Crisis en Venezuela y el impacto en el escenario internacional
Guerra de servicios de inteligencia agrupados en la oposición y la réplica de las Fuerzas Armadas venezolanas que respaldan a su gobierno.
La oposición desconoce el triunfo de Maduro, el Consejo Nacional Electoral (CNE), anunció ganador al presidente bolivariano, reelecto con el 51,2% de los votos, pero la oposición denuncia un supuesto fraude, aunque no muestra las actas electorales que dice tener en su poder.
El CNE dice haber sufrido atentado en el sistema electrónico que alteró la entrega de las actas. Los gobiernos aliados del continente le exigen al gobierno venezolano que muestre los resultados. Se amplifica la crisis del sistema de alianzas entre Venezuela, Brasil, Chile, México y otros países hermanos. La OEA rechazó los resultados de las elecciones en un duro comunicado. Se espera que esta tarde (martes 30 de julio), Lula Da Silva hable con Joe Biden que buscan contener la crisis tras el respaldo al gobierno de Maduro por las Fuerzas Armadas Bolivarianas.
El ministro de Defensa venezolano denunció un intento de desestabilización comandado por «factores de la derecha fascista y extremista».
Maduro en conferencia mostró documentos de un golpe en marcha, ofreció imágenes, y ofreció información sobre opositores detenidos, acusados de terrorismo.
Desde el chavismo especularon con una intervención a su favor por parte del secretario de Estados Unidos, Antony Blinken, quien este lunes pidió un recuento de votos justo y transparente del proceso electoral venezolano.
El CNE no ofreció las actas –aunque se especula que deja actuar a la oposición con su argumento que ganó por encima del setenta por ciento, y evidenciar que son pruebas falsas y parte de un plan de desestabilización. La CNE tiene por ley constitucional un tiempo de treinta días para dar la información, y resulta contradictorio no mostrar las actas cuando aumentan los muertos y se afianza el aislamiento del gobierno, sostenido por sus principales aliados, China y Rusia. En este contexto el Centro Carter, parte de los veedores internacionales de los 900 invitados por el gobierno, anunció su retiro de Venezuela.
Maduro volvió a acusar al gobierno de EE.UU. y a sus gobiernos aliados de perpetrar un intento de golpe solapado en la oposición encabezada por María Corina Machado, que podría ser detenida en las próximas horas.
Maduro sostiene que vienen por las reservas del país; con las reservas de petróleo más grandes del mundo, la cuarta de gas y oro, la sexta de diamantes, la octava de hierro, y amplios recursos hídricos, de carbón y biodiversidad.
María Corina Machado, alias, la “dama de hierro”, hija de un empresario del acero.
Machado logró juntar todos los filos dispersos de la oposición, su capacidad política desde la ultra derecha es de larga data y responde a la vieja élite oligárquica venezolana. Machado lanzó la candidatura de Edmundo González Urrutia, de 74 años, es un hombre con problemas de salud, sin carisma y bajo perfil mediático, elegido como su sustituto, con el aval de Estados Unidos.
En la tarde del 30 de Julio, Maduro acusó a Machado (ex diplomático de carrera) de ser parte de una larga conspiración golpista.
María Corina Machado fue participe activa del golpe contra el presidente comandante Hugo Chávez en abril de 2002. Fue entonces la firmante del Decreto Carmona durante el golpe de Estado cívico-militar y de poderosos círculos empresarios, y recibida por el presidente George W. Bush en la Oficina Oval de la Casa Blanca el 31 de mayo de 2005, a quien le pidió derrocar al líder de la Revolución Bolivariana. La información disponible señala que fue inhabilitada por 15 años por el Tribunal Supremo de Justicia por haber participado en varios intentos golpistas; apoyado como “representante diplomática” de Panamá (sic) ante la Organización de Estados Americanos (OEA) la invasión extranjera a Venezuela en 2014; recibido financiación directa de la Agencia Internacional para el Desarrollo de Estados Unidos (USAID) y la Fundación Nacional para la Democracia, creada y sostenida por los servicios de inteligencia de la CIA, y por participar en la trama de corrupción orquestada por el usurpador Guaidó, reconocido como pronto enterrado en el olvido por más de 50 países, y propició el bloqueo criminal de EE.UU. a la República Bolivariana, junto con el secuestro y robo de 31 toneladas de lingotes de oro venezolano por el Banco de Inglaterra.
La inhabilitación electoral de Machado fue utilizada por el Departamento de Estado de EE.UU., en abril pasado, para justificar la reimposición de sanciones petroleras contra el gobierno de Nicolás Maduro.
Al cierre de este informe Javier Milei envió de urgencia a la OEA ala canciller Diana Mondino, para firmar mañana una resolución de repudio al gobierno de Maduro. Resta saber que dicha resolución no es vinculante. En tanto aumenta la tensión en las calles de Caracas, y es inminente la detención de Corina Machado.
La crisis política venezolana tiene varios ejes; el económico, la convivencia con el peso bolivariano y el dólar, la traumática debilidad del estado productor, la precariedad de auxilio a la producción, al salario y al poder adquisitivo. Más de la mitad de la población vive en extrema pobreza.
El crítico escenario en el tablero internacional se arrastra al continente sudamericano.
La Casa Blanca busca equilibrar las negociaciones, junto con Brasil. Las horas por venir en la patria de Chávez serán determinantes. Se estima que hay más de 700 detenidos y decenas de muertos, de ambos sectores en pugna.