Argentina

Barrionuevo interventor del PJ, la servidumbre esta servida

 

Por Omar López 

Conduce el ciclo periodístico Mate amargo Sábado de 9 a 11 Radio Del Plata AM 1030

La intervención del PJ por parte de la jueza  María Romilda Servini de Cubría, y la designación de Luis Barrionuevo como interventor, se asocia al intento de desarticular la unidad peronista, quebrar la vieja organización partidaria, iniciar «el reconocimiento» de la estructura de los peronistas eternos servidores de la derecha. En semejante emboscada hay variedad de mascarones entre los que destacan el senador Pichetto ( un hombre sin fuerza política propia y un perdedor de cuanta elección protagonizó en su provincia) que pretende liderar el armado  peronista con Massa, Randazo,  y detener el crecimiento de Cristina Fernández en la influencia política por la unidad hacia el 2019. Matar al kirchnerismo no es hipótesis secundaria frente al escenario que vislumbra el gobierno producto del endeudamiento del Estado, impagable y que empieza a desparramar los muertos sociales, las quiebras, los autoritarios tarifazos, los ejércitos de desocupados, pobres y mendigos. Es la realidad que empieza a vislumbrarse y a sangrar en cada hogar medio y bajo de la argentina empobrecida. La crisis estallará a pesar del país virtual del presidente, Clarín y La Nación.  Necesitan contener para seguir reinando la descomunal transferencia de riqueza . El peronismo ultraneoliberal, los “mercenarios parlamentarios”, los generales sin tropa como el cuadro parlamentario de Pichetto son los herrajes de esta derecha de asalto que padecemos.

Barrionuevo copo con una banda de asaltantes en 1975 el gremio gastronómico, y luego nombrado interventor por la dictadura militar. Con el tiempo perfeccionó su rol de pesado de la burocracia sindical y su capacidad de acercarse a los poderosos y brindar servicio. El Canciller, como lo bautizara Brito Lima, es un  elefante que se pasea con su diplomacia política en un bazar, y no escamita a la hora de quemar urnas, en Catamarca.

El mandamás de la barra brava de los funebreros  comandó la operación de desplazamiento del ubaldinismo en el congreso sindical realizado en el Teatro General San Martín, cuando los matones de Chaca impidieron y coparon el teatro para quedarse con la “guardia de honor” para el flamante presidente Menem. Entonces la pelea fue con una corriente sindical bancada por el legendario Mariano Lorenzo Miguel, de las alicaídas 62 Organizaciones Peronistas y con el gremio metalúrgico endeudado y debilitado políticamente. Barrioviejo facilitó la mutilación de las corrientes sindicales peronistas y de centro izquierda que fueron parte de la resistencia a la dictadura y confrontaron con el plan económico de Raúl Alfonsín.  Mención que ampliaremos mostrando también las enormes contradicciones de esa época.

Barrioviejo fue parte de una derecha que desarticuló la unidad del movimiento obrero para “ser protagonista político del nuevo momento que iniciaba la presidencia del autor del salariazo invisible”.  Barrioviejo en una linea blanca de formidable peso económico, y como se sabe, algunos viejos mercenarios del capitalismo amplían su cartel con el tiempo. Barrioviejo, y sus muchachos prestan sus últimos servicios. Todo sea para ser un país de servidumbre, sin Patria y sin unidad ciudadana.

olopez

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