El vértigo de pensar
ENTREVISTA
Antonio (Tony) Nicolau *
Contenido entrevista radial online realizada el jueves 14 de octubre por Omar López
El desafío de volver a pensarnos en el mar revuelto de lo colectivo, con las derechas pariendo su versión ultra/facha, diseñada en los primeros meses de la pandemia cuando el capitalismo, sus estructuras dominantes y estandartes sobre el contrato social comenzaron a desquebrajar. El dominio mundial, cultural, mediático, el juego de las escondidas en las redes donde aparece la libertad vigilada produciendo el efecto de los pájaros disparando a la escopeta. Con la memoria de largo plazo herida y la identidad arrebatada por la industria apropiadora y dominante del gran capital, las fuerzas democráticas bucean en la profundidad de su crisis los senderos para reconocerse, replantear la estrategia y el qué hacer en la acción táctica colectiva. (Omar López)
*Profesor de filosofía, magister en educación, e investigador. Director titular concursado en el nivel secundario. Profesor titular concursado de Pedagogía, Historia y Política de la Educación Argentina y Filosofía en el nivel terciario. Secretario de la Cátedra libre Appeal en la UNLP dirigida por la Dra. Adriana Puiggrós. Miembro del equipo de investigación Appeal desde 2010 hasta la actualidad.
“Es necesario reconfigurar el sistema mundo desde otra perspectiva”
Educación, memoria e identidad
Mate amargo – Cómo entender el valor político de la identidad, en lo personal y en la trama de lo colectivo explorando críticamente la memoria a largo plazo. Somos porque recordamos lo que fuimos.
- Tony Nicolau – Lo que hizo el capitalismo y su corriente más cruel que es el neoliberalismo es suplantar el concepto de memoria y suplantarlo por el concepto de imaginación. La diferencia entre ambas; la imaginación es la evocación simple del recuerdo inmediato, memoria de corto plazo. Lo que ha hecho el poder neoliberal a través de la construcción de la lógica del capitalismo es borrar la memoria, y la memoria es otra cosa que el recuerdo. La memoria es la actualización permanente en la evocación del pasado, por eso tenemos historia. El trabajo de memoria significa un esfuerzo de rememoración, un trabajo que hay que hacer permanentemente por significar y resignificar el pasado y eso es una lucha contra el olvido.
- El neoliberalismo, en mi definición, es una matriz socio cultural y además espiritual que tiene una misión fundamental que es borrar la memoria, mediante el exceso del presente para dominar el pasado y el futuro. Entonces, lo que hace el poder real es desplazar la memoria por un eterno presente. De manera que nunca te acuerdes de dónde venís, de dónde vienen ciertas decisiones.
- Mate amargo – Hablamos de la urgencia en cuanto a la herramienta cultural y política que tiene el espacio democrático, del pensamiento crítico, pensando no solo empoderar a la militancia, sobre todo en cambiar los cursos de cómo pensar el presente revisando nuestra memoria y nuestro pasado.
- Tony Nicolau – Construir la historia es acudir a la memoria, y ahí hay una serie de factores que están interviniendo en el proceso histórico fines del siglo 20 y lo que va del este siglo 21, que es ese borramiento, Lo político de la memoria y de la identidad esta en constituir sujetos que sean capaces de repensar su función social entendiendo que el pasado no solamente está en el presente, sino que de alguna manera condiciona el futuro. Hay una relación en los tiempos en que transita la historia que es ineludible tener en cuenta. Si es que uno no quiere caer en la esclavitud del “presentismo”, y esa esclavitud del presentismo, del hombre sin historia; hay metáforas de cuentos que lo relatan, los excesos de memoria como Funes el memorioso, el famoso cuento de Jorge Luis Borges, y también los procesos de des memoria en los que están construyéndose el avance del uso y abuso de las tecnologías, que pueden ser bien utilizadas, siempre y cuando no hagan este borramiento. Justamente las tecnologías te pueden dar la posibilidad de reconstruir ese pasado y observar las continuidades y las rupturas que existen en la historia para poder afianzar un presente y promover un futuro que tenga mayor felicidad.
