No ceder ante los poderosos
Por Omar López
El Frente de Todos, con el musculo del peronismo activa su capacidad de movilización en el territorio bonaerense a menos de un mes para los comicios del 14 de Noviembre.
Los actos conmemorativos del 17 de Octubre, en el Día de la Lealtad abren un abanico de expresiones e identidades sobre la discusión del proyecto nacional y popular de la alianza gobernante.
El Presidente Alberto Fernández y la Vice Presidenta Cristina Kirchner afirmaron en sus convocatorias el eje de la unidad, tema central en la militancia cruzada por serias contradicciones sobre cómo y con quiénes discutir y armar el proyecto nacional, en un momento de potente desestabilización a manos del poder económico y su maquinaria de la prensa hegemónica.
Los actos del 17 tendrán sus contramarcos en distintas concentraciones, luego que la CGT, el Movimiento Evita, y el propio presidente habían desmontado la convocatoria con el argumento del Día de la Madre y priorizar el encuentro familiar. Tras las críticas en diferentes niveles de la alianza, Alberto Fernández emitió un comunicado como presidente del Partido Justicialista convocando a manifestarse desde las 16 hs del domingo.
Sin duda cohabitan ideas cruzadas sobre la construcción política. Nada nuevo considerando la heterogeneidad de la coalición gobernante en disputa. Una difícil convivencia de intereses ideológico y comprensión de época.
Las nuevas medidas económicas que implementa el gobierno dinamizan el rol de la militancia que rema en la arena con una parte del electorado reclamando un firme control de precios, medidas para evitar la pérdida de precario poder adquisitivo entre otras cuestiones primarias de la sobrevivencia diaria.
Los candidatos cruzarán ideas, argumentos y proyectos a partir de la herencia dejada por el macrismo que postró por décadas a los argentinos que deberán pagar una deuda fugada y con todos sus responsables gozando de total impunidad. Algo que no aparece en carne viva en gran parte de la ciudadanía, por el permanente borrado de la historia reciente de los medios hegemónicos y la precaria determinación política de comunicar evidencias de los crímenes económicos y sociales de la derecha.
Cuánto influyen los debates televisados con poca audiencia y en el set de la mayor corporación mediática golpista que recuerda la historia argentina. Hubo un cros a la mandíbula en la PASO; hay que dejar de boxear en la sombra. Por abajo la militancia discute y reclama presencia y discusión en el medio de las plazas, cargando el costo. Llama la atención que muchos de los locales del FdT están cerrados en muchas localidades humildes del conurbano. La ausencia de carteles y pancartas frente a una masiva propaganda mural de la derecha. Muchas paredes dejaron de hablar, muchas radios comunitarias que se escuchan en los barrios humildes todo el día; cuartetazo, chamame, folkore rock y tangazo de por medio poco y nada difunden. La campaña aún se cruza poco con la rutina social de los más pobres. Y es una vieja cuestión que la historia reciente ya nos demostró que cuando se ignora la ruta diaria que en cada jornada emprende la comunidad, se está lejos de hacer contacto, de escuchar y ser interpelado. Hay nuevos spots o piezas publicitarias con el mensaje del «Sí», buscando transmitir positividad en el marco de la reactivación económica y las nuevas medidas adoptadas. No es el famoso y cínico Siii, se puedeee, del mayor asaltante que paso por la presidencia. Pero la verdad que raspa y mucho. Falta –como nos dice uno de nuestros entrevistados en Mate amargo- una opción radical por la inclusión, que está en disputa, cierto, y no sabemos bien cómo está socializada dicha contienda. El diálogo, las medidas económicas que salen al cruce del descontento manifestado en las urnas, debe adecuarse a la cercanía electoral y es bueno ajustar táctica para adquirir más fortaleza y profundizar. La cuestión es el cómo, salvataje económico, social, cultural ni hablar. La inclusión, con todos, sí pero como nos dijo en una entrevista el querido pedagogo Tony Nicolau, todos los que deban ser incluidos. No gusta la mesa con los poderosos para discutir la economía, precios, etc, cuando la mesa sigue vacía de los productores campesinos, los trabajadores de la tierra, las Pymes, la industria nacional productiva y diferente en muchos aspectos a los núcleos hegemónicos de la economía, a esos que son más devotos de las medidas del Fondo que los propios CEO del organismo.
Con el agua hasta el cuello o las patas en la fuente, somos los que estamos viviendo el presente, disputando críticamente el origen fundante de una identidad que se transforma a cada instante, que el totalitarismo mediático se encarga de hacer desaparecer la historia, imponiendo un ahora fugaz, vacío, individual, consumidor, solitario y rumbo al precipicio de su destino. La campaña, los dos años que vienen son ahora, con los dientes apretados y la inteligencia abierta a la escucha, las ideas, a los dolores que reclaman que de una vez por todas tengamos la historia maravillosa de ese pueblo que sale a redoblar la marcha por sus derechos, a identificar al enemigo que por ahora convenció a muchos que es tu hermano, cuando es el lobo que te despedaza y vende tus huesos para el museo de la resignación.
