“Lo esencial es invisible a los ojos”
Por Omar López
Finalmente me operaron y todo marcha bien. Pronto llegará la necesaria lectura, escribir, comenzar a producir una nueva versión de Mate amargo, radio-tv x las redes, desde Mateve (YouTube). Todas, todos, todes sabemos que hay problemas más importantes que la venia de los policías a Patricia Bullrich, en Villa Gesell. Qué se preste más atención a MasterChef que a la presencia devastadora del poder económico sobre la mayoría de la sociedad, es el problema.El problema no es el silencio de las organizaciones sindicales y sociales o sus enfoques corporativos, desamparados del proyecto colectivo.Es una cuestión de poder político en disputa, no resuelto y abarca al gobierno, su alianza y al ancho territorio de la diversidad democrática, que debe intervenir y elevar la calidad de la discusión y la acción política.No es sencillo deconstruir los viejos mandato culturales en la política y la sociedad, con su lógica del control social. El problema es el poder dominante y criminal del mercado que impide acceder a los alimentos básicos, asegurar un techo común, generar trabajo genuino, e impide que se combata tanta pobreza, endeudamiento y distribuya riqueza y justicia. Perdón, porque lo digo siempre; «El capitalismo extremo en su naturaleza ideológica es expropiador, explotador, cínico, bestial, es un estado totalitario que aplanó políticamente a la sociedad. La interpretación de la crisis sanitaria, económica, social y política tiene un control cultural y mediático totalitario que opera sobre una sociedad aplanada políticamente.»Imperan las viejas lógicas del mandato de las clases dominantes, mientras en el campo nacional y popular no habrá alternativa de reconstrucción de valores democráticos sin rehacer la lógica, actualizar el pensamiento sobre el nuevo escenario donde estamos involucrados.El asunto es cómo gobierna la militancia de la alianza enfocando lo necesario sobre la contingencia que a diario inventa la oposición del terrorismo mediático al servicio del comando del saqueo económico al pueblo.El problema no es que las vacas vuelan y un chori cotiza en bolsa. El asunto es la soberanía alimentaria, tanto como nacionalizar la mentalidad sobre la banca nacional y popular para que gobierne el derecho del pueblo y no de la timba del mercado y su corporación mafiosa.El problema no son las contradicciones de un gobierno convencido con el diálogo que incluye a los poderosos que responden con golpes de mercado.El asunto es cómo acordar políticamente con las fuerzas populares para la acción y de paso pulir el fuera de foco sobre cómo, cuándo y con qué protocolo volver a la escuela o si la vacuna cura o la ideología mata.Los pibes necesitan encontrar a sus pares, los padres organizar una estructura familiar que en términos económicos es el Titanic. El problema cómo acomodar la audacia política, fortalecer la capacidad colectiva de desplazar el inmoral oportunismo del fuego amigo. Los problemas están unidos por una línea económica prendida fuego; la herencia, el despojo, la derecha que se atrinchera y golpea a diario con su descomunal poder de operar sobre el maldito sentido común conquistado sobre una parte importante de la sociedad individual.