La incertidumbre de Cambiemos

La mentira cínicamente argumentada es una «lógica» de este Estado ultra liberal.
El gobierno está perdido y lanza frases sin anclaje en la sociedad que sí empieza a constituir una certidumbre sobre el destino hipotecado con el voto a Cambiemos.
Hay cada día certidumbre de un país que cae de rodillas, de dolores en aumento, de indigencia fatal, cementerios laborales, de vergüenza social. Esa certidumbre es la lápida que se les cae en la cabeza al gobierno…
Por Virginia Armisen
 

La incertidumbre.

«Debemos crear argentinos capaces de vivir en la incertidumbre y disfrutarla».

Estas declaraciones pertenecen  a Esteban Bullrich cuando era Ministro de Educación en febrero de 2017.

Desde que asumió en diciembre de 2015 ésta gestión ha desplegado su ideología montada en un discurso presuntamente modernizado, con propuestas que estarían a tono con el siglo XXI.

Sería muy difícil hacer una lista con todas las palabras que enarbolan repetitivamente como mantra: felicidad, alegría, verdad, sinceramiento, equipo y así siguiendo. Todas con una valorización positiva desde el sentido común, en las cuales se omite explicar el cómo. Palabras vacías de sentido si no se las contextualiza. Palabras que dichas por un política implicarían en el mejor de los casos el norte de una gestión y por ende requeriría de políticas acordes.

La frase de Bullrich me pareció absolutamente representativa de lo que venía a hacer ésta gestión no sólo en el área de Educación.  Me viene a la memoria en éstos días, en los que la cuestión del dólar y la economía están provocando en cada uno una zozobra cotidiana.

Para pensar el tema de la incertidumbre he tomado la definición de la Real Academia Española.

incertidumbre

  1. f. Falta de certidumbre.

certidumbre

Del lat. tardío certitūdo, -ĭnis.

  1. f. certeza.
  2. f. desus. Obligación de cumplir algo.

Analizaré la segunda acepción para poder pensarla desde el punto de vista psicológico.

La certidumbre se presenta como una regulación, un orden que nos compromete con otros. Deber y propósito en nuestro hacer, acción que se inscribe dándonos un sentido.

Podemos decir que desde la gestión de éste gobierno se piensa que las políticas implementadas son generadas para que un alto porcentaje de la población viva en una sensación de incertidumbre. Sensación que se convierte en algo cotidiano cuando como trabajadores tenemos que afrontar nuestras obligaciones económicas, por ejemplo, y no se tiene ningún parámetro de cuánto pagaremos por los servicios, cuánto gastaremos en el supermercado, cuánto en salud. En resumen: la certidumbre es que los ingresos depreciados constantemente por la inflación no alcanzan para afrontar ni lo mínimo con lo que cada uno tiene que responder para poder subsistir. O sea que una gran mayoría no podemos afrontar aquellas cosas que todos tenemos como “obligaciones con las que debemos cumplir”.

La incertidumbre económica implica un nivel de ansiedad, de inestabilidad, de provisoriedad que altera lo cotidiano en el punto en que se vuelve en muchos casos un tema central, desplazando otras cuestiones que son fundamentales para tener una vida humana.  Y digo “vida  humana” para diferenciarla de la vida de los animales cuya existencia se desarrolla ocupándose en alimentarse y estar alertas para defenderse de las amenazas del entorno –por ejemplo los otros animales que pueden ser sus predadores-. Originalmente la palabra estrés proviene del estudio de los animales. Se define el estrés como la respuesta de un organismo a una demanda que le obliga a cambiar o adaptarse. O sea cambio individual, interno, o adaptación al medio. En los animales no existe la posibilidad de cuestionar su entorno para cambiarlo. A ésa vida es a la que quieren llevarnos: que nuestra vida esté limitada a un plano muy acotado: comer y pagar las cuentas. ¿Para qué? Para que no podamos tener energía disponible para cuestionarnos y transformar la realidad.

Todos tras eso, en una vida que se empobrece porque no podemos hacer esas cosas que por humanos nos caracterizan: estar con otros, disfrutar de los bienes culturales, poder proyectarnos, hacer planes, pensar en nuestro crecimiento y progreso. Disfrutar del ocio, con aquellas cosas que nos gustan, que nos dan placer, que nos gratifican.

En el humano la incertidumbre es una de las principales causas de  estrés, ese concepto que hemos definido como aquella condición que acota nuestra vida, la limita y la empobrece.

O sea que retomando el discurso de Bullrich, que parece querer vendernos una propuesta de incertidumbre como si fuéramos unos aventureros intrépidos que se enfrentan a un desafío, nuevamente esas palabras/maquillaje no ocultan casi nada: basta con revisarlas un poco y podremos descubrir que son una trampa. Asimilarse al discurso del opresor sería la mayor claudicación. Nuestro pensamiento crítico tiene que estar alerta siempre. La batalla es cotidiana: transformar y generar en este contexto es la tarea que nos toca. No llevar una vida de animales: ser humanos y pelear por nuestra humanidad.

 

 

 

 

 

 

olopez

Más de 35 años en la comunicación nacional y popular Una propuesta audiovisual en formato de radio y de tele (Mateve/YouTube) Construcción de ideas alternativas en el campo de la batalla cultural Ejercicio de comunicación plural de frente a la unidad en la diversidad Idea y conducción, Omar López. Suscribite a Mate amargo