Para cuando el juicio político al gobierno del hambre
Por Omar López
Cinco millones de kilos de alimentos se echan a perder en galpones del gobierno. Otra muestra del odio al pueblo arrasado con un 55 por ciento de su población pobre.
El vocero presidencial, Manuel Adorni, reconoció la existencia de los alimentos; “los que tienen fecha más próxima a vencerse se van a distribuir”.
“Mientras en los barrios la gente se apila cada vez más para pedir un plato de comida caliente, es inaudito que toda esa cantidad de comida esté guardada”, sostuvo Alejandro “Peluca” Gramajo, secretario general de la UTEP.
Desde el entorno de la ministra Sandra Pettovello desmintieron al vocero Adorni, afirmando que los alimentos están en depósito para ser utilizados en situaciones extraordinarias, como una catástrofe o inundación, y seguirán en los depósitos. Para este gobierno el hambre no es una catástrofe.
Juan Grabois, referente de Patria Grande, ampliará la denuncia penal contra Pettovello, que está imputada por abuso de autoridad e incumplimiento de los deberes de funcionario público.
Los políticos de la oposición en silencio y la Corte Suprema de Justicia aún no se pronuncian, cuando no desconocían la existencia de los alimentos amontonados en galpones. Existe el derecho constitucional a la alimentación y a la salud y su exigibilidad al estado.
El derecho a la salud aparece expresamente reconocido en el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales y en la Convención sobre Derechos del Niño, entre otros instrumentos internacionales, a los cuales nuestra Carta Magna les confirió jerarquía constitucional en el art. 75 inc. 22, estableciendo que debían entenderse complementarios de los derechos y garantías por ella reconocidos. El art. 12 del citado pacto establece que «Los Estados parte (…) reconocen el derecho de toda persona al disfrute del más alto nivel posible de salud física y mental».
Abundan pruebas para el juicio político a un gobierno que desprecia al pueblo y está dispuesto a no asistir en plena pandemia de hambre.
En esos galpones, entre tantos alimentos, se destacan 460 mil kilos de leche en polvo, 312 mil kilos de aceite de soja, 39 mil kilos de arroz con carne, 54 mil kilos de lentejas, 1.748.000 kilos de yerba mate. Colchones, frazadas…
El gobierno argumenta que los comedores son truchos, cuando las evidencias materiales, en la abrumadora mayoría de los casos demuestran que en esos comedores se lucha a brazo partido por dar un plato caliente de comida, es una batalla contra el hambre, contra la muerte que este criminal gobierno alimenta cada día.