Agencia CHE

El criminal acusa a la víctima

Por Omar López

El desmoronamiento político, económico del gobierno es una evidencia irrefutable, tanto como los desgarros sociales irreversibles que provoca en el pueblo en su conjunto; los más humildes, nuestros niños, los queridos viejos, la patria de remate, secuestrada por un mafioso poder económico real que lo instaló mediáticamente, lo subió al poder, ocupa el Estado para sus negocios y ahora comienza su hundimiento.

Es el comienzo de un final y consecuencias imprevisibles que otra vez terminará pagando el pueblo con su cuerpo y su destino desaparecido.

Acorralado por su participación y responsabilidad en la planificación en la estafa con la criptomoneda $Libra. Las pruebas e investigaciones en curso, en juzgados de EE.UU. la investigación del FBI y la catarata de denuncias en la sonámbula justicia argentina son sentencias anticipadas con una estafa piramidal que no reconoce antecedente con otro jefe de estado en el mundo.

En medio del criptogate, Javier Milei salió otra vez a provocar; habla de intervenir la provincia de Buenos Aires ante el crimen de la pequeña Kim Gómez en La Plata.

El enmascarado libertario provoca a un día de lanzar su diatriba en la apertura del nuevo ciclo parlamentario. La derecha facha cabalga sin cabeza sin oposición que lo pare. A esta altura la responsabilidad de una parte notoria del peronismo da certeza de complicidad.

El gobierno de la provincia de Buenos Aires es la contra parte más potente de la derecha facha que hoy despedaza a la Nación. Kicillof encabeza un gobierno democrático, popular, atacado políticamente, bloqueado en lo económico y operado por operaciones mafiosas de inteligencia con la intervención de mafias policiales, de transas y sicarios, con la oscura intervención narco. No es novedad en la Provincia determinante del destino político democrático nacional.

Asistimos a la guerra más violenta de la desinformación, y del crimen para borrar al opositor, mientras Kicillof es abandonado cuando no sistemáticamente clausurado por “el fuego amigo”.

El 6 de febrero el gobernador bonaerense volvió a reclamar los fondos de seguridad y le respondió a Javier Milei: “El Gobierno nacional es responsable del narcotráfico”, (INFOBAE).

En dicha oportunidad Kicillof sostuvo que “Si Milei quiere colaborar, que devuelva la plata de seguridad que le robó a la provincia. 700 mil millones de pesos. Son 10.000 patrulleros”.

 “Con esto no quiero quitarme responsabilidades, solo afirmo que nosotros sí trabajamos seriamente en la materia con los recursos disponibles”, añadió el gobernador.

El Gobernador remarcó: “Cuando ocurrió el Pacto de Mayo invité al Presidente a trabajar en una agenda conjunta y repetí la invitación el 31 de enero: ahora, por tercera vez, invito al Presidente de la Nación a trabajar con seriedad con nuestros equipos de seguridad, para mejorarle la vida a nuestro pueblo”. “Tengo una responsabilidad sobre 17 millones de bonaerenses, la asumo, y espero que el Presidente haga lo mismo”, concluyó.

Cualquiera que se disponga a caminar el conurbano advierte el implacable deterioro de las clases populares, el desmembramiento social, la creciente violencia juvenil, los robos de muy pobres a otros pobres, el notable aumento de “los transas” de la merca en las barriadas, con sus motos petardeando entre las 23 y 2 de la madrugada. Es comprobable y llamativa la borrada policial. Desde que los cordones narcos en la provincia comenzaron a bancar comedores, a auxiliar merenderos. Cuánto tiene que ver cada intendencia en el manejo de la realidad y conducir con la información para intervenir en el territorio. Sucede que muchos intendentes autoproclamados peronistas de Perón no son otra cosa que colaboracionistas del régimen, socios del terrorismo de estado, coptados por los nuevos punteros narcos. Al pan pan y al vino vino.

La descomposición política del gobierno es notable, tanto como la vieja escolta de las ultra derechas entreguistas; la CGT en el podio, con los gerontes burócratas, antes cómplices del terrorismo de Estado, ahora cómplices de fin de Estado, de la Justicia, de la extinción del Estado de derecho y la desarticulación de todos los frentes de lucha de la clase trabajadora.

Dejamos fuera los que luchan, los que siguen estando contra marea, los históricos herederos del mejor sindicalismo combativo.

El gobierno está ahogado y sin mucho margen político y apura un golpe de estado en la Provincia de Buenos Aires. Cuánto tardará la respuesta del movimiento político, del peronismo dispuesto a enfrentar a este gobierno desquiciado. Sólo se trata de seguir asistiendo en la primera fila y comentar la peor semana económica desde que asumió el Alien presidencial.

Quién llama a movilizar todas las ideas de autodefensa popular, a organizar tanta fuerza dispersa y encabezar tamaño descontento social. Asistimos a la peor parálisis del movimiento democrático organizado y la salida no está en las redes, la solución sigue estando en los cuerpos, las marchas, la resistencia que ya no permite más exilio.

Javier Milei rechazó la invitación de Axel Kicillof para trabajar juntos por la seguridad y provocó con otro título: negándose a trabajar con prodelincuentes. Así el zafarrancho mientras el poder económico cruza mensajes con líderes políticos, pensando en una alternativa de contención. Tejen en la oscuridad donde gobierna la impunidad de los Magnetto, Roca y la lista sigue.

Con la Justicia congelada y el mayor entreguismo parlamentario que recordemos, la crisis viaja directo al estallido. Y la pregunta es cómo se reacciona con contundente respuesta política, con qué velocidad y acierto de organización y movilización se retoma una iniciativa capaz de conducir desde el vientre profundo del pueblo.

La superficie política y cierto análisis apresurado podrá inducir a que Milei está terminado.

La profundidad de la discusión política democrática, y las condiciones concretas del estado de sonambulismo programado por la oposición peronista señala otro panorama y enormes obstáculos.

La batalla cultural, política también deberá elevar su desafío cuando las muertes las pone el pueblo. Poner en evidencia el funcionamiento de los servicios de inteligencia del gobierno, de la policía bonaerense, más temprano que tarde, podremos informarnos lo que los medios hegemónicos ocultan sobre cómo se mueven las bandas de pibes chorros, quién está atrás, cómo funciona esa trama al servicio de la política.

Lo mismo con los jueces desde la Corte y para abajo, porque algún día cuando el pueblo se empodere de política no habrá supremo que no tenga que rendir cuentas.

Milei es un hombre profundamente enfermo que viaja al final de su negro destino, y todos los escoltas del sistema político, incluidos sus verdaderos patrones, más allá de su extraordinario poder económico tiene necesidad preservarse frente al escenario geopolítico. En esa dirección hay negociaciones y el tema es con qué autonomía de las partes. La derecha sola no tiene salida.

El pueblo extraviado y sin unidad de acción está condenado.

Se trata de la libertad sin maquillaje o la muerte tan cercana.

olopez

Más de 35 años en la comunicación nacional y popular Una propuesta audiovisual en formato de radio y de tele (Mateve/YouTube) Construcción de ideas alternativas en el campo de la batalla cultural Ejercicio de comunicación plural de frente a la unidad en la diversidad Idea y conducción, Omar López. Suscribite a Mate amargo