La primera ronda
La primera ronda de Las Madres de Plaza de Mayo.
Cuarenta y tres años atrás, el coraje de catorce mujeres que enfrentaron al terrorismo de estado, daba inicio a una producción única en política de Derechos Humanos. Buscando a sus hijos desaparecidos, denunciando secuestros, violaciones, torturas y exigiendo juicio y castigo. Notable movimiento que atrajo a la juventud, y a la militancia, iniciando una batalla cultural que rompió modelos tradicionales de los partidos políticos. Esas catorces mujeres desesperadas por la vida de sus hijos, solo armadas en vientre, corazón y coraje comenzaron a rondar en la historia política y mundial abriendo un nuevo «yo acuso» en el mundo que las reconoce como expresión única de la resistencia al terrorismo de estado. Ellas abrieron portales a la comprensión y conciencia social sobre las razones del crimen de Estado y el dominio del capitalismo. Es notable como remontaron el dolor del sacrificio y ausencia de sus hijas e hijos, en tanto su aprendizaje por construir la trama junto a muchas militantes que llegaron con su familia a rearmar otra lógica de producción política. La Familia se hizo un partido con corazón, coraje y memoria. Abrieron otra dimensión de la discusión política sobre los derechos Humanos, y el mundo las reconoció en su lucha. Tal vez no sea ninguna pifia considerar a nuestras Madres, y abuelas, como parte de un emblemático desembarco cultural que salta todas las lógicas y manuales. El ex presidente Néstor Kirchner las elevó al más alto rango de la política de Estado en materia de derechos humanos. Así como el discurso del entonces presidente en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), y la ocupación floreciente de la vida, la memoria y el porvenir democrático con la presencia de las Madres y todas las organizaciones de los derechos humanos, en ese predio con tantas sombras de muerte.
Las Madres, y Abuelas, son conocidas y porque no comparables en el mundo con Che Guevara, Maradona, Mandela… y no por nada, el más grande observador de los cambios en la humanidad, Fidel Castro, las puso junto al Che.
En Mate amargo, compartimos la entrevista realizada por Omar López a Hebe de Bonafini, cuando se cumplieron los 40 años del golpe cívico y militar.