Pocas noticias de la realidad

Por Mate

fuera del relato

Al Fondo a la derecha la peste

Sobre el ripio informativo de la cadena nacional, del brazo armado mediático del poder económico real, el relato opositor pega sin pausa, sin anestesia, anuncios de liquidación del Estado y soluciones mágicas, tanto que linda con la poda de toda inteligencia.

Por la escasa prensa llamada plural, democrática, en sus variantes se concentra una narrativa con eje en el candidato Massa y su crucial batalla por bajar la inflación y cambiar el rumbo de la deuda impagable que mata sin vueltas y desata más pobreza a cada minuto.

Resulta increíble esta altura, rescatando algunos candidatos jugados en el oscuro descontento social, se destaque una narrativa sobre la negociación con el FMI y los mensajes al poder real y poco, casi nada sobre la más profunda preocupación que padecen las víctimas del remarcado salvaje de los precios, de irrisorios haberes de jubilados. Parece que pocos se atreven a entrar a un almacén y comprobar que es imposible subsistir.

Pocas noticias de la realidad, esa que muchos medios construyen y pocos le entran a su médula.

Mucho para comprender en ese viaje al Fondo a la derecha donde la peste nos arrasa.

Cuánto cambia el escenario para el oficialismo si aparecen señales concretas del gobierno; frenar los aumentos de todos los precios. Detener la criminal operación con el dólar que arrastra todos los precios.

En notable la pérdida del poder adquisitivo del día a día. Sólo hay que ir al almacén, al chino, la carnicería, la farmacia, etc. Es el tema que debería estar de lleno en la campaña de UP con medidas de Estado presente, con carácter, determinación, jugando temerariamente de frente a saqueo que sufre el pueblo. Es el discurso que no aparece y permite que la derecha asaltante se aproveche de un estado de enojo y hartazgo más que comprensible.

Hay que bajar al barrio donde hace rato dejo de amanecer, ver, disponer la escucha, sentir el sufrimiento y todas las violencias que descarga cada día. Es el bolsillo sin fondo.

Abunda en la comunicación progre un contagioso ejercicio de informar sobre tanta inseguridad al galope, la pantalla parece anclada en esa lógica y es notable la ausencia de coraje periodístico para entrarle a la inseguridad estructural que ha forjado el poder real, ese que acumula todas las riquezas con su robo cotidiano. Cómo funciona el saqueo que maneja un frente minúsculo de poderosos grupos económicos, cómo se arman a diario el maquillaje de tanto bandido que ahora viene disfrazado de pre candidato a prometer un país que se salva con un colchón de dólares que promete la gran vida. ¿La vida de quién? Y aún les funciona porque los encantadores de serpientes mediáticos lo saben hacer. Qué el pisoteado mire con simpatía a un energúmeno como Miley, a tanto engaño vestido de candidato. Casualmente los mismos que ya te quitaron todo, los mismos que privatizaron todo lo rentable de un Estado.