Argentina

Pensar y descubrir al verdadero poder económico.



Por Omar López

Sus maniobras y el encubrimiento de su saqueo.

Su maquinaria de la desinformación, la caza de brujas, su construcción ideológica, política y cultural.   

Reorientar el sentido del momento y el pensamiento contra réplica ante el enemigo principal que es el poder económico real. Actuar ante las debilidades ideológicas que aumentan las contradicciones, friccionan y debilitan el carácter y determinación político de los actos de profundización democrática del nuestro gobierno.

La militancia ocupando las ideas, interpretando qué está en  disputa.

UNA VEZ MÁS

El enemigo es el poder político que históricamente expropió nuestra  riqueza. Parte de ese poder político son los monopolios periodísticos dominantes. No son únicamente su brazo mediático, son una herramienta desestabilizadora de la información democrática, son parte del control cultural, simbólico y social que expresa la ideología de la derecha neoliberal.

Sería un imperdonable error político resaltarlos como “el enemigo principal”.

Sin embargo hay que comprender que nos  urge desarmar su complejísima maquinaria del engaño, encubrimiento y secuestro de la información, para poder enterarnos cómo funciona la mafia del poder económico, cómo operan y crean incluso los supuestos mecanismos aduaneros para transportar su contrabando. Es un cáncer que viene de lejos, como ejemplo parcial se podría citar la privatización de la estiba portuaria en Buenos Aires por el Ministro del terrorismo de Estado, José Alfredo Martínez de Hoz, luego controlada por el Almirante Massera en combinación con Murchinson. Cooptaron la Administración General de Puertos, corrompieron a gran parte de las dirigencias de la estiba, asesinaron a militantes heroicos, persiguieron a los luchadores incluso con la infiltración de la Alianza Anticomunista Argentina, creada por el brujo José López Rega y poderosos intereses empresarios. Previamente expropiaron el  ministerio de Economía y crearon las condiciones para el golpe de estado de 1976, con treinta mil desaparecidos. Durante el tambaleante gobierno de Isabelita,  viuda de Perón, impusieron a Celestino Rodrigo, autor del golpe económico conocido como El Rodrigazo. La historia se volvió a repetir con Menem y Bunge y Born al frente del palacio de Hacienda. El narco mercado producía su corte y confección; corrientes sindicales que desactivaran las luchas y dirigentes mercenarios como Jorge Triacca, padre, que liquidaron recursos de la Nación como Acindar. Más deuda externa con Domingo Felipe Cavallo y la repetición del saqueo durante el fusible gobierno de La Alianza con la presidencia de “chupete” Fernando De la Rúa. La historia es truculenta, interminable.

Cuánto reflexionó la sociedad argentina y desde qué parámetros es una gran asignatura pendiente de las fuerzas democráticas. El acto de analizar y comprender no queda en solo en el brazo cultural dominante, también forma parte del proceso de resignificación de las experiencias políticas de las fuerzas populares.

Su control de la estructura económica es proporcional a la cooptación y corrupción política. Descuartizaron la empresa estatal de navegación, ELMA, privatizaron los astilleros, las comunicaciones, se apoderaron de Papel Prensa, relegaron al estado del control de los recursos naturales, secuestraron, torturaron, asesinaron y persiguen a los empresarios nacionales, el ahorcamiento sistemático a las pequeñas y medianas industrias, intervinieron sindicatos, desaparecieron comisiones internas combativas, transformaron a la burocracia sindical en accionistas, persiguieron a valientes periodistas; secuestrados, torturados y asesinados. El gremio de prensa tiene más de cien compañeras/ros desaparecidos, entre ellos Rodolfo Walsh. Impulsaron el endeudamiento y vaciamiento de las obras sociales, privatizaron el sistema de salud, desarmaron el ministerio de Trabajo, de Salud, privatizaron las jubilaciones y saquearon la Anses, se apropiaron y destruyeron el Pami, cerraron el Banade, Banco creado para asistir al desarrollo industrial, impusieron la flexibilización laboral, modificaron a su gusto la ley de accidente de trabajo, corrompieron el poder judicial y armaron un estado de derecho paralelo en defensa de su sistema mafioso. Impusieron la mentira como verdad, persiguiendo con noticias falsas a los opositores y referentes opuestos a su criminal lógica capitalista. Crearon redes mercenarias de espionaje, intervinieron ilegalmente las escuchas telefónicas, y la trágica lista sigue…

La industria transnacional de la pornográfica patria cerealera domina los principales puertos de calado profundo de nuestra patria, controlan las aduanas y el pesaje que nunca es real. Vicentín es una parte de ese terrorismo económico antinacional.