- Mate amargo – IDENTIDAD – CLAVES EN LO POLÍTICO CULTURAL
- Tony Nicolau – La búsqueda del poder (el neoliberalismo) es poder cooptar la identidad social que gobierna el poder. Tenemos en nuestro país una identidad que hemos construido a lo largo de nuestra existencia, compleja, muy almalgamada, acabamos de transitar el 12 de Octubre que es una fecha emblemática, para todo el continente latinoamericano, la Argentina no es la excepción, en donde la identidad del sustrato [lo que está en la base – origen de algo] de los pueblos ha sido avasallada en principio por el capitalismo imperial europeo del siglo XV y XVI en adelante, y después por el afianzamiento del capitalismo de intercambio, es decir en el siglo XIX, y en el siglo XX y este muy avanzado del siglo XXI, que quiere inocular el veneno de transformar la subjetividad yendo al fondo con las constituciones sociales; es un trabajo que explica muy bien Jorge Alemán. Y la realidad es que la política al servicio de los intereses del capital intenta cooptar la identidad, que reiteremos se ha construido de manera muy compleja. Por ejemplo, nos cuesta a nosotros identificarnos como argentinos nativos, solemos decir con frases muy hechas por el poder que los argentinos descendemos de los barcos. Eso lo que hace es negar la gota de sangre indígena que corre por nuestro torrente sanguíneo que hace también a nuestra identidad.
- La identidad no es algo fijo; o somos de raíz indígena o de raíz europea, en cuanto a los rasgos físicos, también ideológicos, La identidad es algo que siempre está siendo, es dinámico, entonces yo me quedo con un concepto de Rodolfo Kusch, un filósofo argentino que se fue a vivir a Jujuy y terminó sus días allá, en el norte argentino, viviendo entre los indígenas, con este concepto que después fue utilizado muy bien por Paulo Freire, en Pedagogía del Oprimido, que es el concepto de “estar siendo”. Y las identidades tienen una cuota de constitutividad y una cuota de movilidad, de dinamismo. Eso nos lleva a pensar que las identidades son inacabadas, no están terminadas, no son, sino que están siendo, y el problema de la argentina en lo político, es que todavía no estamos terminando de acotar o definir lo que somos, la identidad que tenemos. Entonces nos cuesta, muchas veces, tener claro dónde está puesta nuestra idea como pueblo, hacia dónde queremos caminar. Nos queremos parecer o más a unos o más a otros, y ahí está el concepto de grieta dando vuelta, que para mí es un problema irresoluble, en término filosófico, porque me parece que siempre que se constituye una identidad a favor de y a la vez en contra de, entonces habrá que definir en el proceso identitario, a favor de qué y de quiénes quiero estar y en contra de qué y de quienes quiero estar.
- Mate amargo – Si la identidad está en disputa, si la identidad es una búsqueda constante y hay una gran pulseada por ver quién maneja y rediseña las identidades entre el poder real y quienes quieren construir un poder en función de un estado nacional y popular. Qué nos está faltando en función de recuperar la capacidad de comprensión crítica de todo lo que se fue transformando en la compleja identidad de nuestro pueblo, pensando en la calidad de la discusión.
- Tony Nicolau – En el proceso de reconstrucción de la identidad, en particular la argentina, a lo que a nosotros nos estaría faltando es una opción radical por la inclusión, y no claudicar ante esa opción. Y la inclusión es con todos los que deban ser incluidos. Hay una discusión en torno “a que es con todos”, y no puede ser nunca “es con todos”, porque en ese todos hay diferencias que son insalvables y esas diferencias hay que blanquearlas en alguna oportunidad. Hay gente que no está dispuesta a que seamos todos, y en esos todos, están los sectores populares. Los sectores populares siempre son sujetos de dádiva, de la mezquindad de los poderosos, y no me refiero a los poderosos que tienen mucho dinero, sino a los que estamos cooptados por el sistema del poder, y ahí hay una diferencia que no se puede salvar. Por eso entiendo que lo político se salda con la clara posición de una opción radical acerca de a favor de qué y de quiénes, Esa decisión es una opción radical, existencial, no puede salvarse, y eso es lo que constituye una identidad determinada. Que la inclusión no sea subordinante, sino liberadora.