El alegato de Cristina Kirchner
Por Omar López
Precisa, clara y potente en su lógica analítica la vicepresidenta desmoronó el encubrimiento político y mediático en la causa en la que se investiga la firma del memorándum de entendimiento entre Argentina e Irán en el marco del expediente por el atentado a la AMIA.
La vicepresidenta sostuvo que la causa del memorándum, es un “disparate judicial, institucional y político” y aseguró que la causa fue reabierta por jueces que se alinearon con el expresidente Mauricio Macri.Cristina expuso con rigor y precisión de antecedentes sobre la maniobra creada para perseguir a su gobierno en una antesala electoral, puso en evidencia la asociación del gobierno de la alianza del gobierno que impulsaba al macrismo con el terrorismo financiero internacional que operó para cargarse con los intereses de la deuda. La vicepresidenta construyó un relato vigoroso y de justeza informativa, exponiendo las fuentes y las operaciones políticas ocultas por un sistema de comunicación hegemónico, que junto a una parte de la corrupción de jueces y fiscales persiguieron a la oposición, a ella y su familia, al tiempo que violaban todo mandato jurídico-constitucional. Cristina dijo al comenzar su exposición, de algo más de una hora, que “Estamos acusados de ser encubridores del más terrible atentado terrorista que sufrió nuestro país. Es un disparate judicial, institucional y político esta acusación”, sostuvo la exmandataria tras señalar que lo único que guio sus decisiones en relación al caso AMIA fue la búsqueda de la verdad. La titular del senado de la Nación señaló que “Un juez que jugaba al tenis con Mauricio Macri no puede ser imparcial ante una causa que me involucra. ¿En serio que quieren hacernos creer que estas causas son legítimas?». Cristina Fernández de Kirchner habló por teleconferencia para el tribunal y para la sociedad, sencilla y aguda explicó el accionar complejo de una alianza de la derecha política, empresarial, de los poderosos fondos buitres y la enmarcó en un espacio geopolítico. En poco más de una hora desenterró la falsa narrativa que encubrió las maniobras persecutorias contra su persona, su gobierno, funcionarios y su alianza política. Al repasar el expediente, se detuvo en el hecho de que la denuncia de Nisman había sido desestimada por inexistencia de delito por el juez federal Daniel Rafecas y que la causa fue reabierta a partir de un fallo que firmaron el 29 de diciembre de 2016 los jueces de la Cámara Federal de Casación Penal Gustavo Hornos y Mariano Borinsky, a quienes vinculó con Macri. A esa altura, su relato abundante de datos precisos desnudó las maniobras de la Mesa Judicial y el poderoso secuestro de la verdad a manos de la maquinaria hegemónica de la comunicación asociada al poder económico. La vicepresidenta se refirió a los hallazgos ocurridos en el último tiempo relacionados con las visitas que ambos jueces de Casación le hicieron a Macri cuando era presidente, tanto en la Quinta de Olivos como en la Casa Rosada. Cristina enumeró con fecha precisa cada encuentro de los magistrados con el ex presidente Macri. Y seguidamente citó; “Esto es como el rey desnudo. Acá hubo alguien que encontró en un informe de ingreso de (los jueces) Hornos y Borinsky, siempre en coincidencia con las causas, tanto a la Casa de Gobierno como en Olivos. También se descubrió que Borinsky fue a la Quinta de Olivos en 15 oportunidades. Iba un poco más seguido que Hornos a la Casa Rosada. Estas visitas habían sido negadas y los informes adulterados”, sostuvo.“ Un juez que jugaba al tenis con Mauricio Macri no puede ser imparcial ante una causa que me involucra. ¿En serio que quieren hacernos creer que estas causas son legítimas? Nunca vi algo así de ilegal, los mismos jueces involucrados. Es un escándalo monumental y los medios concentrados no dicen nada”, afirmó la vicepresidenta. Al desandar los caminos de la denuncia y buscar los motivos que pudieron haber forzado su tramitación, la exmandataria vinculó el caso con la tensión que hubo entre su gobierno con los fondos buitre y enmarcó la denuncia de Nisman en un supuesto intento de aquellos de ejercer presión sobre su presidencia para reclamar el pago de la deuda externa privada.“ El memorándum con Irán no es solo una persecución. Era esto: pagarles lo que querían a los buitres porque después de pagarles a los buitres decían que venía la bonanza. ¡Y pagaron! Lograron sacar el candado para que se pagara. Yo no lo hice. Yo me banqué lo que me banqué y no me doblaron el brazo”, sostuvo. Entonces, Cristina sorprendió al mostrar –desde su despacho en la Cámara de Senadores- una solicitada financiada por la Américan Task Force Argentina (ATFA) y publicada en diarios de Europa en la que aparecía su imagen junto a la del entonces presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, junto a la pregunta, escrita en inglés: “¿Un pacto con el diablo?”. Cristina apuntó a los fondos buitres, detrás de la causa: «Intentaron doblarme la mano y me negué» Recordar que Nisman acusaba a la expresidenta, a su entonces canciller Héctor Timerman, entre otros funcionarios, de haber firmado el memorándum entre Argentina e Irán para el avance de la causa AMIA: según el fallecido fiscal, detrás del tratado que fue aprobado por el Congreso se escondía el interés de restablecer relaciones comerciales con ese país para poder exportarle carnes y granos e importar de allí petróleo. Cristina recordó que el memorándum con Irán nunca fue puesto en vigencia por parte del Estado persa y los extremos denunciados con Nisman en cuanto al comercio internacional no ocurrieron, a punto tal que los especialistas en petróleo aseguraron que Argentina no estaba en condiciones de trabajar con petróleo iraní sin un procesamiento previo. En otro tramo de su exposición, la exmandataria se refirió al trámite del expediente en primera instancia donde fue el juez Claudio Bonadio el que habilitó el tratamiento de una causa melliza a la denuncia de Nisman, cuando avanzó con el caso por supuesta traición a la patria, denunciado por un abogado particular y luego por dos familiares de víctimas del atentado a la AMIA.“ El 29 de noviembre de 2016, (Hornos y Borinsky) resucitan, creo que es bíblico, una causa fenecida y acabada. Al otro día, el presidente Macri en una radio de Mendoza felicita con nombre y apellido a los jueces con un fallo a medida del Gobierno. Bonadio tenía la mesa servida, me pide el desafuero, no lo logra, pero sí logra encarcelar al doctor (Carlos) Zannini, a Luis D’Elia y otros presos. Incomprensiblemente, el doctor Zannini sigue pidiendo explicaciones hoy en día por qué estuvo preso cuatro meses”, sostuvo. El relato de la vicepresidenta iluminó la oscuridad política que habita en muchos juzgados y expuso las verdaderas causas, los intereses económicos y la casi perpetua operación destituyente del poder económico. Un alegato que alcanza a la sociedad y se destina a la militancia democrática para calzarse la armadura en la justa política cultural que es determinante en estos tiempos de tanta muerte de las ideas, de tanto desfile funerario de la comunicación y en particular del desbocado odio liberado por los medio hegemónicos.
55552 comentarios9 veces compartidaMe gustaComentarCompartir