Es un debate que se abre en medio de la diversidad de golpes diarios que se ejecutan para aislar, paralizar y desestabilizar al gobierno, en medio de una pandemia que no afloja en el AMBA y sigue cargándose la vida.

De paso, los anti cuarentena son la expresión funcional de un sector social aplanado cultural y ciertas orillas de nuestra ciudadanía, cansada y confundida por un encierro que no registra antecedentes en el mundo, un aislamiento que llega en medio de una enorme crisis económica impuesta por el saqueo y el empobrecimiento al que se sometió a nuestro pueblo en su conjunto. Se junta el aislamiento y la necesidad de buscar el mango para pagar comer y pagar deudas, Aquí, nuestro gobierno democrático que en medio de una economía descuartizada hace milagros y distribuye un salvataje económico a diario y puso de pie el sistema público de salud y la acción de la ciencia sepultada por el macrismo; es necesario señalar, que se debe profundizar la atención a los sectores aún no alcanzados por la asistencia económica e intervenir con más firmeza política sobre la banca privada que gambetea los créditos y la asistencia a los descubiertos de pymes y sectores medio y populares con sus tarjetas y débitos en rojo. No es un infantilismo de izquierda comenzar a nacionalizar la banca y que el sistema financiero funcione con reglas democráticas, constitucionales.

Se necesita ampliar la visión, ir más allá, mejorar la planificación y ejecución política y es conveniente decirlo democráticamente.

Estamos en presencia de un Estado rehén del poder económico que domina la estructura y habita en los resortes principales de las empresas de servicios. Es el viejo control que le fue cedido cuando les entregaron a precio de remate las empresas estratégicas de la nación.

La mayoría de la sociedad no conoce ni comprende los oscuros mecanismos de control de poder que tiene la derecha sobre nuestro pueblo. Urge que el gobierno democrático abra la información sobre los mecanismos del saqueo, y se explique documentadamente cómo controlan sus negocios, compran jueces y políticos. Es parte de la batalla cultural política documentar ante la sociedad los vínculos del poder multinacional con los grupos económicos locales, cómo controlan el mercado y se llevan al exterior la riqueza.

Misma situación con la deuda externa. Es bueno saber cómo se negocia y mucho más necesario es políticamente, explicar a la sociedad cómo se armó el endeudamiento, a dónde fue la plata, las empresas implicadas, directa e indirectamente. No pueden quedar impunes, no alcanza con un impuesto a la riqueza, que se demora. Los responsables del genocidio social podrán enmascararse y cacarear como supuesta oposición desde los medios hegemónicos, pero la sociedad debe saber y hay que construir un Nunca Más en la justicia para que definitivamente no exista más impunidad y de una buena vez los terroristas económicos paguen y regresen a la patria lo robado al pueblo que encima paga la deuda que no le pertenece  con hambre, miseria, incertidumbre y confusión que siembra el poderoso engaño a diario del poder real, y su encantador mediático. No se puede confrontar sin destapar la olla y sacar a la luz todo el funcionamiento de su sistema mafioso.

La política también es el manejo de los tiempos, de ejercer la táctica y la acción en el momento justo. El poder no es un capricho es una construcción precisa, de suma de fortalezas, de nutrir la inteligencia propia y la colectiva, de usar la información para esclarecer, organizar y movilizar. El poder popular no se hace con buena voluntad ni mejores amigos, es la interacción sacrificada de la participación en la diversidad por la justicia verdadera y la fortaleza para no ser operados y aislados durante la construcción colectiva.

Tal vez, así se puede obtener la fuerza consciente y participativa del conjunto de la sociedad y lograr la fuerza necesaria para imponer un destino democrático, la soberanía política, la independencia económica y la justicia social. Alberto es nuestro presidente, Cristina no es titiritera, ambos expresan un proyecto de salida al neoliberalismo con una unidad frentista heterogénea y en disputa. Es el gobierno del Frente que lucha por ser De Todas y Todos.

olopez

Más de 35 años en la comunicación nacional y popular Una propuesta audiovisual en formato de radio y de tele (Mateve/YouTube) Construcción de ideas alternativas en el campo de la batalla cultural Ejercicio de comunicación plural de frente a la unidad en la diversidad Idea y conducción, Omar López. Suscribite a Mate amargo