Viaje de la memoria a la otra historia. La Yakuza del poder económico
Por Omar López
La mayoría pobre de nuestro pueblo no discute política, la padece, y tantea en su común sentido que hay un muy poderoso club de mafiosos que hace encoger a la mismísima Yakuza y sus tres siglos de historia criminal.
Padecen los precios criminales impuestos por la política de la Yakuza empresarial, esos que sabemos son el gran poder; todos los Magnettos (capo mafia de Clarín y sus centenares de diarios, radios, sistemas de desinformación digital en las redes, servicios de inteligencia en asociación ilícita con jueces, alcahuetes y sicarios del sistema judicial para que la única sentencia sea la de sus beneficiosas necesidades, ah, también canales de tele en grande y en chico por todo el país.
La pirámide de los “te hago mierda cuando quiero”; los multimillonarios que tiran la piedra, esconden la mano y la compleja organización que monopoliza mercados, parlamentos, sindicatos, periodistas, sicarios, jueces, industrias culturales, control mediático, políticos…están, tienen mando, y son el terrorismo, el golpe a diario, la muerte misma que brota a la velocidad de la inflación, y del vértigo de pobres, desesperanzados. Con maestría siniestra venden la telenovela del conventillo de la alianza del Frente de Todos, porque se encargan de secuestrar la información central y desnaturalizar el eje de discusión; rumbo nacional, popular, el cómo y el límite para el cuándo sobre la necesidad de armarse para una disputa real por tener el poder y no el chamuyo.
De paso aviso la necesaria nota publicada en Página 12 por Raúl Dellatorre; “Qué pasó con las 11 familias más ricas del país durante la pandemia: quiénes son y cuánto ganaron.”
Sigamos, lo falso se consume y se desecha lo legitimo; esconden el sacrificio cotidiano de las corrientes militantes, de jóvenes y veteranos que cada día se consumen en los barrios inundados de necesidades y bronca creciente, y a su valiente manera discuten las ideas, el ejercicio de pensar, organizar y movilizar para desarmar ese poder mafioso que nos controla y desparrama cada día.
Los malditos son la contra lógica de la mafia, entonces la siniestra es la vicepresidenta, La Cámpora y el emperramiento de Roberto Feletti para pararse de mano frente a los golpistas de los precios, con los aumentos y desabastecimiento.
La lógica de pensar el destino público por sobre el privilegio privado en manos de un puñado de poderosos a los que les importa un carajo el destino de la sociedad, la Patria y la historia se entierra a cada instante en los relatos envenenados. Incluso arrastran a muches comunicadores del corralito mediático de la comunicación democrática, por estos días felices por la reapertura y el valor de volver a la presencialidad en la Feria del Libro, del autor, al lector. Qué lectores, cuántos autores, de qué industria y… aparece de pronto un escritor, periodista que sin media tintas dice lo que nos sucede. Explotaron los sentidos y por suerte superó el consumo circular de una minoría. Porque Guillermo Saccomanno, invitado a inaugurar la Feria del libro reivindicó la memoria crítica. Se atrevió a recorrer ese cuerpo de infinitos surcos de la historia, se metió en la porosidad de los acontecimientos y fue del texto al contexto. Subvierte la noche cultural de la obediencia debida, sobre una feria de libros y la decisión de los organizadores de la Feria de realizar el evento en el predio de La Rural, una institución «que fue instigadora de los golpes militares que asesinaron escritores y destruyeron libros». Valiente mirada a la historia secuestrada, memoria que brota en el combate cultural de nuestras Madres y Abuelas de Plaza de Mayo.
Saccomanno señaló que “la industria del papel es oligopólica, el papel se cotiza en dólares, y aun cotizando en dólares, tiene inflación y ningún tipo de regulación desde el Estado.” Y con valiente lucidez afirmó que “la falta de papel se debe a la menor producción de las dos empresas productoras de papel para hacer libros. Una es Ledesma, propiedad de la familia Blaquier/Arrieta, una de las más ricas del país, apellidos vinculados con la última dictadura en crímenes de lesa humanidad, además de relacionados con la Sociedad Rural, escenario en el que hoy estamos. La otra empresa es Celulosa Argentina. Su directivo es el terrateniente y miembro de la Unión Industrial José Urtubey, conectado con la causa Panamá Papers.”
