La luz mala de Cambiemos
La crisis económica dificulta al gobierno alinear con facilidad a los gobernadores necesitados de pactar frente a sus urgencias financieras. Macri encuentra oposición incluso entre sus aliados a la hora repartir el costo del subsidio tarifario.
El Pacto se demora y complica la jugada oficialista Parlamentaria para asegurar votos mediante el acuerdo para cerrar el debate opositor que pretende volver atrás con el valor del ajuste salvaje a la luz, el gas y el agua.
El gobierno puso sobre la potente maquinaria publicitaria – mediática el quite de impuestos provinciales y nacionales como paliativo, en tanto mantiene su decisión de no volver atrás con los aumentos que enriquecen a sus amigos y asociados en el mercado transportador de los fluidos indispensables para la familia argentina.
Los gobernadores de Santa Fe y Córdoba ya se le plantaron y propusieron podar el iva.
La negativa de Macri es firme, bajo la atenta mirada de los escoltas del FMI. Este Estado endeudador serial debe recaudar como sea para pagar intereses y poder lograr que le sigan prestando.
El cuello de la botella se achica para Cambiemos, económica y políticamente. Sin embargo aún sostiene una iniciativa de volumen político y propagandístico que contiene los estallidos visibles e invisibles que en distintos frentes de la rutina social se hacen sentir.
Los conflictos con los supermercadistas que tiran la bronca por las ventajas otorgadas a la cadena francesa, que incluye violaciones a la ley laboral.
El Gobierno de la Provincia de Buenos Aires y la CABA fueron hasta el presente los únicos escoltas de la idea de quitar unos puntitos de los impuestos que vienen en las facturas. En Misiones apenas una quita del 5 por ciento para los que alcanzan un consumo de 300 kilovatios, una medida que apenas alcanza a cien mil abonados.
La Provincia recuada en impuestos cerca de 2000 millones de pesos y amaga con una quita que por más maquillaje mediático es provocadora para las familias bonaerenses.
En medio los cortes del luz en el conurbano están a la orden del día, tanto como la rebelión vecinal que organiza cuelgues y están dispuestos a no permitir que nadie venga a meterles mano.
MATE
