El terrorismo de Estado de LLA
Por Omar López
El gobierno es la casta represora y criminal frente a un pueblo ahogado por la pobreza y el hambre imparable. Asistimos a un Estado terrorista que teme al pueblo movilizado cuando se desmorona notablemente. La mercenaria de Patricia Bullrich, está a un escalón de superar a criminales como José López Rega, el brujo, creador de la AAA, alianza anticomunista y los comandos que perseguían, secuestraban y mataban a dirigentes sociales, comunistas, peronistas, militantes cristianos, socialistas, sindicalistas combativos, llamados “enemigos del pueblo”.
Bullrich, es una vieja criminal embriagada en sangre del pueblo. No es novedad toda su hijaputez de quién participó de gobierno antipopulares y represores, y ella misma tiene sobre esos hombros sicarios las muertes del argentinazo del 19 y 20 de diciembre de 2001.
Los servicios de siempre que nunca se jubilan y esas nuevas generaciones de represores uniformados tenían el libreto marcado.
Los cortes de calles para impedir el avance de los hinchas de fútbol (NO BARRAS BRAVAS, COMO MIENTE CLARIN…) y las fuerzas solidarias de una sociedad que comienza a rebelarse, solidaria con el coraje y la dignidad de los jubilados.
Los tiempos de la represión, cómo escalar el acto terrorista, todo bien calculado con los servicios de civil que experimentados militantes y cronistas vieron prepararse. Plantar un arma, provocar rompiendo una cabeza de una anciana, para alzar todas las broncas y encender el desmadre. Autos policiales “abandonados” y luego volcados y prendido fuego, camioncitos hidrantes de cagones encerrados en los blindados escupiendo chorros de agua, gritando por megáfono, “tomen zurdos de mierda”…
Y en tanto brotaban los cacerolazos en la noche de sangre y gases. Muchedumbres a paso redoblado marchando en las barriadas y lanzadas anoche pasadas das 22 para pararse ante la casa de gobierno, pidiendo que el alien presidente te pire.
En medio de tanto crimen, con la agonía del compañero fotoperiodista Pablo Grillo, fusilado en la cabeza con una carga de gas, la jueza Carina Andrade ordenaba liberar a los 114 detenidos, argumentando que “se encuentra en juego el derecho constitucional del derecho a la protesta”.
Aún quedan jueces apegados a la Constitución Nacional, al Estado de Derecho y en resguardo de la Condición Humana que este gobierno fascista, demencial y criminal parece seguir desconociendo.
