Discursos Alternativos vs. Discurso Hegemónico
Psicóloga clínica – Orientadora laboral y vocacional
El punto de partida es la contradicción entre discurso hegemónico y discursos alternativos. Nos referimos al discurso hegemónico como aquel que nos presenta un mundo sin opciones, con un único discurso, el del poder y los poderosos, que nos arroja a un vacío de alternativas. La imposición del discurso único no se efectúa utilizando solamente aparatos represivos, sino fundamentalmente por medio de sistemas de modelación subjetiva (como por ejemplo el marketing en relación al consumo).
Es así que, desde el otro polo de la contradicción surgen discursos alternativos, expresados en conceptos como consumo responsable, veganismo, economía sustentable, ecología, etc. Cuando una persona aborda y se posiciona desde estas miradas, en general lo que ocurre es que es rechazado y/o etiquetado peyorativamente como excéntrico, molesto, trivial, etc. En realidad estos discursos van más allá, pues proponen una ética que tiene consecuencias económicas, dado que pensar dónde uno decide poner el dinero, implica una responsabilidad, en tanto que con esta decisión favorecemos a unos y perjudicamos a otros.
Los discursos alternativos son rechazados por lo que se conoce como “sentido común”, una construcción ideológica de discurso totalmente legitimada y patrocinada por los sectores privilegiados y hegemónicos del poder económico y político.
En el ámbito del trabajo, la posibilidad de sostener un discurso alternativo, implicaría analizar el circuito económico de producción capitalista, y a la persona pensada como ser productivo.
Esta noción de productividad está relacionada con el mundo del trabajo, pero lo excede. Por ello nos interesa trabajar con las personas, para que puedan insertarse en el trabajo formal o bien generando proyectos de tipo cooperativo teniendo una nueva mirada, buscando conectar a cada uno con sus potencialidades, para que reconozca, valore y se identifique con sus habilidades (enfocar en qué le gusta, qué sabe hacer, qué disfruta, cómo apuntalar su valoración personal, etc.).
En suma, la propuesta es tomar distancia del discurso único paralizador y enfermante, asumiendo la posibilidad creativa de construcción de discursos alternativos en todos los ámbitos, y no sólo en el del trabajo.-