El ferrocidio de Milei
Por Omar López
La demolición del Estado, la transferencia de la riqueza y los recursos estratégicos de la Nación al poder económico dominante no detienen su marcha. El presidente, cuestionado por su salud mental conserva un determinismo implacable a la hora de entregar la soberanía nacional.
La ultraderecha gobernante ahora anuncia la privatización del Belgrano Cargas, red ferroviaria de transporte de granos y otros productos de exportación, determinante en la traza productiva de nuestro noroeste argentino con terminales portuarias.
A dos meses del anuncio gubernamental de que el Belgrano Cargas había logrado equilibrio financiero, ahora se dicta el argumento de que “»El año pasado el Estado puso U$S112 millones en esta empresa, dinero que salió de cada uno de nosotros, todos los argentinos», dijo el vocero Adorno.
Retomando los caminos del entonces presidente Carlos Menem; “Ramal que para, ramal que cierra”, Javier Milei ordenó al por ahora secretario de Empresas y Sociedades del Estado, Diego Chaher, para que titule el nuevo ferrocidio: «Todo lo que se pueda privatizar, se va a privatizar».
La línea argumental para transferir un negocio estratégico es una vieja receta que Milei ama y utiliza con total impunidad. Revolean datos falsos.
La historia de liquidar los bienes del Estado Nación, que le pertenecen al pueblo argentino viene de lejos.
En noviembre de 1961 los ferroviarios se declaraban en huelga contra el Plan Larkin en materia ferroviaria. Larkin era el enviado del FMI para “asesorar” al gobierno del presidente Arturo Frondizi, con un plan de desguace ferroviario reclamado por los intereses dominantes extranjeros en nuestro país, ante una de las graves crisis del capitalismo de entonces. La huelga duró 42 días.
El plan – detalla Juan Carlos Cena, en su libro Ferrocidio- se fue ejecutando bajo distintos nombres, dictaduras y gobiernos “democráticos”, en el periodo (1966-73 y 1976-83) y por los planes económicos tutelados por el FMI. La empresa es mutilada, recorta servicios y personal.
De los 212.000 trabajadores ferroviarios que participaron en la gran huelga de 1961, hacia 1990 quedaban 94.800. Se cerraron ramales, desmantelaron talleres ferroviarios, se inutilizaban motores, locomotoras, vagones, sistema de señalización, mantenimiento de vías…
Los interesados en apropiarse del millonario negocio del Belgrano Cargas, son los mismos poderosos empresarios que desde mediados del siglo pasado se aprovecharon de nuestros ferrocarriles. Son viejos conocidos; Matarfer, Grandes Motores Diesel, Techint, Sade, General Motors, y sigue la lista.
A mediados de 1987 los ferroviarios conocían el denominado Informe Madanes –miembro de Fate-Aluar – realizado para la dirección de empresas del Estado del gobierno de Raúl Alfonsín.
Cierre de ramales, privatización de los corredores de alta rentabilidad, servicios de cargas y pasajeros urbanos, cierre de talleres y disminución del parque de locomotoras y vagones, cesantías para 30 mil empleados.
Los trabajadores ferroviarios comienzan otra lucha en reemplazo al plan que a esa altura implementaría el ministro de Obras Públicas, Rodolfo Terragno, y estaba a la medida de las exigencias de Techint, Loma Negra, Somac, SADE, Román, Castellone, City Bank, entre otros.
La entrega no cesa –ya se había descuartizado la línea naviera orgullo argentino, (ELMA) y la lucha tampoco. Corría 1991 y una enorme huelga se extiende por 45 días. Recordar que era tiempo de privatizar hasta las joyas de la abuela, Entel, empresa nacional de telefonía, liquidación a cargo de María Julia Alsogaray.
La burocracia sindical siempre colaboracionista sepultaba el ejercicio democrático de los trabajadores en defensa de los intereses nacionales. Así –lo documenta Cena en su libro Ferrocidio- “cuando los burócratas sindicales llevan a vía muerta la gran segunda huelga contra el plan Menem – Cavallo (5/9/92)”.
Trenes Argentinos Cargas (TAC), también conocida Belgrano Cargas y Logística SA», opera 7.600 kilómetros de vías que serán privatizadas.
La privatización que busca los patrones de Milei llega cuando pasaron más de diez años de administración estatal bajo la firma Trenes Argentinos Cargas, que realizó significativas inversiones en la infraestructura ferroviaria, incluyendo la incorporación de nuevo material rodante y la reparación de tramos clave. Entre 2016 y 2023, se modernizaron 900 kilómetros de vías en provincias como Salta, Tucumán y Chaco, además de sumar nuevas locomotoras y vagones adquiridos a China.
El diario Ámbito Financiero destaca en la edición del 24/10 que “el gran interrogante se impone sobre la histórica relacion del Belgrano Cargas con empresas chinas. El proyecto de inversión forma parte de los acuerdos alcanzados con China que suman financiamiento por USD 14 mil millones bajo el mecanismo del Diálogo Estratégico para la Cooperación y Coordinación Económica (DECCE) y un segundo paquete de USD 9.700 millones en el marco de adhesión a la Iniciativa de la Franja y la Ruta de la Seda”. Sin duda que el movimiento diplomático de China aún no está visible, pero se inscribe en la geopolítica regional de nuestro sur continental.
