Agencia CHE

«Argentina sangra de inequidad”

El arzobispo porteño García Cuerva definió en el Tedeum la mirada política y social de la Iglesia. Con un severo discurso Cuerva, elevó una crítica descripción de la grave situación social, económica, y ética que vive el país.

La homilía del arzobispo sostuvo la urgente necesidad de llamar al diálogo y a la unidad entre las argentinas y los argentinos. El reclamo del arzobispo fue la contracara del Presidente que, en su ingreso a la catedral negó el saludo a la vicepresidenta Victoria Villarruel, y al Jefe de Gobierno de la ciudad, Jorge Macri.

García Cuerva criticó los discursos de odio, pidió diálogo y encuentro en la diversidad. Pidió soluciones para los jubilados y para quienes sufren marginalidad y exclusión. Sostuvo que “experimentamos que se está muriendo la fraternidad” en la Argentina, “se está muriendo la tolerancia y el respeto; y si se mueren esos valores, se muere un poco el futuro, se mueren las esperanzas de forjar una Argentina unidad, una Patria de hermanos”.

El mensaje evangélico fue elevando su crítico diagnóstico. Una dura sentencia política que impacta en la línea de flotación discursiva del odio que derrama a diario el gobierno nacional.

“Nos mintieron muchas veces y nos hicieron perder las ganas de participar” sostuvo Cuerva al dirigirse a toda la dirigencia política afirmando que “años de promesas incumplidas y estafas electorales nos hicieron perder las ganas de participar, nos hicieron perder el entusiasmo de involucrarnos, hasta de cumplir con el deber ciudadano de ir a votar, porque pensamos: ‘otra vez lo mismo, nada va a cambiar’; sentimientos e ideas que afloran cuando se experimenta que nos mintieron muchas veces”.

“Nuestro país también sangra: tantos hermanos que sufren la marginalidad y la exclusión; tantos adolescentes y jóvenes víctimas del narcotráfico que en algunos barrios es un estado paralelo; tantas personas que están en situación de calle; las familias que sufrieron las inundaciones; las personas con discapacidad; tantas madres que ya no saben qué hacer y cómo evitar que sus hijos caigan en las garras de la droga y el juego; los jubilados que merecen una vida digna, con acceso a los remedios y a la alimentación; herida esta que sigue abierta y sangra hace años, pero que como sociedad tenemos que curarla pronto”, sentenció el arzobispo porteño García Cuerva, que volvió al tema de los jubilados;  “Muchos podrán ser los responsables de esta triste situación, pero la oportunidad que tenemos nosotros de resolverla es hoy, ¿cuántas generaciones más y hasta cuándo deberán reclamar por jubilaciones dignas?”.

Advirtió además que quizás lo que nos falta como pueblo argentino, es “tomarnos de la mano y tirar para adelante reconociendo que el que tengo a mi lado es un hermano, no un enemigo o un ser despreciable a vencer” y al respecto, recordando palabras del escritor Elie Wiesel, Premio Nobel de la Paz y sobreviviente de los campos de exterminio nazis, dijo que “es imprescindible realizar una transfusión de memoria. Porque la memoria no sólo nos permitirá que no se cometan los mismos errores del pasado, sino que nos dará acceso a aquellos logros que ayudaron a nuestro pueblo a superar las encrucijadas históricas que fue encontrando.”.  Pidió además imaginar “el abrazo que nos debemos los argentinos, el abrazo que negamos al que piensa distinto, o al que tiene otras costumbres o modo de vivir, el abrazo que no compartimos con los que sufren, incluso los abrazos que no nos pudimos dar durante la pandemia” para avanzar unidos, como pueblo, más allá de las legítimas diferencias”.

El arzobispo elevó su plegaria ante los funcionarios presente y toda la dirigencia política y empresarias; “Argentina, levántate, ponte de pie, vos podés, basta de arrastrarnos en el barro de las descalificaciones y la violencia, basta de vivir paralizados en el odio y el pasado, basta de estar con la esperanza por el suelo; es hora de ponerse de pie, unidos, no a los empujones en un ‘sálvese quien pueda’, no a costa de los demás, o dejando a muchos al costado del camino de la vida. Es con todos, mirándonos a la cara, porque nuestras decisiones y políticas públicas tienen que tener rostros concretos, historias reales que nos tienen que conmover”.

En tanto el arzobispo Gustavo Carrara, encabezó el Tedeum en La Plata en una línea similar, sosteniendo que “El poder es para servir y no para servirse de los demás”.

El arzobispo pidió trabajar por “un proyecto que ponga en el centro la dignidad de cada persona humana y el bien común”.

En la Catedral de La Plata, ante la presencia de la primera plana del oficialismo bonaerense, Carrara pidió trabajar “un proyecto que ponga en el centro la dignidad de cada persona humana y el bien común y que conciba la economía como la adecuada administración de bien común, evitando endiosar al dinero”.

olopez

Más de 35 años en la comunicación nacional y popular Una propuesta audiovisual en formato de radio y de tele (Mateve/YouTube) Construcción de ideas alternativas en el campo de la batalla cultural Ejercicio de comunicación plural de frente a la unidad en la diversidad Idea y conducción, Omar López. Suscribite a Mate amargo