El voto de la muerte
Por Mate amargo
El mayor presupuesto político de la derecha es el engaño; la mentira como mecanismo de su potente alzamiento mediático que desparrama sobre gran parte de una sociedad aplanada por el vaciamiento de un pensamiento crítico que se cruce entre lo falso y lo legítimo.
Su montaje diario apunta a derrocar la política de estado del gobierno del Frente de Todos. Lejos de las pruebas y los hechos que sustentan cada acontecimiento, el laboratorio de sus servicios de inteligencia esfuerza una campaña electoral con apoyo en la falsedad informativa, y aprovechado las debilidades en la política de comunicación del gobierno. Es oportuno recordar que “el aporte” de su mal llamado periodismo militante, que debería ser reconocido como brigadas de mercenarios al servicio de su comunicación. Basta con revisar la trayectoria de esos “empleados” para confirmarlo. El periodismo militante tiene una historia política nacional, de fuerte identidad, fortaleza profesional, ética y vínculo de pertenencia con los movimientos populares. Algunos nombres son más conocidos que otros, pero, en todos los casos fueron asesinados, desaparecidos por denunciar con coraje sin igual al capitalismo criminal, al poder económico y su maquinaria del engaño y la traición. Son muchos más de cien, (*) muchas más, y son una línea ideológica, moral y profesional permanente para quienes desean militar la comunicación democrática, el derecho humano de informar con esa verdad probada en las fuentes materiales donde se avistan los intereses en disputa. Podríamos sintetizar, con perdón del resto, a Rodolfo Walsh, Haroldo Conti, Rodolfo Ortega Peña, Francisco Urondo, y Román Mentaberry. De Walsh, su Carta Abierta a la Dictadura militar, de Mentaberry su investigación sobre los negociados corruptos de los monopolios extranjeros de la carne. El primero, emboscado en la Avenida San Juan y Entre Ríos, desaparecido, y Roman torturado y ahorcado.http://www.desaparecidos.org/…/listas/periodistas.html