Y quien escribe recuerda Papel Prensa, el asalto criminal durante el terrorismo empresarial (la misma mafia presente), cuando el titular de la empresa nacional, David Graiver, murió en un “accidente” de aviación en México, en agosto de 1976. Su hermano de David Graiver y la viuda –Lidia Papaleo- quedaron a cargo de las empresas. El 2 de noviembre de 1976. Sufrieron, secuestro y tortura. El CEO de Clarín –en testimonio de Lidia Papaleo- Héctor Magnetto, le dijo que, de negarse a firmar el traspaso accionario, correría peligro su vida y la de su pequeña hija. Días después de efectuado el último trámite del traspaso accionario, a principios de 1977, un grupo de tareas secuestró a la viuda de Graiver, que fue torturada y violada, lo que le provocó secuelas graves; entre ellas, un tumor cerebral a causa de los golpes, por el que fue operada, luego, en la cárcel. La misma suerte corrieron otros miembros de la familia Graiver y allegados al grupo. El criminal Teniente General Jorge Rafael Videla en nombre del Terrorísmo de Estado concedió Papel Prensa a un grupo de empresas, Clarín, 49 por ciento de las acciones, La Nación, Estado nacional, 12 por ciento…el monopolio de la palabra imprensa, del tiraje, del costo de la escritura periodística democrática.
Saccomanno habló del hambre, de los pobres: “No es una novedad que nuestro país ha superado el 40% estadístico de pobreza y que la línea de hambre es impiadosa.” En su introducción a los Hechos del Rey Arturo y sus Nobles Caballeros de Thomas Mallory, John Steimbeck escribió: “Hay muchas personas que olvidan, cuando crecen, lo mucho que les costó aprender a leer. Quizá se trate del mayor esfuerzo emprendido por un ser humano, y debe afrontarlo cuando niño. Un adulto rara vez sale triunfante de esa empresa, la de reducir la experiencia a un orbe de símbolos. Los seres humanos han existido durante mil millares de años, y sólo han aprendido este prodigio en los últimos diez últimos millares de los mil millares”.
Saccomanno nos preguntó: “Corresponde entonces preguntarse si un chico con hambre está en condiciones de realizar esa operación, asimilar conocimiento cuando no ha asimilado alimento.”
Días atrás cambiando pareceres con mi amigo economista, colega Horacio Rovelli, hablando de las ferias municipales, yo recordaba una a la que mi tía María, me llevaba a diario en el viejo Palermo, creo que era en la calle El Salvador. Bueno, ahí se salvaban los menos pobres de los pobres porque en casi todos los barrios estaban esos grandes galpones, eran de una manzana entera o pulmón de manzana. Ahí entraban y te cruzaba el olor a pescado fresco, los tomates y rabanitos, la yerba enbolsada, los carniceros…y María salía con el changuito a tope, se comía, se nutría, no se engañaba a la panza. Era este mismo país, otro estado que fue saqueado, demolido, privatizado, igual que el conocimiento, con la verdad torturada, secuestrada y desaparecida como nuestros treinta mil compañeres. Hoy cruzando la encrucijada con todos sus contrafilos entre los brutales traidores y los oportunistas de manual nos enfrentamos a recuperar el viaje a la memoria, hacer el amor con la historia y tocar todos sus pliegues de esa piel quemada, y descubrir detrás de la quemazón horrible, las palabras, las razones de los que nos precedieron. Como nos enseñan cada día de su rebeldía eterna nuestras Madres y Abuelas, – hoy, a 45 años de la primera ronda, el 30 de abril de 1977- hijos y nietos de desaparecidos, y una gran parte de esa juventud nacida en la virtualidad que no se come el verso de los Magnetto. Por eso hay que entrarle a la razón, y siempre duele salir del corral donde domesticaron nuestra alma. Salir a cielo abierto y cómo hacerlo; empezando por preguntar críticamente tal vez: por qué por ejemplo la Unión de los Trabajadores de la Tierra que siembra y vende a precios recontra populares no está en la mesa mayor del gobierno y es táctica y estrategia para enfrentar a los monopolios. Por qué es más importante la Unión Industrial Argentina y la Sociedad Rural, a la hora de los acuerdos, que las Pymes que generan el 80 por ciento de trabajo genuino en el país. Las prioridades; comunicación para ser un Estado nacional y popular, red de redes, para que el pueblo hable y se escuche, para hacer visible lo invisible, para andar entre las rutinas sociales y contar la realidad que no llega completa al gobierno que sigue apagando el incendio macrista, deuda externa, deuda interna, y toda la legítima discusión política que anida en el FdT. Discusión que debe abrirse y no referenciarse a responder al complejo editorial monopólico del poder real.