Rebelión del poder económico
Especulación y golpe en la pandemia
Por Omar López
El comando del poder económico del capitalismo produce un alzamiento contra el gobierno.
Paolo Rocca decretó el estado de sitio al gobierno nacional. Su decisión no es aislada y se proyecta a la crisis global, al post coronavirus y cómo proteger sus intereses ante la demolición de su sistema de apropiación de la riqueza.
La rebelión fiscal es ahora o nunca, dice el mensaje que sus grupos de tareas hacen circular por whats app. En las circular llaman a no pagar sus impuestos; “suspendamos por 90 días la presentación y pago de los impuestos de los impuestos que tenemos: Impuesto a las ganancias, IVA e ingresos brutos. Suspendamos por 90 días el pago de autónomos y monotributo.”
Es un levantamiento con intensidad y analistas de sus tanques de ideas estratégicas, propios y de empresas transnacionales que evalúan a cada segundo la transformación del viejo poder capitalista herido por la pandemia. Son filos y contrafilos de la derecha desorbitada ante el potente crecimiento de apoyo social al gobierno.
Los cuchillos tajean la contundente tragedia del presente y lejos de todo derecho humano especulan con debilitar al Estado, movilizar ideas secundarias; que se recorten los sueldos los políticos, y encubren lo principal que es su riqueza acumulada. No están dispuestos a ganar un poco menos, impulsan derrocar esta construcción de un Estado solidario que pretende que los que más tienen, los que más ganaron, ayuden en la crisis. Detrás de la jugada inicial de probar el montaje de rebelión fiscal, se impulsa sitiar al gobierno, evitar que avance sobre sus privilegios y sobre su poderosa impunidad. Al gobierno le queda el pueblo, la Constitución y deberá reaccionar pronto con todo el peso de la Ley, con toda la determinación política. Un decreto no resolverá el ejercicio democrático que debe movilizar la fuerza pública, y el protagonismo popular. Son claves los manejos de los tiempos en la acción, la comunicación clara y ensanchada en toda la red de información popular. Defender lo legítimo y legal de lo falso y mafioso de la casta inquisidora de los saqueadores históricos.
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La foto muestra a una parte de los 50 personas o familias más ricas y poderosas de la Argentina. Juntos suman más de 70.000 millones de dólares.