Murió Eduardo Jozami, el Turco
Murió ayer, viernes 27 de septiembre a los 84 años. Sus restos serán velados hoy desde las 9 hasta las 14 en la Legislatura porteña.
Se definió como un militante político popular, audaz en la batalla cultural y política. Abogado, profesor universitario, escritor, periodista, activista por los derechos humanos, a mitad de los sesenta fue secretario general del Sindicato de Prensa de Buenos Aires, intervenido por la dictadura militar de milico Juan Carlos Onganía.
Protagonista en las intensas convulsiones de cambios en los años 60 y 70.
Su militancia durante tres años en el Partido Comunista argentino. La revolución cubana, Fidel, CHE, Rodolfo Walsh, sus notas en el diario de la CGT de los Argentinos. A mitad de los años setenta con el fascismo del brujo José López Rega y su criminal Alianza Anticomunista Argentina (AAA), Jozami es secuestrando.
Más tarde el Turco Jozami dirige la revista Confluencia, de la Facultad de Ciencias Sociales de Cuyo. Luego Página 12 lo tuvo como uno de sus principales colaboradores. La desaparición y la tortura no se detendrán sobre su cuerpo y su destino por las cárceles de la dictadura: Villa Devoto, La Plata, Sierra Chica y Caseros, hasta su libertad en septiembre de 1983. Fueron 2922 días secuestrado/detenido/ torturado…y 2922 fue el título de su libro donde el Turco cuenta sobre la oscuridad y las ideas entre las sombras junto a sus compañeros.
El exilio, México, maestría en economía, inventario de fortalezas y debilidades con las ideas corriendo en esa nueva era con la recuperación democrática del Estado de Derecho en 1983, y la publicación del primer libro: Crisis de la dictadura argentina.
Se integró el Movimiento de Renovación Peronista. La comunicación es parte de la batalla; asume la dirección de la revista de política y cultura: Crisis (1987-1989), Informe de Situación (1990), Señales (1991-1993), El Caminante (1995/99) y La Trama (2005).
En la década del ’90, cuando integraba las filas del Frente Grande, del que fue uno de sus fundadores y que a su vez sería la base del Frente País Solidario (FREPASO), asumió cargos legislativos: fue concejal porteño, diputado nacional, convencional constituyente de la ciudad, y en agosto de 2000 asumió como subsecretario de vivienda de la gestión de Aníbal Ibarra en la ciudad.
Hoy nos recuerdan las crónicas periodísticas que durante los gobiernos kirchneristas, además de declarar como testigo en tres juicios por delitos de lesa humanidad, dirigió (desde 2008) el Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti, que funciona en el predio de la ex ESMA. En 2020, con el gobierno del Frente para la Victoria, fue designado al frente de la Dirección de Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario del Ministerio de Defensa, donde estuvo al frente del equipo de profesionales que analizó los archivos militares y aportó pruebas a las causas por los crímenes de la dictadura.
Publicó, entre otros valiosos libros, Ya nada será igual. Argentina después del menemismo (2000), Final sin gloria. Balance del FREPASO y la Alianza (2004), Rodolfo Walsh y su época (2006), Dilemas del peronismo (2009), Rodolfo Walsh, la palabra y la acción (2013) y El futuro del kirchnerismo (2015). A principios de este año concluyó el libro en el que recorre los últimos cuarenta años de democracia, titulado De Alfonsín a Milei, una parábola inquietante (1983-2023), y también prologó Perón y el gremio de prensa.
Fue profesor titular consulto de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA y profesor del Posgrado en Historia de la Universidad de Tres de Febrero. Estaba casado con la periodista Lila Pastoriza, sobreviviente de la ESMA.
