Etapa superior de la derecha golpista
Por Omar López
En otro acto subversivo a la Constitución y al Estado de Derecho, el partido judicial deja impune a Mauricio Macri en la causa por espionaje a los familiares del ARA San Juan.
El fallo de la Cámara Federal porteña les pertenece a los jueces adictos al ex presidente, asiduos visitantes a la residencia presidencial de Olivos, Pablo Bertuzzi, Mariano Llorens y Leopoldo Bruglia.
Desconocieron la contundente acumulación de pruebas materiales del espionaje ordenado por el ex presidente a la AFI.
El fallo sumo otro capítulo a la invasión de la derecha económica sobre el Estado de Derecho. No resulta novedoso y expone la firme decisión de su invasión antidemocrática. Más allá del desmoronamiento de la imagen de Macri, el poder real intensifica la destitución del gobierno, al tiempo que busca con la misma impunidad antijurídica redoblar su persecución a la vice presidenta Cristina Fernández. El ataque llega en tiempo y espacio en el marco del proceso de recuperación democrática en el continente.
La derecha toma nota de los errores cometidos en Brasil con el golpe a Dilma Rousseff, y la campaña de difamación, persecución y cárcel a Lula. Así y todo, el fascismo de Bolsonaro y el violento aparato de la derecha brasilera no pudo frenar la reconstrucción de la autodefensa popular impulsada por el Partido de los Trabajadores y las alianzas sociales, empresariales y sindicales. El movimiento democrático logró liberal a Lula y exponer el proceso ilegal y la construcción de la falsa información difundida para lanzar el golpe al movimiento popular. Este proceso de recuperación con un Lula seguramente triunfante en las cercana presidencial, puso en alerta a la derecha que interviene en el ajedrez geopolítico y sus alianzas en la región. Y es en ese contexto que apura su plan golpista sobre el gobierno del Frente de Todos en tiempo y espacio de ejecución.
Se juega un tiempo de descuento para que los movimientos populares junto al Frente de gobierno recuperen con potencia la iniciativa política, y ese ejercicio implica transitar el cálculo fino como la audacia política y el regreso al ejercicio de la escucha transversal de las bases políticas, en todas y cada una de las variadas experiencias militantes, sociales, sindicales, culturales, empresarias pymes y en la comunicación nacional y popular. El carro tira desparejo y las riendas están anudadas. Cualquiera que ponga la escucha en las asambleas militantes, más allá de sus referentes y cuestionamientos, puede encontrar valiosos reclamos y propuestas. Sin dudar se trata de multiplicar la fuerza de acción, y es muy cierto que es necesario abrirse a los reclamos y priorizar a los que menos contradicciones expresan a la hora de poner cuerpo e intensión política para el contragolpe a la derecha. No hay espacio para especular con reclamos que se caen de los calendarios político. El gesto obligado de la CGT es un ejemplo de la inacción.
Sin meter todo en la misma bolsa es justo reconocer los intereses de la burocracia atada a los intereses del poder económico real. A esta altura al poder descomunal de la derecha se la enfrenta con un acuerdo que pueda sostenerse con la intervención política de una movilización sin tregua, priorizando la unidad con quienes están dispuestos a detenerla.
Tan impune como audaz fue Macri cuando por decreto borro la Ley de medios y todas las leyes que sostenían el derecho democrático de la sociedad.
La subversión económica, judicial y mediática lleva a esta altura a jugarse en las calles con toda fuerza democrática y sin duda puede cambiar el escenario objetivo y subjetivo que el gobierno del FdT apele a los decretos urgentes que se imponen para enfrentar el golpismo judicial y económico.