Agencia CHE

EL MONSTRUO

Por Tony Nicolau

Milei está gestando un periodo creciente de ignomia y violencia que no se veía desde los años de plomo.

De la recuperación de la democracia hasta el 19 de noviembre de 2023, la Argentina – aún con todos los conflictos atravesados – nunca había tenido una presidencia que ejerciera el desprecio hacia todos los argentinos.

Su discurso agresivo, discriminador y racista que lo asimila a formas neofascistas de gobierno, la vulneración permanente de derechos, el desprecio hacia los trabajadores, los ancianos, las niñeces y las diferencias, la inconstitucionalidad de sus formas de decisión política, la mutación del Estado hacia un registro autoritario con formalidades pseudodemocráticas hipócritas a través del uso abusivo de decretos presidenciales, el desvío de la función republicana de gobierno desprestigiando y despreciando al Congreso de la Nación, la ignorancia supina sobre la administración pública y la gestión del Estado, la utilización de la mentira como mecanismo natural de la dinámica comunicacional, la incapacidad de comprensión de las necesidades de la gente, su manifiesta incomodidad a los cuestionamientos hacia su gestión como manifestación de una personalidad desbordada que no asume su factibilidad de errar y de corregir, su rechazo a la solidaridad como medio de gestión de lo público, su impulso a la privatización de los bienes elementales de la subsistencia afianzando el lucro individual por encima del bien común, su ausencia en decisiones políticas que beneficien a la ciudadanía, la falta de conexión con el sufrimiento humano y de sensibilidad hacia los más vulnerables, la carencia de gestión de soluciones para la vida común de la gente,  la utilización del lenguaje soez en medios públicos, la denigración de la imagen presidencial banalizando sus expresiones como si fuera un adolescente descontrolado, la descarga emocional violenta sin ningún freno inhibitorio, el uso espúreo del Estado – al que odia y destruye cada día – pero que utiliza para hacer negocios con sus amigos, la degradación de las instituciones públicas, el desprecio por la humanidad que expresa en sus manifestaciones públicas, el manejo de las relaciones sociales con virulencia, la ponderación de la represión violenta con las armas y el lenguaje, el uso de imágenes sexuales para referirse a temas de orden público, todo ello no hace otra cosa que crear un caldo de cultivo de ebullición social que va a terminar seguramente (si nadie lo detiene antes) en una conmoción nacional de alcance inimaginable pero de un final claramente violento y predecible.

Los argentinos deberíamos preguntarnos si seguimos siendo un pueblo pacífico, trabajador, sencillo y solidario como siempre nos autodefinimos o hemos mutado, inconcientemente, a una subjetividad odiante y violenta de la que no queremos hacernos cargo por falta de honestidad intelectual y de humildad moral que nos haga autopercibirnos de la degradación a la que nos hemos arrimado. Lo hemos votado y lo seguimos sosteniendo.

En octubre nos diremos quiénes somos.

olopez

Más de 35 años en la comunicación nacional y popular Una propuesta audiovisual en formato de radio y de tele (Mateve/YouTube) Construcción de ideas alternativas en el campo de la batalla cultural Ejercicio de comunicación plural de frente a la unidad en la diversidad Idea y conducción, Omar López. Suscribite a Mate amargo