Cuentas y cuentos
Por Mate
No se trata solo de la deuda infinita heredada del gobierno de Macri. No solo de cómo se fugaron esa descomunal deuda…
El dinerillo en dólar depositado por “los argentinos” que habitan nuestro suelo sería superior a los 400.000 millones de dólares. Poco más y es un PBI nacional. La data es del equipo de investigación de fuga del INDEC. Y lo contrabandeado al exterior asciende a 415.000 millones de dólares al 30 de septiembre de 2022.
Ahora se intenta que el gobierno de los EE.UU. abran el cofre secreto de la información y señale quiénes son los depositantes. Ni hablar de la deuda: Al término del tercer trimestre, la deuda externa bruta se ubicó en 271.776 millones de dólares, 4.002 millones de dólares por debajo de los 275.778 millones de dólares de igual período de 2021. El 66 por ciento de la deuda externa está nominada en dólares.
Es un tema que no está en boca de la brigadista lista de candidatos de la oposición. Sucede que son parte de un negocio criminal. Endeudar al país en dólares, hacer sus negocios privados, fugarlos al exterior y que la deuda la pague el pueblo, a través de un Estado secuestrado por el poder político económico real. Hasta el presente esta es la historia, en brutal síntesi.
No son los únicos negocios y la política; de muestra vale un recorrido por las relaciones entre Lousteau y Larreta en la Ciudad de Buenos Aires que están signadas en votar negociados inmobiliarios en la Legislatura porteña: durante los años que Lousteau ocupó el cargo de legislador porteño, aportó para avalar la privatización de la costanera porteña y la especulación inmobiliaria en las villas de la ciudad. Los negocios inmobiliarios apalancados en el viejo relato de una ciudad linda, verde y limpia fueron a contrafilo del vaciamiento de áreas de salud, vivienda y educación –por citar algunos ejemplos sociales estratégicos- exponen intereses mafiosos y la agonía política de un radicalismo transformado al servilismo de una derecha cuatrera con máscara de buen progre cansado de tanto populismo. Ni hablar del maldito kirchnerismo que en campaña Larreta and Cía prometen “exterminar”. A diario inyecta más odio; el marido de Pampita hizo subió una publicidad electoral dinamitando el Ministerio de Acción Social, sitio donde los piquetes oscurecen la ciudad luz.
La marcha del odio los une en el Fondo, proponen más presupuesto para cagar a palos a los piqueteros, así como Larreta Lousteau y el marido de Pampita proponen terminar con la cultura del piquete. Represión a medida antes de enterarnos cómo se llegó a esa “cultura del piquete”, dónde están las causas de ese movimiento social que no nació de ningún repollo, más bien de la desigualdad profunda, de la injusta distribución de la riqueza. Vieja derecha que viene reprimiendo, desapareciendo y matando todo lo que no entra en su cofre pirata.
