Las fuerzas populares aún no despabilan
Editorial del programa Mate amargo, sábado 5 de enero 2019
Por Omar López
Sabemos de la refundación de la miseria humana propuesta por Macri – Bolsonaro. Es un asesinato intelectual, en carne y hueso a los valores que sostienen toda condición humana.
Macri y Bolsonaro lo expresan de distintas formas en la intervención de su poder en la región.
Necesitamos comenzar a leer las diferencias y los laberintos de intereses que están en discusión dentro de cada núcleo del poder real, separando a sus patéticos mascarones de turno del poder político económico. Es una necesidad básica para construir el retorno al poder de una civilización democrática que recupere el Estado para aplicar a la justicia social, la independencia económica y a la soberanía política ante un aterrador escenario geopolítico.
Para algunos analistas “es fácil ver que Macri y Bolsonaro son parte del mismo fenómeno. Pero es difícil encontrarle explicación a este fenómeno que asemeja a un suicidio en masa.” Sucede que este “fenómeno” de derechas desensillando derechos y garantías constitucionales de los pueblos y tratando de imponer su reemplazo por otros sin valores humanos medievales, inquisitorios y jugando desde una orilla de uno de los poderes imperiales que se disputan el capitalismo global, no son sencillamente lo mismo. Son construcciones políticas, armados de alianzas de intereses económicos, regionales, y atravesados por formaciones socio culturales de las capas dominantes que habrá que atender de una vez por todas. “El suicidio en masa” de los pueblos nos compromete a revisar largos procesos históricos de las batallas de ideas con el capitalismo; las sucesivas reinterpretaciones de las fuerzas populares sobre los cambios producidos por el capitalismo, su narrativa política, su universo simbólico. En nuestro proceso histórico de reacción política también podremos estudiar las respuestas defensivas de los movimientos políticos populares y las dificultades de sostener la discusión entre la sociedad; entre dos pensamientos antagónicos. La comunicación política, la militante, y la informativa, discutiendo el engaño, lo falso y lo legítimo.
Estas derechas mantienen por ahora su unidad contra el pueblo trabajador, contra la sociedad desposeída y explotada. En el ancho y desvariado mosaico de la oposición, en Brasil y en nuestra patria, no sucede lo mismo.
El principal recorte de poder lo producen las propias fuerzas políticas del campo popular, sistematizando sus diferencias en lugar de fortalecerlas y dar riqueza a la extraordinaria acumulación de valores adquiridos en sus luchas.
Mientras el poder oscuro del neoliberalismo encandila, Durán Barba pone la discusión de las eternas vacaciones del supuesto presidente Macri. Discutamos eso, no la economía. O mejor, discutamos nosotros la represión que se viene para sostener el proceso de desmembramiento social que requiere el plan del FMI. Ese escenario podría afectar las intervenciones sociales en la lucha contra el saqueo, en el proceso político que busca la movilización en unidad para alcanzar un programa de acuerdo hacia el frente electoral de este año.
Ahora hablamos sobre dichos de Macri si en los últimos 70 años de Argentina nuestro país vivió de fiestas, y que por esa razón cuesta recuperarse en tres años. Ojalá gobernara la estupidez. Pero, aquí gobierna una maldad desbocada, cínica, y aún con capacidad de cálculo y con la escolta de uno de los imperios del mal sobre la tierra, cuyo jefe político quiere recuperar esta región para su disputa del mundo con China y Rusia.
Hay un estúpido, sí, pero no es él quién gobierna. Su boca se utiliza para rotar las prioridades políticas y encontrar desde ese poder en discusión que es Cambiemos una ventaja para ir sorteando la descomunal crisis económica y social que empieza a llevarse puesto a una clase de parásitos que encontraron el poder gracias al odio sembrado y a la sumatoria de errores políticos del gobierno anterior.
Podremos discutir el último siglo de Argentina, el mundo, sobre todo como las fuerzas de la opresión económica transformaron las condiciones materiales del país para su reinado, y cuánto de esas condiciones materiales, y culturales son vigentes en el quehacer político.
Las fuerzas populares aún no despabilan y siguen con sus pragmáticos cálculos, algunos viendo cómo sobreviven con los viejos reflejos de la política, otros cómo negociar un par de cargos para sobrevivir en la política. Abajo transita el pueblo cruzados por la comunicación del poder económico dominante que busca evitar la ruptura del contrato de una parte del votante con Cambiemos, que trata de prolongar el cautiverio de los muy pobres que aún se identifican con sus patrones. Hay cosas que deberemos cambiar si queremos que la época de división entre los hermanos del sur, de los nuevos campos de concentración cultural y político nos abarque.