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CONTINUIDAD EN TIEMPOS DE RUPTURA ¿O viceversa?

Por Tony Nicolau

Existe cierta tendencia a aceptar determinados conceptos como positivos y otros como negativos. Claro está, que esta percepción dependerá del punto de vista del observador.

El concepto ‘continuidad’ – sobre todo en educación aunque no solo – representa la idea de una cierta cualidad bondadosa, ínsita en las mejores tradiciones de la psicología. Se asocia a madurez, a perseverancia, a tesón, a la virtud, a la constancia, tan necesaria para muchas de las actividades humanas.

En cambio la palabra ‘ruptura’ suele ser reservada para los momentos críticos o dolorosos: el nacimiento, la adolescencia, la separación física, la muerte. Salvo para refinadas mentes cuya concepción puede ser sobrellevada con una carga positiva, en general, ruptura remite a un término portador de cierta negatividad. Ruptura resulta ser un elegantismo utilizado para reemplazar un concepto tan vulgar como ‘rotura’.

En ambos casos, subyace una cierta cuota metafísica, una particular esencialidad, propia del lenguaje que le otorga sentido y direccionalidad a las palabras. Es siempre mejor la continuidad que la ruptura, al menos, en términos coloquiales.

Pero a poco de andar estos meses de 2020, un microorganismo inerte de apenas 200 nanogramos, invisible, inició un proceso de ‘ruptura’ nunca antes visto por la humanidad. Casi como una eclosión nuclear silenciosa, introdujo una novedad sin precedentes en la historia.Sin pertenecer a ninguna corriente ideológica, ni filiación antiimperialista, sin formar parte de las filas de un ejército de intelectuales, le puso un freno inusual al sistema-mundo capitalista. Una verdadera envidia para los que militamos, hace tiempo ya, la lucha por un mundo alternativo al que vivimos.

El covid-19 es la ruptura que nos plantea el planeta Tierra. Es el ¡BASTA! de nuestra Madre. Es el grito desesperado de la Naturaleza de la que los seres humanos – aunque parezca que no, por nuestra conducta – formamos parte. Es el límite a la depredación, a la voracidad, a la indiferencia, a la codicia avara del materialismo individualista al que nosotros mismos, como humanidad, nos hemos arrastrado, llevándonos consigo.

En tiempos de ruptura, ¿tiene sentido hablar de continuidad?
¿Continuidad de qué?
Sería oportuno recordar que fue la ‘continuidad’ del capitalismo, el de la deforestación masiva, de la contaminación ambiental por el uso desmedido de combustibles fósiles, de la salvación individual, del lucro desmedido, de la explotación de la tierra, de las guerras asesinas con su carrera armamentística, de los lujos de unos pocos que se encadenan como una inmoralidad insultante ante a las masas empobrecidas, de la indiferencia educativa ante este sistema de mercantilización globalizado siendo los sistemas educativos cómplices por omisión muchas veces y otras tantas por la falta de coraje intelectual o de pensamiento crítico o de ausencia de coherencia pedagógica, lo que nos trajo hasta acá.

En tal sentido, desde hace al menos un siglo, era necesario romper la dinámica del capitalismo. No daba para más. En las condiciones que veníamos (agravada en la que estamos, vale la pena recordarlo), resultaba imposible la supervivencia de la raza humana.
Hubieron muchos intentos. Todos fallidos. Algunos mejores que otros, pero ciertamente infructuosos.
El capitalismo depredador siguió su marcha a paso firme, sin interrupciones fuertes y con ínfulas cada vez más crecientes. Bajo la hegemonía neoliberal, la vida se trastocó en superflua, plagada de nimiedades impuestas como necesidades vitales por una voracidad dominada por la primacía de un bienestar imaginario cuyo costo era la humanidad misma que lo engendró.

Si las palabras, si el lenguaje, es el constituyente de la subjetividad, al menos en este momento, sería loable la resignificación del uso de ciertos términos.

Este es tiempo de rupturas, no de continuidades.

olopez

Más de 35 años en la comunicación nacional y popular Una propuesta audiovisual en formato de radio y de tele (Mateve/YouTube) Construcción de ideas alternativas en el campo de la batalla cultural Ejercicio de comunicación plural de frente a la unidad en la diversidad Idea y conducción, Omar López. Suscribite a Mate amargo