Francisco, a Dios rogando y con el mazo dando
Por Omar López
Francisco lideró la misión evangélica por la justicia social, el amor cristiano, y la paz en este mundo de extrema desigualdad con el 1% de los multimillonarios que acumula más riqueza que el 95% de la población mundial. Tres grandes gestoras de fondos de inversión, BlackRock, State Street y Vanguard, gestionan cerca de una quinta parte de todos los activos de inversión del mundo, según Oxfam Intermon
El Papa Francisco se atrevió a decirle en la cara a los poderosos del planeta que repartan su riqueza; “El dinero debe servir, no gobernar». Les dijo que “La tierra es de todos” y no se cansó de predicar sus tres T, tierra, techo y trabajo.
El padre misionero, que construyó puentes con las religiones y las culturas que acunan la humanidad, porque Francisco, el estratega de la Fe entendió la construcción transversal de la unidad, rescatando creencia, virtudes y las identidades portantes de todas las capas de la fe religiosa que movilizan a la condición humana. Además de ser un reformista en la Iglesia Católica, se muere un referente de la Paz en el mundo. El Bergoglio, el jesuita del bajo flores alzó su mayor estrategia, la movilización sencilla de amor, la fidelidad del amor cristiano, sin vuelta, sin oropeles, como decía nuestro Dios terrenal, Maradona; “tenemos un gran representante, porque es humano, uno lo puede tocar, lo puede abrazar, yo al otro le tuve que besar el anillo”.
Hay quienes sostienen que Francisco resignificó el rol cristiano ante las juventudes, tal vez, aunque lo cierto es que hizo florecer una militancia cristiana, una inteligencia colectiva capaz de organizarse y movilizarse ante la injusticia, tanta pobreza y la desesperación del hambre y la larga marcha de todas las desdichas humanas en los cuerpos migrantes. «Hagan lío, no se queden encerrados en sí mismos», les pidió a los jóvenes en aquellos encuentros históricos, irrepetibles; «Los jóvenes no son el futuro, son el ahora de Dios». Joder Francisco, cuánta capacidad de unir objetivos, resignificar la fe católica revolcada en viejas camas inquisidoras bajo tutelas de oligarcas inquisidores.
«La fe no es una luz que disipa todas las tinieblas, sino una lámpara que guía nuestros pasos en la noche». Cómo aquella luz de la utopía.
Y, si, murió el papa de los ateos, un cura que representó a los ateos en los valores, a los huérfanos de esperanza, a los católicos exiliados, a los diferentes, en raza, sexo, -«Si una persona es gay y busca al Señor, ¿quién soy yo para juzgarlo?»-ideología, religión. Francisco tuvo táctica y estrategia, «Dios no se cansa de perdonar, somos nosotros los que nos cansamos de pedir perdón». Expuso el tema de la sexualidad; “Ser homosexual no es un delito, es una condición humana”.
Sabía de todas las oposiciones, de las sotanas de castas de oro y rendida al gran capital, por eso repetía que»Prefiero una Iglesia accidentada, herida y manchada por salir a la calle, antes que una Iglesia enferma por encerrarse y aferrarse a sus propias seguridades»
Tuvo claridad intelectual al contextualizar la historia, «Los pobres nos evangelizan porque nos muestran el rostro de Cristo». Repetía que «La peor discriminación que sufren los pobres es la falta de atención espiritual». Insistió con que “toda persona es hijo de Dios, Dios no rechaza a nadie.”
¡Quiero lio en las diócesis, quiero que se salga afuera!, dijo en el Sínodo de los Jóvenes. Los invitó a todos, especialmente a quienes están comprometidos en la pastoral juvenil, a tomar de nuevo en sus manos el Documento Final de 2018. Marcó rumbo y acción al poner la militancia abierta de la fe; «Permanezcan abiertos, como canales por los que la esperanza de Cristo pueda fluir y difundirse en los ambientes donde viven. «Vive Cristo, esperanza nuestra, y Él es la más hermosa juventud de este mundo»
Francisco ha muerto y nos queda la pregunta si el Papa estratega logró adelantarse a la muerte, pudo construir y concebir un movimiento político de liberación puerta adentro del viejo palacio donde habitan las castas en la casa del Señor. Francisco nombró a 120 cardenales, y para elegir a un nuevo Santo Padre se juntan 138. Tal vez Francisco haya logrado instruir una mayoría para una continuidad de su legado. Ya corren las conspiraciones, las representaciones del poder económico para que la fe siga cotizando sobre la obediencia debida de los poderosos.
Decía Francisco que “el mundo de hoy es en su mayoría sordo”, ojalá que en este cónclave vaticano, suene fuerte el grito de libertad, de justicia social del amor que manda al hombre a ser hermano del hombre, compañero de lucha contra toda opresión.
El Papa Francisco repetía, provocaba; ¡Soñar, buscar un horizonte, abrirse a cosas grandes, abrirse y soñar!
Francisco visitó los campos de concentración, contempló las heridas abiertas del Holocausto.
Se encargó de recordar la lección traumática de la historia, cuando el pueblo alemán votó a un Adolfito sin historia. Hay que indagar la historia de quienes vienen a proponernos que lo sigamos, señalaba con habilidad política, en obvia referencia al despreciable sujeto que gobierna la Argentina.
«No dejen que les roben la esperanza», sigue latiendo su mensaje en este tiempo donde se ahoga el porvenir que pide ser liberado por la fe en la unidad cristiana.