Apuntes desde la comunicación humanitaria estratégica (CHE)*
Apuntes desde la comunicación humanitaria estratégica (CHE)*
El gobierno no es un solo hombre,
una sola mujer y sus ministros
Por Omar Lopez
El gobierno no es un plan-programa, una estructura estatal
El gobierno no es solo una elección de pertenencia
El gobierno no es una palabra justa, un sentimiento digno
El gobierno nacional y popular es mucho más
Es la determinación política de saber organizar todas las sumas de capacidades y sacrificios. Es la decisión de corregir y ejercer su poder político
Anticiparse a los efectos de todas las causas en esta contingencia nefasta, tarea que el gobierno sostiene con éxito y coraje
El conjunto heterogéneo del gobierno, su mando mayor, su acción y corrección merecen colectivizar más la capacidad de prevenir acontecimientos, aptitud de reorganizar y multiplicar la participación de servicio entre lo contingente y necesario.
Son tiempos de firmeza y determinación ante el virus y el criminal comportamiento de 100 empresarios causantes del caos en la ya muy grave situación económica.
Cien poderosos con vínculos con el poder global.
Cien corporaciones aliadas en torno a un modelo de explotación, saqueo y dominio cultural y social.
Cien que buscan despedir trabajadores, desabastecer, aumentar lo que ya no se puede pagar para el alimento familiar. Desconocer al gobierno, limar el crecimiento de su imagen, especular…la carne, las verduras, los remedios.
Cien ejércitos invisibles con sus terrorismo de sobre precios que arrastran al miserable que por las dudas remarca también.
Sus patrullas mediáticas, parte de la vieja sociedad del engaño informativo.
Los grupos de tareas, esos gajos inmundos de ex funcionarios que marchan a golpe de cacerola porque no pueden regresar a los tiempos de la marcha militar.
Sin duda, hay errores en medio de tanto desvelo por la salud del pueblo..
No se puede repetir las interminables colas de jubilados en los bancos, la falta de sanidad, organización y seguridad en el lugar. El presidente Fernández reaccionó e impuso que se resuelva el formato de pago, que abran bancos sábados y domingos…
Se impone repensar de inmediato otros formatos de asistencia que no implique colas, aglomeración, sufrimiento. Pensar bancos móviles escoltados por las fuerzas de seguridad, entregando los haberes en barriadas populares.
Castigar el robo de los comerciantes que remarcan criminalmente. Intervenir el comercio, no cerrarlo. Empoderar a la militancia barrial como funcionario del Estado con un protocolo, deberes y obligaciones para garantizar que ese comercio brinde precios justos. Es un acto democrático profundo en defensa del Estado de Derecho amparado por nuestra Constitución Nacional.
El gobierno somos todos los que queremos un gobierno nacional, popular y de todas y todos, y debemos cuidar la cabeza y dar musculatura a la inteligencia que la auxilia, a los brazos y piernas que van y ejecutan el ejercicio práctico de asistir, construir, atacar y replegar cuando corresponda.
Es tiempo de ser claros y contundentes; intervenirlos y nacionalizar las empresas si es necesario y llevarlos a la justicia. Al pueblo se le nacionaliza la miseria y el temor a diario como algo aceptado en los manual que imparte la pandemia mediática.
Es inaceptable, inmoral, que empresarios con 80 mil millones de dólares de patrimonio personal imponga más hambre, se burlen de las leyes, y armen rebeliones contra el gobierno. Son extensiones del horror del nazismo, aquel odio profundo a la raza humana. Merecen juicio, castigo, y también aquellos que se enriquecen narrando sus engaños y sosteniendo su lógica. Deben pagar ante la ley y el pueblo su desprecio a la verdad, su sociedad con la mentira y la explotación.
La relación de fuerzas con el poder real, de estos hijos del coronavirus del mercado no es fácil. Hay que jugar en este nuevo escenario que modifica reglas y categorías del agónico capitalismo planetario, y hacerlo desde la convicción democrática. El gobierno «con todos» asistiendo a un hombre en el gobierno.
Hay tanto por hacer en tan poco espacio de tiempo. Mejorar la comunicación; ampliar canales de transmisión, convocar a una red de información popular, organizada, atrevernos a ser protagonistas y esforzarnos por comprender el momento histórico que corporiza ahora.
*La CHE es principio democrático de comunicación impulsado por Mate amargo hace más de una década.
