Las hace, las paga
Porque el pueblo argentino debe pagar la deuda externa generada por el gobierno de Macri
Por Horacio Rovelli *
Emilio Luque es un empresario de Tucumán, que en octubre de 2019 provocó la quiebra de su cadena de supermercados en la provincia, dejando en la calle a más de 1.200 familias, y con un embargo de la AFIP por una deuda impositiva de más de 200 millones de pesos.
Todo ese proceso fraudulento de cierre y despidos masivos lo llevo a cabo evitando declarar la quiebra durante largos meses, por los cuales suspendió los pagos de salarios y ahogando en sus necesidades, los trabajadores aceptaron su oferta de retiro voluntario, con indemnización al valor del sesenta por ciento del valor que le habría correspondido, que encima pagó en trece cuotas. Sin embargo, los cuatro años de la gestión de Macri, Emilio Luque, compró para sí, 17.802.944 dólares. La AFIP debía llamarlo a ese señor y decirle cómo hizo para comprar esa suma de dólares si está en quiebra y en deuda con el fisco. De igual manera hay que llamarlo a Marcelo Mindlin, y preguntar cómo hizo su grupo económico Pampa Energía, que tiene junto con Joe Lewis, y se supone también que con Mauricio Macri, y el CEO de Black Rock, Larry Flint, reconoce que también tiene participación en Pampa Energía. Cómo hizo Pampa Energía para comprar 903,9 millones de dólares, sino pago impuestos a las ganancias en ese periodo en forma proporcional a ese monto. El Banco Central nunca comunicó oficialmente quiénes eran los que compraron dólares en la gestión de Macri. Sí sabemos que siete millones de personas, jurídicas, empresas y personas físicas, compraron 86.200.000 de dólares. Los cien primeros compraron 24.679.000 millones de dólares.
El medio digital Cohete a la Luna, con fecha del 24 de mayo de 2020, en una nota titulada Los Cien de Macri, afirma, y nunca fue desmentido, ni por las empresas, ni por las personas invocadas, ni por el BCRA, que “entre esos grandes jugadores encabezan el lote Telefónica de Argentina con 1.248,2 millones de dólares y Pampa Energía, con 903,2 millones de dólares. En esa lista se cuentan empresas como Monsanto de Argentina, donde hizo toda su carrera Gustavo Irigoras, que hoy pone el grito en el cielo porque el Estado quiere intervenir sobre el río Paraná, que nos pertenece a todos. Este personaje es el actual presidente de la Cámara de Industria Aceitera de la República Argentina y el del Centro de Exportadores de Cereales, y conspicuo miembro del Concejo Agroindustrial Argentino, que es el nuevo poder económico en Argentina.
El Grupo Clarín de Magnetto, con Directv y Telecom Argentina, el Grupo Techint, con Siderar, Hidrovía Paraná, cuya licitación sobre el dragado y tráfico del Paraná se les vence el próximo 30 de Abril, Aceitera General Dehesa, una de las grandes beneficiadas con tres puertos propios, uno de ellos con la multinacional Bunge, en los setenta kilómetros del nodo portuario vía Rosario – Santa Fe. Se suman Arcor, de la familia Pagani, el Grupo Galicia, los Braun, Ayerza, Escasany, el Banco Hsbc, y el grupo Irsa, de Eduardo Elsztain, que está acusado en Israel de quiebra fraudulenta.
Es obvio y evidente que el pueblo argentino no puede pagar esta deuda. No es justo que el pueblo argentino que viene sufriendo las consecuencias del gobierno de Cambiemos, y ahora la pandemia, pague esta deuda.
Antes que nada se debe auditar exhaustivamente, como hicieron los Luque y los Mindlin para comprar los millones de dólares, cómo hicieron, no pagaron impuestos a las ganancias, en el caso de Luque, peor porque se declaró en quiebra. Investigar y de ese modo se podrá amortizar gran parte de la deuda con el FMI. *Horacio Rovelli integra el equipo colaboradores de Mate amargo
