legítimo.

Hoy soy yo quien me levanto puntual a las cinco, no me afeito, pero como el tío Lulo, preparo el mate, enciendo la radio, y salgo con todos mis cansancios. ¡Resistiré! 

olopez

Más de 35 años en la comunicación nacional y popular Una propuesta audiovisual en formato de radio y de tele (Mateve/YouTube) Construcción de ideas alternativas en el campo de la batalla cultural Ejercicio de comunicación plural de frente a la unidad en la diversidad Idea y conducción, Omar López. Suscribite a Mate amargo