Bolsonaro: El golpe del golpe

Por Mate amargo

1- Bolsonaro y la alianza que sostiene el poder jugó todas las piezas posibles con la intención de detener el mayoritario deseo popular de destituir y llevar a juicio al presidente.2- Comprobar cuánto puede movilizar la fuerza propia hacia dentro de la estructura de la alianza ultraderechista, las fuerzas armadas, los grupos del poder económico y en la sociedad.3- Se trata de impedir la acción del Supremo Tribunal Federal –uno de sus miembros está amenazado de muerte- y que el parlamento inicie el juicio de destitución de Bolsonaro. Las pruebas por corrupción, abuso de poder, incapacidad y una investigación sobre una «organización delictiva» que divulga fake news desde el «gabinete del odio», el cual que funcionaría en el propio Palacio del Planalto, similar a lo realizado por Mauricio Macri, están comprobadas.4- El golpismo bolsonarista inició el despliegue de la ocupación en los nervios sensibles del poder judicial, parlamentario, sindical y mediático. El plan es tan audaz como demencial, preanuncia una crisis social que bordearía un escenario de violencia incalculable.5- La movilización no fue lo esperado por Bolsonaro. Algunos periódicos brasileros sostienen que la concentración alcanzó el 5 por ciento de lo esperado.6- Los pedidos de juicio político a Bolsonaro siguen llegando; ahora el PSDB que lidera el histórico Fernando Henrique Cardoso.7- La oposición no abandona la movilización y ayer 7 de septiembre, Día del Grito de los Excluídos, hubo movilizaciones importantes en 17 capitales y 47 ciudades del país.8- Los aliados que sostienen a Bolsonaro, con el poder militar incluso, -el vicepresidente, general Hamilton Mourao, no acompañó a Bolsonaro – discuten cuánto aumentó su fragilidad política la provocación golpista del día de ayer. La relación de fuerza del poder de la ultraderecha se rompe.9- Bolsonaro dijo que sólo Dios lo saca del gobierno. Según parece, ayer Dios le dio la espalda.10- Lo que sigue es ver cuánta capacidad de articulación – acción política logra organizar el arco opositor, garantizando un proceso electoral y el resguardo institucional, una tarea que no puede quedar aislada de un plan regional y con movilización de las organizaciones políticas, sociales, culturales, estudiantiles y gremiales.