Los crímenes globales epidémicos de las derechas
Por Omar López
Los crímenes epidémicos y globales de las derechas enfrentan despertares en los pueblos; resistencias cruzadas de clases sociales ocupando un mismo espacio callejero y en las torrentadas de los diálogos rutinarios donde se igualan sentimientos y emparejan sus dolores.
La razón dominante pierde justificación ante. la verdad que brota en la sangre de todos sus genocidios. En Gaza, exterminio inacabable al pueblo palestino.
La nueva “condición humana” del capitalismo bélico; migrantes, desterrados, identidades, familias, historias, memorias y patria arrasada, vendida y ocupada.
La epidemia de mentiras y falsos predicadores son forcejeadas por multitudes que regresan a la calle con otras palabras; lo viejo que sirve, la construcción de una memoria para no morir en los campos de concentración de la ignorancia y en todas las evidencias de quebrantos juveniles y veteranos.
La peste desbocada desde la prehistoria de la santa inquisición que en el nombre de un ser superior aniquilaba todo otro derecho a pensar, a expresar una ideología, a ocupar su verdad en la escucha humana.
El fascismo reencarnado en diversas mascaradas de ultraderecha mafiosa y genocida disfraza su modernidad en las hogueras nucleares, el exterminio en la timba del Dios mercado.
La producción de líderes envasados en sus laboratorios mediáticos, bestiales, crueles, desquiciados, sostenidos por la más vieja producción del engaño y la desinformación.
Un ejército de su industria mediática y global, poseedora de toda la riqueza, inteligencia humana manipulando la otra, la artificial, desmembrando valores; con su algoritmo combatiendo el pensamiento crítico que permite descubrir por ejemplo el cuento del déficit fiscal, por encima del déficit primarios del pueblo. Deuda interna y correr todas las tapaderas que ocultan dónde está la plata de todos los endeudamientos.
Los dolores estallados en todas las pérdidas; alimentación, salud, niñez, vejez, educación, agua, luz, comunicación, transporte, vivienda, derecho al trabajo, al ascenso económico, la evidencia entre generaciones de que el futuro agoniza.
Los medios hegemónicos arman y desarman la comprensión entre sus intereses y la realidad que ocultan. En la vocería virtual recuadran que la Argentina se asomó al vacío y no cayó gracias al tío Trump. Argentina con toda su mayoría adentro, del vacío paso a clavarse en el quinto subsuelo del infierno.
A esta derecha criminal se le angosta el camino; el, sábado 27, los familiares de Brenda Del Castillo, Morena Verdi, y Lara Gutiérrez tomaron las calles exigiendo justicia por el triple femicidio.
Miles de mujeres movilizadas marcharon junto a los familiares, escoltados por organizaciones de base del barrio de Flores. Se registraron más de 30 movilizaciones actos en todo el país.
La represora Patricia Bullrich ordenó reprimir la movilización como cada miércoles castiga a los jubilados, en tanto, premeditadamente desarma los controles fronterizos y no interviene en el seguimiento de las organizaciones narco que avanzan en los barrios donde el Estado está ausente y la cooptación de jóvenes crece exponencialmente. Es el mismo estado desertor denunciado por recibir aportes de campaña del narcotráfico.
La justicia estadounidense comprobó que vincula al diputado y candidato de La Libertad Avanza (LLA), José Luis Espert, con Alfredo “Fred” Machado, ciudadano argentino con pedido de extradición en una causa en la que se lo investiga por los posibles delitos de narcotráfico y fraude. Según peritos contables del Estado de Texas, el 1 de febrero de 2020 Espert recibió un giro por 200 mil dólares proveniente de un fideicomiso que Machado compartía con Debora Lynn Mercer-Erwin, actualmente detenida y condenada a 16 años de prisión por narcotráfico, lavado de dinero y fraude. Las cifras que se van confirmando alcanzan millones de dólares y descubren enriquecimiento ilícito del candidato que Espert y la trama investiga que va confirmando evidencias alcanzan al mismo presidente.
Los crímenes epidémicos y globales de las derechas enfrentan despertares en los pueblos; resistencias cruzadas de clases sociales ocupando un mismo espacio callejero y en las torrentadas de los diálogos rutinarios donde se igualan sentimientos y emparejan sus dolores.
La derecha en su laberinto y los malestares y tragedias populares identificados en tanto dolor, abrochados en la intuición de su defensa colectiva. Es la gran batalla política donde florecen las espinas de una sociedad frente a la disyuntiva de ser martillo o yunque, patria o colonia, sumisión y muerte o vida en una democracia plena de madurez político y una justicia dispuesta a juzgar al poder real. Eso no llega por arte de magia, se construye con la comprensión política de organizar todos los sentidos de la unidad basados en una autodefensa colectiva, con tanto amor y coraje por la vida digna.
