El rumbo de la mesa política del FdT
Detrás del ripio informativo y el cruce de voluntades y especulaciones que generan las distintas referencias del FdT implicadas en una urgente definición estratégica electoral se concretó la reclamada mesa política.
Por Omar López
Es el comienzo de un vertiginoso y complejo armado para asegurar una unidad que sigue en disputa y con intereses cruzados al momento de pensar una conducción que aglutine y defina las candidaturas.
La ingeniería política de equilibrar una lógica táctica electoral no es lineal. Se cruzan proyectos, intereses de peso económico, territorial y sectorial dentro del peronismo en su diversidad. El peso de los intendentes y gobernadores como una clave, el poder de tracción de las organizaciones sociales con estructura movilizadora.
Muchos son los factores a dilucidar para garantizar un triunfo del FdT en la próxima contienda electoral. Con la figura de Cristina Fernández de Kirchner en el epicentro de la discusión, y con otros desafíos como la política económica, la inflación que resulta indomable, tanto como poner en caja a los poderosos grupos económicos que la impulsan y generan el criminal aumento del costo de la vida en todas las líneas.
No parece sencillo sincronizar una acción política que sea determinante a la hora de resolver semejante desafío, en el corto plazo y con un mensaje claro a una sociedad fuertemente operada por el frente mediático hegemónico.
Los movimientos son complejos y sería de un infantilismo insostenible sintetizar la discusión en encaramar a Cristina candidato o bajar al presidente de su aspiración a ser reelecto. Dicho esto, más allá de la encuesta no escrita que camina por el tejido de la rutina social dónde la vicepresidenta sigue siendo la figura de mayor caudal de votantes dentro del peronismo. Aunque es una verdad que tampoco se puede ignorar que con Cristina no alcanza, y es ahí donde se impone un desafiante modelo de unidad para concretar una trama que permita sumar a todas las referencias. La intención de lograr ese objetivo es casi quirúrgica; a esta altura es obligado hacer lectura de los poderosos intereses cruzados en la alianza entre viejas guardias conservadoras adictas a conservar el modelo económico dominante y sus alianzas con los poderosos núcleos del poder real. No es trabajoso descubrir su lógica y complicidad política debajo de la manta discursiva. Son muchos frentes tácticos; en el control social y territorial, en el entramado de una parte del viejo sindicalismo transformado en un soporte cuña del poder económico y funcional a las grandes operaciones de su poder real. La complejidad juega y arrastra a intendentes y gobernadores bajo distintas operaciones algunas encubiertas, otras más visibles, aunque atravesadas por “la inteligencia” de grandes corporaciones y embajadas que juegan esta elección en el nombre de los recursos estratégicos naturales.
Dejar este frente de operación fuera del enfoque sería de una torpeza suicida. Cada vez que se enfrentó un calendario electoral en la historia de nuestro país, estos contendientes, tal vez menos visibilizados, tuvieron una intensa actividad.
Entonces, más allá de la intención de reelección a la que aspira Fernández y del operativo clamor por Cristina candidata, lo que se juega, el cómo y desde qué lógica junto a la participación de la militancia y el diálogo desafiante y abierto con el pueblo, son una inflexión del presente político ante la ramificación de una derecha golpista y de preocupantes frentes fascistas.
En este asunto los candidatos que movilizan comprensión y votantes en las complejas ciudadelas y poblados de este ancho como desigual país también serán jugadores claves. El eje de discusión es cómo se debate frente a la ciudadanía, qué es lo defendible, cuánto lo que se aspira a renovar y cómo cumplirlo de tener continuidad un gobierno del FdT. Sin dudarlo, no se trata solo de los cuadros políticos y de los mejores rostros capaces de aglutinar empatía. En ese aspecto, por definición política CFK está por lejos en la preferencia de una parte ancha de la base electoral. La otra cuestión en su entorno es cómo se garantiza el preciso proceso de una negociación para la selección de esos candidatos. La experiencia –que también involucra críticamente a la vicepresidenta- no ha sido de las mejores, considerando la complejidad con la que se tuvo que formar una fuerza capaz de derrotar a la derecha del PRO.
Será inevitable no cruzar espadas con el frente del pragmatismo y mucho peor con las operaciones que ya se arman desde dentro, el fuego amigo, mal expresado, que busca acumular en sus territorios para ampliar su capacidad de negociación a la hora de poner sus candidatos y guarecerse en posiciones de poder en el próximo gobierno. Lo viejo late, lo nuevo se estancó cuando las dirigencias perdieron de vista la potente renovadora aspiración de la militancia y muchos sectores con aspiración a participar en el nuevo tiempo y cualidades que impone discutir la realidad, las ideas, las ambiciones del pueblo que anda en el estribo sin los resguardos y las estructuras de los funcionarios.
La derecha teme a ese desafío, en sus diversos frentes –operados con intensidad por diversos grupos de la inteligencia del poder real, trasnacional e incluso embajadas- el reacomodamiento táctico en el FdT. Su preocupación sigue siendo CFK, a pesar del arrollador golpismo de la Corte Suprema y la narrativa serial de la prensa del poder económico, se mantiene firme. Un caso de persecución política único, un desgaste sobre los que pocos se atreven a hablar. Intento de asesinarla, operación de los judas de la Corte de encubrir la organización criminal por citar apenas dos puntas.
El cercano viernes 24 de marzo puede transformarse en un momento político de inflexión a la hora de movilizar y unir a la sociedad frente a tanta ocupación criminal de la derecha sin límite. Una oportunidad para unirse ante el desafío de un Nunca Más al poder real que nos sacrifica siempre. Las Madres y las Abuelas abrieron un camino con su reclamo de justicia y memoria, su odisea y persistencia sin tregua abrieron una nueva comprensión de una gran mayoría de la sociedad, comprensión por un país democrático dispuesto a compartirse en la diversidad de las ideas y sin revanchas. Es una buena oportunidad para que el FdT exprese su determinación de una unidad ancha y rebelde, dispuesta a no negociar con los dueños de la infamia, los de afuera y los de adentro.