America del Sur

Estados Unidos y la construcción del golpe en Bolivia. Investigación de la CELAG

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Por: Silvina Romano, Tamara Lajtman,
Aníbal García Fernández y Arantxa Tirado
Aunque Evo Morales haya salido victorioso en los comicios del 20 de octubre (por
un margen un poco mayor al 10 por ciento) la oposición declaró inválidos los
resultados y provocó una escalada de violencia para justificar un golpe de Estado
cívico, policial y militar.
Por lo menos desde el 21F los medios de comunicación nacionales y extranjeros
fabricaron matrices de opinión falsas para deslegitimar a Evo y al proceso de
cambio ante la opinión pública. Finalizados los comicios, la oposición rechazó los
resultados, denunció fraude y se negó a participar en la auditoría conducida por
la Organización de Estados Americanos (OEA) a propuesta del Gobierno boliviano,
tras el informe preliminar de la OEA que cuestionaba la imparcialidad de las
elecciones y denunciaba irregularidades en el conteo provisorio de los votos.
Dicho informe contribuyó con un recuento de sufragios que no fue representativo
y con declaraciones de su representante, que contrastaban con otros informes más
completos, como el de CEPR1 o la investigación del profesor de la Universidad de
Michigan y experto electoral, Walter R. Mebane.2
Los comités cívicos (dirigidos por empresarios de ultraderecha) salieron a “calentar”
las calles con grupos de choque, amenazando y golpeando a ciudadanos, sobre
todo indígenas. La Policía Nacional se replegó a los cuarteles exigiendo un alza
salarial. Grupos civiles armados y uniformados amedrentaron a dirigentes del
Movimiento al Socialismo (MAS), ministros y cargos públicos para obligarlos a
renunciar, y prendieron fuego a sus casas, incluso, violentando a sus familias.
Finalmente, el Ejército se volteó y pidió/sugirió la renuncia de Evo. Para evitar el
derramamiento de sangre, él y el vicepresidente, Álvaro García Linera, presentaron
su renuncia.
1 http://cepr.net/images//stories/reports/bolivia-elections-2019-11-spanish.pdf?v=2
2 http://www-personal.umich.edu/~wmebane/Bolivia2019.pdf
EE. UU. y la construcción del golpe en Bolivia
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Bolivia en la geopolítica de EE. UU.
Por detrás de la manufacturación de la idea de “fraude electoral”, hay que
considerar la importancia geopolítica y geoestratégica del territorio boliviano y
los intereses del sector público-privado estadounidense, reflejados en más de un
siglo de intervenciones en el país andino.3 El MAS, gestionando en la dirección de
políticas más soberanas, rompió esta dinámica y provocó la hostilidad de EE. UU.
hacia el Gobierno boliviano.
La disputa por el acceso y apropiación de los recursos naturales puede ser apreciada
en los cables de Wikileaks4 e informes de think tanks estadounidenses en los que
se hace explícita la importancia de determinados recursos bolivianos (en especial,
el litio y el gas) y la necesidad de eliminar los obstáculos para garantizar el acceso
a los mismos. En definitiva, dejan percibir un clima de “guerra por los recursos” en
la que China se dibuja como gran rival.
En un artículo titulado “El papel de Bolivia en la transición energética
amenazado por la incertidumbre del litio”, el Atlantic Council -think tank referente
del establishment imperialista fundado en 1961 en el marco de la Guerra Fríaplantea
que:
“Bolivia tiene un alto potencial para ser crucial en el desarrollo de litio
(…) el mayor inhibidor de la inversión extranjera es la reputación de
Bolivia que tiene un clima de inversión inseguro. Después de asumir
el cargo en 2006, Morales nacionalizó la industria de hidrocarburos
de Bolivia, despojando la propiedad de compañías extranjeras.
Además de los reparos sobre la ideología de Morales, existe su
control sobre el poder: Morales ha lanzado un referéndum público
para permitirle enmendar el límite constitucional del mandato,
declarando su candidatura para las elecciones del próximo año a
pesar de alcanzar el límite de mandato decretado constitucionalmente.
(…) El litio puede convertirse en un problema geopolítico. China ya tiene una
producción nacional significativa y ha comprado una gran parte de la compañía
de litio más grande de Chile, consolidando cierto control sobre el suministro de
litio” [6 de agosto de 2018].5
Por su parte, el Clima de Inversiones de Bolivia 2019, publicado por el
Departamento de Estado de EE. UU. (DoE), menciona que “la falta de seguridad
jurídica, las denuncias de corrupción y los incentivos de inversión poco claros son
impedimentos para la inversión en Bolivia”.6
3 https://cia.bo/libros-siglo-intervencion-eeuu-en-bolivia/
4 https://wikileaks.org/plusd/cables/09LAPAZ1599_a.html
5 https://www.atlanticcouncil.org/commentary/energysource-explains-bolivia-s-role-in-energytransition-
threatened-by-lithium-uncertainty/
6 https://www.state.gov/reports/2019-investment-climate-statements/bolivia/
EE. UU. y la construcción del golpe en Bolivia
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Más de un año antes de las elecciones, Stratfor (consultora que realiza
investigaciones de inteligencia para el Gobierno estadounidense) plantea, en
una serie de informes, un escenario posible (¿deseado? ¿buscado?) de disturbio,
inestabilidad y posibles sanciones de EE. UU. frente a una victoria de Evo Morales:

  • “Las elecciones de 2019 serán el momento clave para la inestabilidad política en
    Bolivia (…) Una elección muy disputada, en donde proliferen las acusaciones de
    fraude electoral, podría prender la llama en una escena política interna ya tensa. Las
    manifestaciones se extenderían, particularmente en provincias orientales como Santa
    Cruz, centro de la oposición política boliviana. (…) Esa situación podría provocar un
    breve período de confrontación política posiblemente violenta en todo el país” [3 de
    enero de 2018].7
  • “La amenaza de la nacionalización y la fuerte intervención estatal permanecerán
    siempre presentes si Morales logra la reelección, una perspectiva que podría
    desalentar a los inversores extranjeros interesados en las reservas de litio del país”
    [15 de junio de 2018].8
  • “Una ola prolongada de protestas también traería consigo riesgos políticos para el
    gobierno de Morales. (…) sofocar violentamente las protestas postelectorales correría
    el riesgo de atraer la atención negativa de los Estados Unidos en forma de sanciones
    selectivas.
    Las sanciones pueden hacer poco para revertir un resultado electoral, pero podrían
    amenazar las finanzas de los funcionarios del gobierno boliviano y pueden influir en
    su voluntad de buscar otro mandato en el poder.” [20 de septiembre de 2018].9
    EE. UU. y la postura oficial: antes de las elecciones y después del golpe
    Desde 2017, diversos comunicados oficiales, declaraciones de autoridades
    del Gobierno y proyectos de ley dan cuenta de la incidencia del Gobierno
    estadounidense de cara a las elecciones presidenciales en Bolivia.

Texto completo en:
https://www.celag.org/wp-content/uploads/2019/11/ee-uu-y-la-construccion-del-golpe-en-bolivia-1.pdf

olopez

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