Intentaron asesinar a Cristina Kirchner
La Vicepresidenta llegaba a su domicilio al anochecer, rodeada de una muchedumbre, cuando a medio metro de distancia, Fernando Sabag Montiel, de 35 años, apuntó a la cabeza de Cristina con un arma Bersa calibre 38 y gatilló. El defecto en la corredera de la pistola hizo el milagro que la ex presidenta saliera ilesa.
Por cadena nacional, el Presidente Alberto Fernández hizo el anuncio de inmediato, señalando que fue “uno de los hechos más graves desde que recuperamos la democracia» y decretó para este viernes feriado nacional.
El Frente de Todos convocó para este viernes al medio día, la CGT y la CTA convocaron al paro nacional, en tanto de manera espontánea y masiva ciudadanos, simpatizantes, militantes se dirigen a la casa de Cristina Kirchner.
El fallido intento de magnicidio es producto de una siembra política y mediática de un odio criminal que tiene responsabilidad en la derecha política opositora y el poder económico que les impone roles y narrativa en función de sus intereses corporativos. Puntualmente, matar al movimiento popular que emana desde el peronismo, quebrar la resistencia a su lógica de apropiación de la riqueza y del estado.
Página 12 en su título de tapa manifiesta: “Una pistola en la cabeza de la democracia”
Crónica: “Quisieron matar a Cristina”
El Popular: “Intentaron asesinar a Cristina Kirchner”
La Nación tituló “Intento de magnicidio”
Clarín: Detienen a un brasilero (aclaración: nacionalizado argentino en 1992), que gatilló un arma en la cabeza de Cristina”. La línea (bajada) tras el título dice: Fernández (el Presidente) habló del odio y declaró feriado.
Por la oposición sicaria del gran capital mafioso, Patria Bullrich, la misma que durante el gobierno del PRO dijo “el que quiere estar armado, que ande armado”, reaccionó ante la cadena nacional del Presidente; “…está jugando con fuego”.
En la misma línea narrativa de una parte de la derecha radicalizada, el diputado porteño, Martín Tetaz sustuvo que “no se trató de acto de violencia”. Y la diputada por Santa Fé, Analía Granata disparó que “el atentado es una pantomima”.
Frente a la gran responsabilidad sobre la represión sobre el pueblo movilizado hacia la casa de Cristina en los últimos días, del jefe de gobierno porteño, Horacio R. Larreta dijo de inmediato; “»Mi total solidaridad con Cristina Fernández y mi más enérgico repudio y condena a lo sucedido esta noche. La Justicia tiene que actuar rápidamente para esclarecer los hechos».
Fernando Sabag Montiel, alias Salim, de 35 años, de origen brasilero y tiene residencia en nuestro país desde 1993, con domicilio en La Paternal, tiene antecedentes de violencia y varias apariciones ante distintos medios y sus cronistas repudiando 2los planes trabajar”. En su domicilio se encontraron un centenar de balas 9 milímetros. Tuni Kolman aporta hoy (Página 12) que Sabag fue detenido el 2022, por tenencia de arma “impropia”, un cuchillo de gran tamaño. Agrega Tuni; “tiene denuncias por violencia de género, tres acusaciones por maltrato animal y registra dos o tres domicilios que parecen falsos…”
La investigación –si es amparada por la decisión política de indagar en profundidad- puede abrir cajas muy oscuras que revelen diversas líneas conectadas con la narco política.
El criminal usó un arma de baja calidad –algo extraño en un sicario que busca no fallar en su misión- y habrá que ver más allá de sus tatuajes que pareen tener origen en simbología nazi, si hay vínculo banda de origen brasilera que lo sacón de aquel país rumbo en 2018.
Raúl Kollmann aporta un dato interesante en su nota de hoy: “En Brasil actúan las dos bandas más grandes del continente. El Primer Comando Capital (PCC) y el Comando Vermehlo dominan las cárceles, el narcotráfico, el contrabando y ya se extendieron a Paraguay. Hay algunos indicios de su presencia, en especial del PCC, en las cárceles argentinas.”
La Vicepresidenta está viva de milagro. La convulsión política en plena cumbre del odio construido por la derecha política nos pone ante una inflexión que ojalá una audaz lógica política pueda leer para superar el dominio y ambiciones criminales del poder real, su objetivo de invasión del Estado y su política de exterminio del Estado de Derecho.
Cristina es el símbolo que moviliza a los sectores mayoritarios del peronismo de a pie, del campo nacional y popular, y sus vertientes en la resistencia contra la ocupación y el entreguismo ultraliberal. El crimen real sigue sin castigo, los que disparan con sus armamentos mediáticos, con sus espías, los servicios de inteligencia de los grupos empresarios y las embajadas imperiales. Hay mucha pólvora flotando en el escenario geopolítico del presente. Mucha munición y más peligrosa que los mascarones embriagados de poder como la patética y vacua Bullrich o la mercenaria de los dioses falsos al servicio del gran capital, como Carrió y la lista sigue junto al campeón mundial de la impunidad Mauricio Macri. Finalmente, a no engañarse con estos títeres; el poder real, que no sólo está entre nosotros y en los medios, como un Dios, pisa todo los suelos.
Sus misiones de “inteligencia”: muchos países a la deriva; odios + ignorancia mediante, achatamiento político, limando la inteligencia crítica de muchas dirigencias, además alimentadas –en lo cultural por cierto- de un burocratismo que mata el necesario albedrío donde las militancias expresan sus ambiciones, sueños, ideas y ejercicio de la democracia política.