“gripezinha”
Por Mate amargo
La “gripezinha” ya alcanzó 600 mil muertes en Brasil, que ayer pobló las calles para reclamar “Vacuna en el brazo y comida en el plato”. Los actos en centenares de ciudades, elevaron el reclamo de “Fuera Bolsonaro”. El espanto y el pulso político brasilero acelera su ritmo a paso redoblado por las calles de San Pablo, Brasilia, Río de Janeiro, con grandes concentraciones que se replicaron en el país. La tragedia sanitaria que Bolsonaro pretende disimular con la Copa América, desmorona la alianza de ultraderecha con escolta militar.
Lula da Silva señaló que tanto mal se llama genocidio, al convocar a los movimientos sociales movilizados para que termine el gobierno criminal de Bolsonaro y que se impida el recambio golpista para sostener el timón totalitario.
Las movilizaciones contra el gobierno de Bolsonaro muestran el crecimiento opositor cuya figura central es Lula, y tiene la imperiosa necesidad de articular su fuerza y organización para pulsear con la ultraderecha facha que busca conservar el poder asestando un golpe a la conducción política actual. Se juegan construcciones urgentes en medio de tanta muerte, extrema violencia de los grupos parapoliciales, tanta hambre y violencia. Aún las fuerzas democráticas en su dirección política no lograron recomponerse, incluso regresar al país.
La capacidad de movilización y búsqueda de síntesis social ante el gobierno genocida mostró la potencialidad política; obreros, sindicatos, militancia, movimiento indígena, Partido de los Trabajadores, del Partido Socialismo y Libertad, del Partido Comunista, los Trabajadores Rurales Sin Tierra, estudiantes, artistas, LGBT, el pueblo sumado espontáneamente, entre muchas otras expresiones que se siguen entramando, afianzando en la solidaria inteligencia de la fortaleza táctica para disputar la recuperación democrática.
