Todas las tumbas del peronismo

Desde la derecha y hasta ciertas orillas del pensamiento político de la izquierda existe un desarrollo analítico político sobre la pericia política del presidente Javier Milei a quien se le atribuye una pericia formidable que puso en crisis a la oposición, centralmente al peronismo.

En este cuadrante del relato político y mediático ingresa una diversidad notable de analistas e intérpretes de la etapa de época.

Análisis político en Mate amargo, domingo 7/12/ a las 23:00. AM 530 Somos radio

Este texto se acompaña con el audio del programa emitido.

Por Omar López

Desde la derecha y hasta ciertas orillas del pensamiento político de la izquierda existe un desarrollo analítico político sobre la pericia política del presidente Javier Milei a quien se le atribuye una pericia formidable que puso en crisis a la oposición, centralmente al peronismo.

En este cuadrante del relato político y mediático ingresa una diversidad notable de analistas e intérpretes de la etapa de época.

Comunicadores avezados en la investigación política, economistas con rigor en la materia y profunda orientación democrática recargan su interpretación entre una sociedad dividida entre peronismo y anti peronismo.

En semejante divisoria de aguas existe una fluctuación en los votantes más cerca o lejos de las ideas dominantes por derecha y por el progresismo democrático popular encabezado por el peronismo.

Es llamativa la fuga del análisis histórico de las diversas fuerzas conductoras de la ultra derecha que desde 1800 a este presente impuso el crimen y el castigo a toda fuerza revolucionaria, democrática, popular y en particular al peronismo.

Asombra la fuga de rigor a la hora de indagar y proponer la pregunta sobre el peso de la contienda ideológica en el siglo 20 y 21.

Asistimos a un escenario analítico de superabundancia de omisiones centrales, determinantes, la lucha de clases, las acciones de inteligencia financiadas por las grandes corporaciones que se fueron adueñando de la estructura económica y política.

Cuánto falta revelar sobre la responsabilidad en intervenciones de control social, persecución, proscripción, saqueo, crimen de lesa humanidad, control comunicacional, de desinformación, implantación de diversos tipos de campos de concentración en lo cultural, en la producción de los sentidos de lo individual contra lo colectivo, la producción del fomento de una lógica acrítica sobre el pasado y presente desfondada de todo proceso de identificación de identidad.

A la par de la primera, segunda y los múltiples focos geopolíticos militares con despliegue bélico a la puerta de la tercera guerra mundial se advierte una distracción en el adn del devenir de los intereses económicos del poder global en su comportamiento y conducción de sus objetivos imperiales.

Resulta interesante el escape que se suele producir cuándo se pregunta sobre esos intereses dominantes qué, cómo y entre qué alianzas y operaciones de inteligencia hacia dentro de las conducciones progresistas, democráticas funciona ese poder real. La respuesta suele ser plana, cobarde, sin aspiración de ningún tipo de liberación de la razón hacia la verdad. La respuesta mecánica es “a la GENTE no le interesa”

Quién, cómo, durante cuántos pliegues de las crisis del desarrollo capitalista en la lucha de clases, en los frentes y contra frente de la ideología de fue constituyendo la retórica de que “algo habrán hecho” cuando los que hicieron de la muerte una religión para la obediencia al amo fundador de una democracia vigilada atada a la lógica de no vulnerar las fronteras de una ficción del Estado de Derecho, siguen sueltos, inclusos su mano de obra criminal ahora es reivindicada y se la busca sacar de los calabozos.

Cuánto de “a la gente no le interesa” es verdad que no quiere saber ni entender ni razonar sobre su despedazamiento diario como persona, sin pan, sin trabajo, sin ganancia a la visa, vigilado por si patalea, sin inmutarse por la muerte en vida de sus madres o padres jubilados o sus hijos, en muchos casos subidos a un tren que los lleva a la modernidad de la nada donde solo gira la noche.

El movimiento peronista atraviesa una crisis filosófica, económica sujeta a intereses de clase profundo, a un desorden de la compresión ideológica que sostuvo una identidad nacional, popular y sudamericana. Una crisis con dinámica de la no ruptura con las lógicas impuestas por el poder económico que ganó la batalla de la infiltración, de los servicios de inteligencia, de la compra y venta de referencias regionales partidarias.

La proscripción de Perón, el plan de aniquilación de los cuadros revolucionarios del peronismo, de la comunicación creativa y subversiva de la juventud peronista tantas veces infiltrada, traicionada, (Patricia Bullrich, un servicio ejemplar) y la lista sigue y requiere un libro completo, desde proscripción, dictaduras, desaparecidos, dirigentes quebrados, corrompidos, aupados en conducciones narcotizadas, bandoleras y mafiosas, como rinde culto la vieja guardia de entregadores del movimiento de la burocracia sindical  con viejas momias malditas ocupando hace décadas los gremios.

No sorprende la inagotable producción de mutilación del pensamiento crítico, los brujos de la política como José López Rega, el fascismo, las tres A (alianza Anticomunista Argen tina) que yo mismo vi en acción matando, secuestrando y desapareciendo a humildes y valientes militantes portuarios. Como el huevo de la serpiente en las líneas avanzadas de las juventudes revolucionarias, no sorprende la condena a Cristina y la condena aún muerto a Néstor Kirchner. Había que romper una ruptura de la obediencia del pensamiento único, matar el brote de un nuevo ejercicio democrático de la gobernanza colectiva desde el abajo, la disputa de las conducciones sociales, política, universitarias, científicas, gremiales, la batalla cultural que pocos pudieron interpretar enfundados en sus pistoleras de la autocomplacencia, del entreguismo verticalista, de las ponzoñas pragmáticas, antes de asumir el riesgo de matar viejas ideas, abrir nuevo pensamiento, provocar el gobierno de la creación de aquellos que respiran, huelen, escuchan y se desgarran con su clase en los laberintos enfermos de las batallas del pueblo.

Ninguna idea se rinde cuando se resiste a morir, en una humanidad ultrajada de individualismo, con héroes tecnicolor, con inteligencia virtual que viene haciendo de las suyas cuando desde el imperio parieron el control y la reproducción de los algoritmos.

Es falso que Milei alcanzó el poder por su feroz viveza en un set de televisión. Es cierto que es un impune demencial cultivado en los campos del odio mediático de las clases dominantes. Tan cierto como que el movimiento nacional y popular en todas sus versiones democrática no evolucionó en dar la contienda política cultural frente al poder real que ya había sitiado todos sus mecanismos de producción política.

La rebeldía del peronismo, de las izquierdas del combativismo social ante el poder superior de los grandes dueños de a maquinaria del dominio económico se fue recortando. Derrotas en la contienda de las ideas con ruptura del debate y la conducción colectiva, del estudio y la creación de una inteligencia política de cuadros que no quedaran estancados bajo la tutela vertical de un solo liderazgo. La ausencia de la autocrítica no es nueva y es fatal, mucho pensaron hasta su muerte masticando el espanto hasta la locura como Agustín Tosco, el gráfico Raimundo José Ongaro que fue recibiendo en cajas de zapatos restos de sus hijos, o Héctor Germán Oesterheld que sufrió el crimen de sus cuatro hijas y luego su propio asesinato.

La lista es interminable, como son interminables las preguntas sobre cómo llegamos a este presente de tanta muerte de la razón, de locura y entreguismo sin par.

Es cierto, el peronismo está en coma, pero lejos de morir, porque las ideas no se matan, evolucionan con la lucha, con el despliegue de los interrogantes y con la revolucionaria conducta de amar la organización y el combate de las ideas y construir el destierro de los traidores.