Hasta la victoria, querida Nora Cortiñas
Por Omar López
Norita murió este jueves a los 94 años.
Se fué sin saber cuál fue el destino de Carlos Gustavo, cuando se lo llevaron el 15 de abril de 1977 de la estación de trenes de Castelar.
Con serenidad mañana escibiré sobre Norita, mi novia, como le decía en broma cuando la presentaba en cada entrevista radial.
Podría decir que es una pérdida irremplazable. Mejor pensemos que su legado, su ejemplo de incansable luchadora, su inquebrantable fe en la memoria, la verdad y la justicia. Norita era amor desparramado, una intensidad que iluminaba con sus ojitos todas nuestros miedos, dudas y debilidades. Tantas charlas, encuentros en Mate amargo, cruces en la radio en decenas de entrevistas. Siempre intensa, alegre, dispuesta a otra batalla.
Madre de Plaza de Mayo, línea fundadora. Madre de todas y todos, dejando su amor sin pedir nada.
Esperaba este desenlace, y en estos días, recorri en mi memoria tantos momentos.
Con su partida se cierra un capítulo de la vida de todos nosotros. Y también se abre otro, intenso, de la memoria y el coraje sin tregua por la justicia, por los derechos, por la vida, el amor inclaudicable, el abrazo eterno, el festejo por festejar la juventud eterna, rodeada de pibas, pibes, veteranos, festejando la lucha por la verdad, por esa Patria liberada, por el pueblo feliz.
Norita seguirá viva, siempre, en cada paso dado ante cualquier injusticia. Ella estará presente con su amor sin frontera.
Me guardo mil momentos, su risa contagiosa, sus manitos de titán, su cuerpito que viajo sin pausa por todos los dolores y todas las cicatrices. Su docencia en tomar conciencia y respeto por la unidad solidaria, por viajar al puerto de los vencedores.
En este tiempo de tanta miseria y dolor, de hambre y tristeza que nos sacude a rebencazos, ella viene a desafiarnos otra vez, a decirnos que no hay rendición, que hay que seguir pariendo todas las patrias donde se acunan nuestros orígenes de pueblo, de clase, nuestra ideología que habla de nuestra idea, identidad, destino.
Norita será eterna porque las dignas nunca mueren, siempre brotan en cada conciencia que nace, en cada necesidad que nos reclama.
Norita, amor mío, tu luz será eterna iluminando las noches de los feroces dictadores, criminales de esta modernidad de la ultra derecha vandálica.