Un torrente Antifascista y Antirracista en todo el país y con fuerte réplicas en el mundo
Por Omar López
La Marcha Federal del Orgullo Antifascista y Antirracista este sábado 1 de febrero desde las 16 abre una potente dinámica movilizadora con novedosas intervenciones de auto convocados y de los diversos colectivos LGBTQ+, Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, la Agrupación H.I.J.O.S, junto con la movilización de diversos movimientos sociales, organizaciones estudiantiles, docentes, jubilados, artistas, intelectuales, el arco de la izquierda, la militancia peronista y el gobierno de la Provincia de Buenos Aires, encabezado por su gobernador Axel Kicillof. Destaca el movimiento espontaneo de la ciudadanía que mañana nutrirá las calles del país.
Para los que siguen encadenados a los pragmatismos políticos hay que avisar que la movilización colectiva de mañana fue parida por iniciativas plurales en asambleas, ocupando el espacio vació de importantes conducciones del movimiento nacional y popular. La movilización anti facha, antirracista impacta sobre un gobierno enemigo del pueblo y lacayo de las corporaciones del poder económico que se están comiendo quedando con todos nuestros recursos y riquezas.
Comienza el tejido de una trama abierta de diversas identidades, orígenes y experiencias en la lucha, resistencia y la recuperación de la iniciativa política.
El fascismo que gobierna nuestra Patria inyecta un odio que impacta en grandes segmentos de una ciudadanía; una masa encantada por una ignorancia bestial. La ausencia de una réplica unida en un frente democrático y popular abre un destino trágico del cuál no será fácil liberarse. A esta altura me permito rescatar una opinión del psicoanalista, doctor Sergio Zabalza, (UNSAM) entrevistado el pasado jueves, por Víctor Hugo Morales, (AM 750), rescató al gran neurólogo austriaco, Sigmund Freud, conocido por ser el padre del psicoanálisis. Freud sostuvo que antes del sadismo y antes de la crueldad, lo que prevalece en las personas es el masoquismo.
El proceso hegemónico de la derecha tiene una impunidad y ventaja en la construcción de los sujetos partidos, identificados con quién los domina, brutaliza y empobrece, siendo funcional a la manada del odio. Basta recorrer la siembra histórica antidemocrática para darse cuenta tienen una iniciativa apabullante y un control sobre la mutilación sistemática del pensamiento crítico. Ganan entre batallas culturales ante cada disputa por el control del poder para apropiarse de la riqueza y el control social.
Se presenta la evidencia que la disputa por los valores democráticos que sostiene el sentido más profundo del humanismo, la condición humana, es una contienda cultural sin fin. La precariedad de la democracia formal rescatada tras el terrorismo de Estado no fue modificada por la recuperación y evolución de los valores humanistas, mucho menos obtuvo ventajas significativas sobre la comunidad y el sentido del destino colectivo, cada vez que poderoso movimiento del capitalismo mundial y su rumbo a una derecha más brutal, concentrada y criminal fue modificando las categorías políticas incorporadas a la lucha por dominar “el sistema de gobierno”.
La contramarcha del movimiento popular, el peronismo en particular, y el estancamiento ideológico son una parte central a la hora de interrogarse frente a las derrotas, los repliegues, la sobrevivencia de la mafiosa burocracia sindical, y un archipiélago de uniones empresarias apéndices de movimientos globales de inversión, buitres en el mercado, y el control de la gobernanza en las provincias y las estructuras partidarias en disputa por los recursos naturales.
La historia que se secuestra está y debemos liberarla para entender y reconstruir autocríticamente nuestras batallas político culturales. Adriana Puiggrós, pedagoga, investigadora en políticas de educación, resalta en Historia de la Educación Argentina VIII, cómo construyeron la hegemonía educativa (y cultural) desde aquella trágica llegada derecha facha de la Revolución Libertadora, que derogara en nombre de la libertad la simbología peronista de los textos, los planes de estudio y la vida cotidiana escolar. Los decentes tenían una tradición gremial, pero faltaban aún casi veinte años para que se identificaran masivamente con la clase trabajadora.
las declaraciones misóginas, homofóbicas y discriminatorias exhibidas por Javier Milei en su discurso reciente en el Foro de Davos, en Suiza. Milei se manifestó contra el movimiento woke que significa despertar y que tuvo sus inicios hace un siglo atrás. Su narrativa tan violenta, despreciable de los derechos humanos es equivalente al aplanamiento producido por las derechas sobre los sujetos sociales, ahogados en gran parte en una ignorante despolitización y estancados en la enorme ausencia de resignificar el pensamiento político y las acciones de llevar las ideas a los nuevos campos de batalla del pensamiento. Vale repensar a Freud que sostuvo que antes del sadismo y antes de la crueldad, lo que prevalece en las personas es el masoquismo. Pensar cuánta responsabilidad existe en esa caracterización por parte de “las conducciones” de los movimientos democráticos y populares.
La movilización de autodefensa de mañana es sin duda un poderoso movimiento social que merece toda la atención, el cuidado y el involucrarse en su calidad y evolución.