Agencia CHE

La oscuridad de los poderosos

Por Omar López

La Empresa Distribuidora de Energía de La Plata S.A (EDELAP) y sus empresarios con Rogelio Pagano a la cabeza, gozan de total impunidad. En los barrios platenses más humildes se soporta el corte de energía eléctrica a diario. En verano y en invierno es igual; interrupción del servicio por uno, dos y tres días. El promedio es de un corte diario y por ocho, diez horas. Hay cortes más prolongados, quejas por electrodomésticos quemados y en particular el abandono del servicio se da en las manzanas más humildes de los barrios.

Abundan las familias de muy bajos recursos que se cuelgan a la luz y si bien el gobierno de la Provincia de Buenos Aires dispuso de un sistema de instalación de medidores populares con un monto fijo y accesible, esa iniciativa no se regulariza, no se regula y la impunidad empresaria sigue.

En estos primeros días de frío alternan los cortes por la mañana desde las 6 o 7 horas hasta pasadas las 13 horas.

A las 22, o 23 se corta el servicio dejando a los hogares humildes sin calefacción. El retorno del servicio puede aparecer a las 8 o nueve de la mañana con suerte. La localidad que tomo como ejemplo es mi barrio platense de Arturo Seguí. Edelap divide claramente su opción de servicio. Las manzanas más humildes siempre, sufren los cortes, la otra mitad del barrio, con menos colgados (aunque otros alteran los medidores para bajar los montos de las tarifas) por lo general no son afectados por los cortes de luz.

En Ente regulador tiene denuncias, abundan reclamos, pero no hay respuestas efectivas que obliguen al millonario directorio de la distribuidora de energía Edelap a brindar un servicio impecable. De paso apelar a la memoria del apagón que dejó a varias provincias sin luz con la mira puesta en Rogelio Pagano empoderado en gestión y negocios por la ex gobernadora de la provincia María Eugenia Vidal. Según padecemos, el poder económico es intocable, más allá de las buenas intenciones del gobierno de Axel Kicillof.  

La Empresa Distribuidora La Plata S A. (EDELAP) es titular de una concesión, que le fue otorgada por el Gobierno Argentino, conforme al Contrato de Concesión del 3 de diciembre de 1992 por un período de 95 años. Pagano y cía, están en el directorio del grupo eléctrico Grupo DESA, controlante de las cuatro principales empresas distribuidoras de electricidad de la provincia de Buenos Aires (Edea, Edelap, Eden y Edes), concentran el 65% de la distribución eléctrica.

Los problemas son muchos y se articulan en la mala prestación del servicio. Las tormentas y los vientos voltean postes viejos, precarios y sin mantenimiento ni supervisión. El argumento es que se dividen responsabilidades entre empresa y municipio, una vieja treta para esconder la responsabilidad y no invertir básicamente en un servicio carente de regulación por el Ente estatal. Lo mismo pasa con el recorte de la centenaria arboleda que carece de poda y destruye cableados.

La vecindad guarda colección de fotos de postes apenas apoyados sobre una medianera, un alambrado o colgado de los propios cables, con el riesgo que implica para las familias.

El servicio que brinda Edelap es una muestra clara del desprecio al pueblo. Ganadores de fortunas incalculables a esta altura y de inversiones insignificantes.

El padecimiento de la población es proporcional al descontento que recarga su amargura con el sobrevivir a diario frente al golpismo de los monopolios con sus remarca de precios. En estos tiempos de debate sobre el rumbo democrático y popular, cuando se reclama carácter y plan de movilización para empoderar al Estado frente al poder económico, este es otro ejemplo de la distancia entre el discurso y la determinación para intervenir en el destino colectivo.

Seguí es sólo un ejemplo porque el mal se padece en la gran población bonaerense.

La Ley y la Constitución tan violada a diario por las clases dominantes y sus sicarios del poder judicial esperan que alguien con coraje político nos rescate de tanto sufrimiento, de tamaña injusticia.

Hace frío, tanto que incluso en hogares con buenas paredes y techo es imposible resistir el frío que cala hasta los huesos. La gripe, la pandemia que vuelve a pechearnos, los pibes mal alimentados, en este doloroso presente de 18 millones de pobres. Son algunos de los temas que suelen escucharse por las veredas embarradas de Seguí. Ni hablar del escaso tendido de gas natural, mucho más económico y repartido por Bagsa con escasa presencia y Camuzzi.

La garrafa social de un costo de 500 pesos, en el barrio se vende 700 y 800. Pocos se movilizan hasta el centro de abastecimiento a siete o diez kilómetros con una bicli o entre varios vecinos que se juntan con una chata. No es fácil darse calor, la mayoría de las veces una familia tiene dos garrafas, para darse calor y cocinar. Para calefacción –con suerte y administrando el uso – dura tres días. Para cocinar entre siete y diez. Hagamos cuentas, pensemos en la ayuda concreta en tanto juntamos política, unidad y coraje para que el Estado se haga cargo del servicio. Y mientras tanto que el Ente Regulador sea un batallón identificado con la Patria es el otro, porque los nadies están abandonados mientras los supermillonarios siguen ganando y repartiendo castigo con su premeditado pésimo servicio que jamás, cuando funciona, alcanza los 220 v. La lista de reclamos es larga y también alcanza a internet, hay empresas locales, chicas que dan servicio con grandes dificultades y sin apoyo del Estado, mientras que las más importantes, sólo tienden sus redes dónde se garantizan el cobro del servicio. Hoy estar conectado, más en barrios tan abandonados como estos, es vital, para los jóvenes, para los mayores, para la seguridad y la salud.

olopez

Más de 35 años en la comunicación nacional y popular Una propuesta audiovisual en formato de radio y de tele (Mateve/YouTube) Construcción de ideas alternativas en el campo de la batalla cultural Ejercicio de comunicación plural de frente a la unidad en la diversidad Idea y conducción, Omar López. Suscribite a Mate amargo