Cuestión de Fondo
Son 24 los miembros del directorio del FMI con voz, voto y EE. UU. con las naciones aliadas son punto y banca; más del 50 por ciento de la fuerza de decisión política.
El poder en la conducción política del organismo va más allá del porcentaje “de acciones” que tiene cada nación; EE.UU. (con una cuota de 16,5 %), Japón (6,14 %), China (6,08 %), Alemania (5,31 %), Francia (4,03 %), Reino Unido (4,03 %) y Arabia Saudita (2,1 %) son los únicos países que eligen su propio director ejecutivo, mientras que los 16 directores ejecutivos restantes son elegidos por bloques de países.
A su vez, muchos de estos bloques son liderados por países europeos afines a EE. UU. que garantizan un voto favorable a sus intereses. Por ejemplo, Bélgica, Países Bajos y Luxemburgo garantizan el voto de un director ejecutivo de un grupo que tiene un poder de voto equivalente al 5,46 %, España el de un grupo con 4,53 %, Singapur 4,2 %, Italia 4,13 %, Corea y Australia 3,78 %, Canadá 3,37 %, Noruega 3,28 %.
La pulseada para la fijación de política en el Fondo no es una novedad, aunque el presente muestra la relación entre la crisis económica internacional y la compleja situación geopolítica que abarca al mundo.
A continuación, para comprender mejor la compleja trama del poder adjuntamos el trabajo publicado por la Celag, titulado Kristalina Georgieva y el FMI, cuyos autores son Guillermo Oglietti, Rafael Britto Londoño y Silvina Romano.