Sin medias tintas
Por Mate amargo
En la madrugada se publicó en el Boletín Oficial la suba por decreto de las retenciones (33 por ciento) al aceite y la harina de soja, y la creación del Fondo de Estabilización del trigo. La sorpresa del decreto no alcanzó a editarse en los diarios de papel.
El discurso y tono presidencia no trajo novedades.
Los anuncios titulados por el presidente contra la suba terrorífica de los alimentos y la inflación; la constitución de un «fondo de estabilización con el objetivo de evitar el traslado de esta suba del precio internacional al precio que pagan los argentinos y argentinas».
La medida apunta a la cadena del trigo, pero se analiza también para el caso de la fruta y la verdura.
La respuesta del poder económico concentrado ya está en camino.
La guerra declarada contra la inflación, producida por un puñado de empresas que manejan el mercado, la política, la justicia, los medios hegemónicos y servicios de inteligencia, serán breve y definitiva. (leer nota de Horacio Rovelli)
Se juega el poder de gobernar, la unidad del frente gobernante y su motricidad social.
La lucha contra el hambre y con la bomba de tiempo del acuerdo del FMI se transforma en una disputa política con escaso tiempo para lograr empoderar la democracia virtual que el poder económico manipula.
La sangre acude a la herida del pueblo que come muy mal y arrastra un pésimo ánimo. El corto plazo político impone salir de la crisis; se trata de más diálogo de buena fe con los grupos concentrados.
A la guerra no se va sin estrategia, menos en un país con 18 millones de pobres.
En el Frente de Todos también se libra una batalla que parece determinante; unidad o fracciones que marcharán más temprano que tarde por el cementerio donde descansan las derrotas populares.
Si en 2019 la unidad sirvió para enfrentar al neoliberalismo, hoy debe servir para cargar con el pueblo y un Estado Mayor del gobierno para combatir a un puñado de monopolios y embajadas que no permiten distribuir riquezas.
Por decreto y con coraje, y el pueblo movilizado el 24 de Marzo, el gobierno, la sociedad y el FdT con todos los medios de comunicación populares deberán exigir a la justicia nacional, internacional, organismos internacionales y el juzgamiento a los que fugaon capitales.
En el FdT se debate salir a la acción para alcanzar la cabecera de este desafío. Cambiar los pragmatismos por la contundente materialización de la acción política; un congreso vinculante de la militancia.
Aplicar la Ley de abastecimiento.
Segmentación de tarifas y reforma tributaria.
Aumentar las retenciones.
Fijar fijo y anual el impuesto a las fortunas.
Ir por la nacionalización de empresas de alimentos, creación de empresas estatales, fomentar unidades productivas de cooperativas en alianza con el Estado.
Son días decisivos para nuestro destino democrático, para liberarse del ataque del poder económico y de la derecha política a su mando. Esa liberación no se logra negando el conflicto o comerse la curva de que el poder económico es dialoguista y tienen corazón.
El gran capital de un Estado democrático es la política movilizada por el debate, y la voluntad organizada del pueblo. Esa es la deuda mayor y hay que saldarla en corto plazo.