Agencia CHE

¿Qué festejan?

Por Omar López

La ultra derecha apocalíptica festeja su triunfo en CABA; 16 de cada cien votaron al Adorno de Milei, y con notable mayoría de porteños en un exilio político que nos canta que 47 de cada cien eligieron no ir a votar. Dramático ausentismo que grita su enojo con la oposición política que sienten lejos de sus necesidades. La deserción votante amplió el margen hacia la derecha y tajeo más la tajeada democracia.

Certidumbre después de la urna: Maurizio reposa sobre la lápida del PRO, no aparece nuevo liderazgo y los retazos partidarios ya partieron a LLA.

Más allá del desequilibrado relato triunfalista del presidente, el poder real, vuelve a revisar su mesa de operaciones donde se mueven los liderazgos de su real política.

Mientras tanto el gobierno agita las fuerzas del cielo que no son otra cosa que el uso poderoso del Estado volcado económica y comunicacionalmente a respaldar a un candidato sin una sola propuesta para los porteños. Los falsos libertarios ya venden su liderazgo de derecha.  Ahora se disponen a jugar su rabiosa campaña antiperonista en la Provincia de Buenos Aires, territorio madre de todas las batallas políticas.

Habrá que ver la significación de la respuesta del movimiento popular con su centro peronista –kirchnerista. Cuál es la lógica política capaz de superar la parálisis de unidad y recomponer la presencial discusión política que late donde las necesidades reclaman derechos.

El análisis político reclama razones: la gran campaña de Leandro Santoro, no alcanzó.

Santoro, único caminante de los barrios, con protesta, propuesta, frentismo fue cascoteado desde vereditas del rejuntado peronismo donde sangra la ancianidad doctrinaria, y la ausencia del kirchnerismo en la campaña.  

El gobierno avanza empuñando su economía demoledora de todo bienestar social, tentado a un mayor autoritarismo, escalará la represión a la protesta, el desarme social, sindical y territorial donde el hambre arrasa y los interrogantes se alzan como perros rabiosos; cómo resolver la ausencia de la comprensión de los problemas, la organización para resolverlos en esos barrios de lata y barro que no visualizaron a Leandro Santoro, a la necesidad de unirse, y no fueron a votar.

El gobierno no se detendrá en el desarme de una Patria con grandes bastiones ciudadanos ausentes de la política; triunfo cultural a medias, pero triunfo duro de las clases dominantes y de las claudicaciones de parte de las principales dirigencias populares, migrando de sus necesarias actualizaciones a la hora de pasar de la denuncia al protagonismo político frentista. Reconocer la indiferencia política es una emergencia de carácter histórica, tanto como nadar en las profundidades de todos los errores que conducen al presente. No es cuestión de refundar la democracia por decreto partidario, tal vez sea necesario volver a parir la libertad de comprender de qué se trata esto de unir los dolores y empuñar la comprensión de que nadie se salva solo, y menos sin entender que no se puede avanzar en las luchas populares fingiendo que se combate a este capitalismo criminal, siendo funcional, desarmando la unidad necesaria, persiguiendo a legítimos luchadores populares porque no están encuadrados en la vieja doctrina justicialista. La única doctrina es acudir como la sangre a la herida del pueblo vencido y desarmado.

olopez

Más de 35 años en la comunicación nacional y popular Una propuesta audiovisual en formato de radio y de tele (Mateve/YouTube) Construcción de ideas alternativas en el campo de la batalla cultural Ejercicio de comunicación plural de frente a la unidad en la diversidad Idea y conducción, Omar López. Suscribite a Mate amargo